Martha Anaya / Crónica de Política
¡Ya éntrenle!, pide Gustavo Madero a la caballada de su partido.
Les pica la cresta: En el sexenio pasado, “a estas alturas”, Felipe Calderón ya había renunciado a la secretaría de Energía y se aprestaba a organizar su campaña.
Eso, alegó el dirigente nacional del PAN, “fue un indicador que le dio una característica de seguridad, de confianza, de arrojo que le ayudó mucho a definirse como un aspirante fuerte”.
Pero, ¿y quiénes son los diez presidenciables del PAN?
Porque ayer el de Chihuahua insistió en que eran diez los que cumplían con el perfil: tres gobernadores, dos legisladores y cinco secretarios de Estado.
Sigue sin soltar sus nombres porque, alega, corresponde a ellos tomar sus propias definiciones. Es decir, lanzarse o no.
Entre los panistas, empero, se barajan nombres:
Los tres gobernadores serían los de Jalisco (Emilio González), Morelos (Marco Antonio Adame) y Guanajuato (Juan Manuel Oliva).
Los dos legisladores: Santiago Creel y Josefina Vázquez Mota.
De los secretarios de Estado sólo alcanzan a apuntar a cuatro: Ernesto Cordero, de Hacienda; Alonso Lujambio, de Educación; Javier Lozano, de Trabajo; y Heriberto Félix, de Desarrollo Social.
¿Quién es el décimo?
Se niegan a apuntar en la lista al titular de Gobernación, Francisco Blake Mora.
Si no fuera él, ¿entonces quién?
Pues aunque les desagrade a muchos la idea, lo cierto es que el secretario de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna, está en la lista de los posibles.
Si la prioridad del Presidente Felipe Calderón sigue siendo la seguridad –y la continuidad del combate al crimen organizado– para el final del sexenio, no sería de extrañar que García Luna se convierta en el favorito de Los Pinos (si no es que ya lo es).
“Ya es el momento de que empiecen a tomar definiciones más claras, más contundentes frente a los panistas, y frente a los mexicanos”, les demanda Madero.
Los tiempos son llegados para los azules pero, por lo visto, aún no se animan del todo. Los costos de abrirse de capa retienen a algunos y otros esperan la definición de las candidaturas para el Estado de México.
Mediados de marzo parece ser la fecha que han elegido los principales aspirantes para lanzarse. Pero el líder de su partido ya los apremia: ¡Ya llegó el momento!
Es hora de saber si García Luna está en el arrancadero.
¡Ya éntrenle!, pide Gustavo Madero a la caballada de su partido.
Les pica la cresta: En el sexenio pasado, “a estas alturas”, Felipe Calderón ya había renunciado a la secretaría de Energía y se aprestaba a organizar su campaña.
Eso, alegó el dirigente nacional del PAN, “fue un indicador que le dio una característica de seguridad, de confianza, de arrojo que le ayudó mucho a definirse como un aspirante fuerte”.
Pero, ¿y quiénes son los diez presidenciables del PAN?
Porque ayer el de Chihuahua insistió en que eran diez los que cumplían con el perfil: tres gobernadores, dos legisladores y cinco secretarios de Estado.
Sigue sin soltar sus nombres porque, alega, corresponde a ellos tomar sus propias definiciones. Es decir, lanzarse o no.
Entre los panistas, empero, se barajan nombres:
Los tres gobernadores serían los de Jalisco (Emilio González), Morelos (Marco Antonio Adame) y Guanajuato (Juan Manuel Oliva).
Los dos legisladores: Santiago Creel y Josefina Vázquez Mota.
De los secretarios de Estado sólo alcanzan a apuntar a cuatro: Ernesto Cordero, de Hacienda; Alonso Lujambio, de Educación; Javier Lozano, de Trabajo; y Heriberto Félix, de Desarrollo Social.
¿Quién es el décimo?
Se niegan a apuntar en la lista al titular de Gobernación, Francisco Blake Mora.
Si no fuera él, ¿entonces quién?
Pues aunque les desagrade a muchos la idea, lo cierto es que el secretario de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna, está en la lista de los posibles.
Si la prioridad del Presidente Felipe Calderón sigue siendo la seguridad –y la continuidad del combate al crimen organizado– para el final del sexenio, no sería de extrañar que García Luna se convierta en el favorito de Los Pinos (si no es que ya lo es).
“Ya es el momento de que empiecen a tomar definiciones más claras, más contundentes frente a los panistas, y frente a los mexicanos”, les demanda Madero.
Los tiempos son llegados para los azules pero, por lo visto, aún no se animan del todo. Los costos de abrirse de capa retienen a algunos y otros esperan la definición de las candidaturas para el Estado de México.
Mediados de marzo parece ser la fecha que han elegido los principales aspirantes para lanzarse. Pero el líder de su partido ya los apremia: ¡Ya llegó el momento!
Es hora de saber si García Luna está en el arrancadero.
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