Rubén Cortés
Un perro mordiéndose la cola. Esa imagen describe en lo que PAN-PRD convirtieron una herramienta esencial de la democracia: las coaliciones entre partidos. Porque las alianzas son, sin género de dudas, asuntos entre priistas.
Como demostró el aliancista Malova al integrar su gabinete en Sinaloa: encargó la tarea de head hunter al ex gobernador priista Juan S. Millán, quien eligió como secretarios a cinco priistas, cuatro panistas y un perredista.
O ayer, en Guerrero, donde las elecciones se centraron en dos candidatos priistas: el ex gobernador interino Ángel Heladio Aguirre Rivero (PAN-PRD) y el ex alcalde de Acapulco Manuel Añorve (PRI), representantes del tricolor de los caciques, los mapaches electorales, las corruptelas…
En ese contexto, sobresale una alianza PRD-PAN que sí funciona, pero que ninguno de los dos partidos pregona porque, al ser silenciosa, no aporta votos: la colaboración del procurador del DF, Miguel Ángel Mancera, con la PGR y la Policía Federal.
Por ejemplo, el jueves la policía capitalina detuvo a nueve miembros del Barzón Popular por destrozar las oficinas de la Conagua y la PGJDF los entregó a la PGR, que los encarceló en el Reclusorio Oriente.
Pero hay más casos:
—El 14 de julio la policía del Edomex le pidió apoyo para capturar al secuestrador y homicida Kevin Hernández, quien cayó en la delegación Gustavo A. Madero y fue entregado a la PGR.
—El 10 de abril capturó a la banda de secuestradores Los Halcones: Erick Anacarsis González, Adolfo Sánchez Salazar, Antonio Pérez Martínez, Alejandro Morales Solís y Carlos Rivera Uriostegui, y los puso a disposición de la PGR.
—El 28 de diciembre aseguró a miembros de La Mano con Ojos, filial del cártel de los Beltrán Leyva, que decapitan a sus víctimas en El Ajusco: Margarito Trujillo, Armando Radilla y Luis Antonio González. Los entregó a la SIEDO.
—El 5 de octubre capturó a nueve miembros de La Nueva Administración, otra filial del cártel de los Beltrán Leyva, que había secuestrado y asesinado a cinco miembros de una familia de entre 15 y 54 años de edad en la colonia San Miguel Ajusco. Los entregó a la PGR.
Una eficacia asentada en la labor de Mancera, miembro de una nueva generación de políticos mexicanos (por lo común nacidos a finales de los sesenta y principios de los setenta), menos ideologizados y más preocupados por poner sus conocimientos al servicio de la sociedad.
Que representan un encuentro diferente de la sociedad con la política, en la idea de que ésta se puede volver útil para la ciudadanía, pero ya con ese tipo de figuras y no de intereses de grupos, sino de intereses del electorado.
Políticos que pueden recuperar la credibilidad de la política.
Un perro mordiéndose la cola. Esa imagen describe en lo que PAN-PRD convirtieron una herramienta esencial de la democracia: las coaliciones entre partidos. Porque las alianzas son, sin género de dudas, asuntos entre priistas.
Como demostró el aliancista Malova al integrar su gabinete en Sinaloa: encargó la tarea de head hunter al ex gobernador priista Juan S. Millán, quien eligió como secretarios a cinco priistas, cuatro panistas y un perredista.
O ayer, en Guerrero, donde las elecciones se centraron en dos candidatos priistas: el ex gobernador interino Ángel Heladio Aguirre Rivero (PAN-PRD) y el ex alcalde de Acapulco Manuel Añorve (PRI), representantes del tricolor de los caciques, los mapaches electorales, las corruptelas…
En ese contexto, sobresale una alianza PRD-PAN que sí funciona, pero que ninguno de los dos partidos pregona porque, al ser silenciosa, no aporta votos: la colaboración del procurador del DF, Miguel Ángel Mancera, con la PGR y la Policía Federal.
Por ejemplo, el jueves la policía capitalina detuvo a nueve miembros del Barzón Popular por destrozar las oficinas de la Conagua y la PGJDF los entregó a la PGR, que los encarceló en el Reclusorio Oriente.
Pero hay más casos:
—El 14 de julio la policía del Edomex le pidió apoyo para capturar al secuestrador y homicida Kevin Hernández, quien cayó en la delegación Gustavo A. Madero y fue entregado a la PGR.
—El 10 de abril capturó a la banda de secuestradores Los Halcones: Erick Anacarsis González, Adolfo Sánchez Salazar, Antonio Pérez Martínez, Alejandro Morales Solís y Carlos Rivera Uriostegui, y los puso a disposición de la PGR.
—El 28 de diciembre aseguró a miembros de La Mano con Ojos, filial del cártel de los Beltrán Leyva, que decapitan a sus víctimas en El Ajusco: Margarito Trujillo, Armando Radilla y Luis Antonio González. Los entregó a la SIEDO.
—El 5 de octubre capturó a nueve miembros de La Nueva Administración, otra filial del cártel de los Beltrán Leyva, que había secuestrado y asesinado a cinco miembros de una familia de entre 15 y 54 años de edad en la colonia San Miguel Ajusco. Los entregó a la PGR.
Una eficacia asentada en la labor de Mancera, miembro de una nueva generación de políticos mexicanos (por lo común nacidos a finales de los sesenta y principios de los setenta), menos ideologizados y más preocupados por poner sus conocimientos al servicio de la sociedad.
Que representan un encuentro diferente de la sociedad con la política, en la idea de que ésta se puede volver útil para la ciudadanía, pero ya con ese tipo de figuras y no de intereses de grupos, sino de intereses del electorado.
Políticos que pueden recuperar la credibilidad de la política.
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