Álvaro Cepeda Neri
Los más prominentes calderonistas cerraron el año con declaraciones rimbombantes. El señor Chávez y Chávez, enésimo titular de la PGR, bien que recurrió a los reporteros para su monólogo, por medio del cual justificó, con muy pocas explicaciones (mientras se hacía el sordo cuando le preguntaron sobre las negativas a las peticiones de información que le hace el Instituto Federal de Acceso a la Información Pública), la pésima actuación, por culpa de él, de los Ministerios Públicos Federales o su parcialidad para favorecer a los gobernadores panistas; ¿un ejemplo?: los que están en Sonora al servicio incondicional de Padrés Elías. El doble Chávez mintió cuando dijo que en los cuatro años de Calderón, solo pasan de 30 mil los, no simplemente muertos (¡y es abogado y ministerio público!), sino que realmente pasan de 60 mil los homicidios entre delincuentes que se hacen justicia por su propia mano, y soldados y policías.
El cuarto titular de Gobernación: Blake Mora (muy bien comido por lo que se ve: un peso completo y es por los funcionarios federales por los que hay que empezar a ejecutar la campaña contra la obesidad), también salió con su cantaleta de que los mexicanos debemos tomar parte en el combate al narcotráfico y sus ramas. En vísperas navideñas, soltó lo de que los ciudadanos debemos sacudirnos el miedo (Reforma, Excélsior, La Jornada: 17/XII/10). Rompió la piñata y, en lugar de entonar villancicos, pidió posada con su exigencia reclamando que le entremos a denunciar delincuentes, mandándonos a su guerra sin rifle. Ignora que los que dan informes semejantes, de inmediato son fichados por la delincuencia y sus sicarios toman venganza.
Blake, bajacaliforniano, panista, calderonista y, en una de esas hasta candidato del PAN por la sucesión presidencial (pues no hacen roncha ni Creel ni Vázquez Mota, ni Cordero, ni Lujambio y mucho menos Molinar… la caballada de Calderón están peor que él y Fox, además de que los electores dispuestos a votar no quieren hacerlo por los panistas), ha estado muy activo, obviamente por órdenes presidenciales, para convocarnos a tomar parte activa en la lucha contra lo que es ya terrorismo y frente al cual la estrategia de Calderón (concedámosle un regalo de año nuevo) ha dado muy poco resultado. El avispero de los capos se expande ameanazadoramente contra el gobierno federal y sienta sus reales en la capital del país.
¿Sacudirnos el miedo? Blake Mora no sabe lo que dice y si lo sabe, está peor, ya que los ciudadanos, en primera, no tienen porqué intervenir y si uno que otro lo hace por las recompensas, no significa que tengamos esa obligación. Constitucionalmente, el Estado a través de sus órganos debe cuidar de la paz pública y perseguir a quienes cometen delitos para hacerles las imputaciones penales. Sí, los mexicanos no solamente tenemos miedo, también pánico y angustia, porque estamos como el jamón del emparedado: a dos fuegos; son los gobernantes quienes deben actuar y como les dijeron, estando Calderón presente: si no pueden… renuncien.
Los más prominentes calderonistas cerraron el año con declaraciones rimbombantes. El señor Chávez y Chávez, enésimo titular de la PGR, bien que recurrió a los reporteros para su monólogo, por medio del cual justificó, con muy pocas explicaciones (mientras se hacía el sordo cuando le preguntaron sobre las negativas a las peticiones de información que le hace el Instituto Federal de Acceso a la Información Pública), la pésima actuación, por culpa de él, de los Ministerios Públicos Federales o su parcialidad para favorecer a los gobernadores panistas; ¿un ejemplo?: los que están en Sonora al servicio incondicional de Padrés Elías. El doble Chávez mintió cuando dijo que en los cuatro años de Calderón, solo pasan de 30 mil los, no simplemente muertos (¡y es abogado y ministerio público!), sino que realmente pasan de 60 mil los homicidios entre delincuentes que se hacen justicia por su propia mano, y soldados y policías.
El cuarto titular de Gobernación: Blake Mora (muy bien comido por lo que se ve: un peso completo y es por los funcionarios federales por los que hay que empezar a ejecutar la campaña contra la obesidad), también salió con su cantaleta de que los mexicanos debemos tomar parte en el combate al narcotráfico y sus ramas. En vísperas navideñas, soltó lo de que los ciudadanos debemos sacudirnos el miedo (Reforma, Excélsior, La Jornada: 17/XII/10). Rompió la piñata y, en lugar de entonar villancicos, pidió posada con su exigencia reclamando que le entremos a denunciar delincuentes, mandándonos a su guerra sin rifle. Ignora que los que dan informes semejantes, de inmediato son fichados por la delincuencia y sus sicarios toman venganza.
Blake, bajacaliforniano, panista, calderonista y, en una de esas hasta candidato del PAN por la sucesión presidencial (pues no hacen roncha ni Creel ni Vázquez Mota, ni Cordero, ni Lujambio y mucho menos Molinar… la caballada de Calderón están peor que él y Fox, además de que los electores dispuestos a votar no quieren hacerlo por los panistas), ha estado muy activo, obviamente por órdenes presidenciales, para convocarnos a tomar parte activa en la lucha contra lo que es ya terrorismo y frente al cual la estrategia de Calderón (concedámosle un regalo de año nuevo) ha dado muy poco resultado. El avispero de los capos se expande ameanazadoramente contra el gobierno federal y sienta sus reales en la capital del país.
¿Sacudirnos el miedo? Blake Mora no sabe lo que dice y si lo sabe, está peor, ya que los ciudadanos, en primera, no tienen porqué intervenir y si uno que otro lo hace por las recompensas, no significa que tengamos esa obligación. Constitucionalmente, el Estado a través de sus órganos debe cuidar de la paz pública y perseguir a quienes cometen delitos para hacerles las imputaciones penales. Sí, los mexicanos no solamente tenemos miedo, también pánico y angustia, porque estamos como el jamón del emparedado: a dos fuegos; son los gobernantes quienes deben actuar y como les dijeron, estando Calderón presente: si no pueden… renuncien.
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