Aplazan caso de asilo del periodista mexicano

Con informacion de las Agencias

Un caso muy publicitado de asilo de un periodista mexicano, que cruzó la frontera después de recibir amenazas de muerte debido a su cobertura crucial del trabajo de las fuerzas armadas mexicanas durante la sangrienta guerra entre bandas del narcotráfico, fue aplazado 15 meses, dijo el viernes su abogado.

Emilio Gutiérrez Soto dedicó el mes pasado aproximadamente siete horas a defender su caso ante el juez de Inmigración Robert Hough en El Paso, pero la audiencia terminó sin que se presentara toda la evidencia. Se reanudaría el viernes, pero el abogado de Gutiérrez Soto, Carlos Spector, pidió que fuera reprogramada debido a que había sido citado a testificar como experto en otro caso en una corte federal.

Spector dijo a través de su personal que la audiencia continuará hasta el 9 de mayo del 2012. No se dio razón alguna para el largo aplazamiento, aunque la oficina de Spector cree que podría ser que las autoridades estadounidenses tienen la esperanza de que para entonces se calme un poco el ciclo de violencia en México.

Cuando se le informó la decisión, Gutiérrez Soto rió inicialmente, incrédulo. Luego se quejó de que ésta tuvo una motivación política.

“Estamos aquí porque queremos salvar nuestras vidas y simplemente parece injusto porque un país de libertad y derechos humanos… no nos está tomando en cuenta”, dijo en entrevista telefónica. “No nos quieren (aquí)”.

La audiencia inicial fue cerrada al público y el abogado del gobierno estadounidense asignado al caso ha rechazado hacer comentarios e incluso ser identificado, citando un protocolo legal normal.

Gutiérrez Soto y su hijo, quien tenía entonces 15 años, aparecieron en un punto de revisión fronteriza en Nuevo México en junio del 2008 y declararon su objetivo de solicitar asilo. Señaló que su vida fue amenazada casi diariamente durante más de dos años después de escribir una serie de reportajes acusando a las fuerzas armadas de su país de abusar de los civiles en su búsqueda de miembros de los cárteles de drogas y contrabandistas.

Ambos fueron mantenidos separados en cárceles de inmigración durante siete meses y posteriormente liberados. Desde entonces, Gutiérrez Soto ha obtenido un permiso de trabajo y se sostiene realizando toda clase de ocupaciones en Las Cruces, Nuevo México, al oeste de El Paso.

“Buscamos refugio y nos ponen en prisión”, comentó Gutiérrez Soto con amargura.

Gutiérrez Soto no está en riesgo de ser detenido nuevamente y no puede ser deportado hasta que se complete su audiencia de asilo; si es rechazado, ya se agotaron todas sus apelaciones.

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