El precandidato once

Francisco Rodríguez / Índice Político

Ahora sí, ya se va Felipe Calderón. Desde la dirigencia nacional de su partido, el PAN, se anuncia su despedida. Han comenzado los blanquiazules su proceso de selección de candidato a sucederlo, tras la declaración, ayer, de Gustavo Madero quien nos sorprende al informar que hay “diez liderazgos” blanquiazules que buscan suceder al michoacano en Los Pinos.

Tal, primero que nada, es un mentís a quienes hasta hoy todavía pensamos que Calderón quisiera perpetuarse en el encargo que “haiga sido como haiga sido” ocupa desde diciembre de 2006. Sí se va. Nada de inventarse un estado de excepción por el clima de inseguridad. Nada de que ha detenido el natural proceso sucesorio en las filas del albiceleste porque no tiene intención de irse. Sí se va. GAD.

Pero “diez liderazgos” se me hacen muchos. Y a la vez pocos. O insuficientes, al menos, para los propósitos –esos sí muy claros– de no devolver Los Pinos a un priísta.

¿Quiénes serían esos diez a quienes Madero no mencionó por nombre?

¿Estarán ahí los secretarios del despacho Cordero, Félix, Lozano y Lujambio?

¿Son líderes? ¿En qué? ¿Quiénes los siguen? ¿Cuáles sus causas? ¿En dónde están sus banderas?

Esos cuatro, por lo pronto, no reúnen las condiciones de “liderazgo”. Apenas si son burócratas que, parodiando al clásico Beltrones, cobran altos estipendios y brindan “pobres resultados”. ¿Sus méritos? El cuatachismo, el compadrazgo, las complicidades, nada que conmueva a la sociedad a seguirlos, a hacer a cualquiera de ellos la cabeza que conduzca.

Tenemos también a los gobernadores que más o menos veladamente –para no incomodar a Calderón– han levantado la mano, y susurrado un “¡hey, acá estoy!”, para que el respetable voltee hacia los obispos –ahora parodio a Carlos Hank–, cuando la tradición contempla que il papabile debe emerger del cuerpo cardenalicio: El jalisciense, el guanajuatense y hasta el morelense. ¿Líderes? No se controlan ni ellos mismos.

Al primero lo maneja el alcohol –a propósito de ¡pum!–, al segundo el líder formal de El Yunque, y el tercero es un dieguista –por Fernández de Cevallos– a quien mueven los hilos desde el Paseo de los Virreyes, en el poniente de la capital nacional.

Corren también los “independientes” Vázquez Mota y Creel Miranda, quienes desde el Congreso y a través de recorridos por el país “hacen su luchita”, pues ambos saben que cuentan con la animadversión, no sólo política sino hasta personal, del ocupante de Los Pinos.

¿Liderazgo? No, ninguno. Ambos, al igual que los anteriores, son burócratas de “la grilla”, que han acumulado puestos y encargos, por recomendaciones, cercanía o hasta como cuota de algún empresario que haya pre$tado servicios en las campañas electorales.

Cuatro secretarios de despacho. Tres gobernadores. Dos por la libre. No me salen las cuentas. ¿Cuál es el décimo “liderazgo” panista que busca suceder a Calderón?

¿Acaso Margarita Zavala, su esposa?

Pragmáticamente, esos nueve o diez son escasamente relevantes. Pudiera decirse que meras comparsas, extras o actores “de relleno”.

Porque en estos momentos, al menos, es el “liderazgo número once” quien más posibilidades tiene de recibir el apoyo –y los muchos recursos económicos ahorrados– de Calderón para la contienda en la que está empeñado: no devolver el poder a los priístas.

Y el “precandidato once” no milita en las filas del PAN.

El “precandidato once” fue priísta, después tuvo su propio partido, y finalmente su sumó al PRD, una de cuyas muchas facciones hoy maneja al lado de su sparring Manuel Camacho Solís.

El “precandidato once” es Marcelo Ebrard Cassaubón, de quien Calderón podría echar mano –y dinero, pues hoy no sólo se compran votos, también candidatos–, para en su momento frenar al PRI.

¿Diez en el PAN? El once está en el PRD.

Índice Flamígero: Sí hay temor en el PRI por una eventual alianza PRD-PAN en el Estado de México. Al menos así lo expresaba la mañana de ayer el dirigente estatal del tricolor en la entidad gobernada por Enrique Peña Nieto, y quien también aspira a la candidatura. Contrario a lo que dice en público, Ricardo Aguilar Castillo también vaticinaba que Alejandro Encinas no será candidato del sol azteca a la gubernatura mexiquense. ¿Qué sabrá?

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