WikiLeaks, sin novedad alguna, pero dejando daños considerables…

Samuel R. G. / uzkediam@gmail.com

Estamos ante una de las historias mediáticas a nivel mundial más importantes en los últimos años, en términos de filtración de documentos oficiales y lo que pudiera derivar de esto: WikiLeaks.

Todavía lo peor no ha ocurrido, pero a decir verdad no hay novedad alguna por conocer, quizás lo que veamos ahora sean meros detalles, pero de antemano sabemos que a nivel mundial se ha colocado en la cúspide y en la cima del poder un grupo reducido de personas y grupos que controlan la economía mundial, y por ende, el destino de casi todas las naciones del mundo.

No es la primera vez que abordo el tema desde este enfoque, hasta cierto punto “simplista”, pero que no deja de ser realista. Lo que quiero decir es que la información revelada en WikiLeaks pone a nuestro alcance detalles sobre “la forma” en que opera la mafia internacional, pero nada cambia que sigamos sujetos y sometidos a la voluntad de los autodenominados “dueños del mundo”.

Concretamente aquí, en México, ha sido “duro” el “balconeo” que WikiLeaks hace sobre el Estado Mexicano (al cual también hace tiempo califique de putrefacto, caduco y que ya hiede, es decir, no sirve), particularmente respecto a la supuesta “guerra contra el narcotráfico” de Felipe Calderón, el panista que en contubernio con el duopolio televisivo (Televisa-Azteca) y con empresarios, se robó la presidencia de la república en 2006.

Desde hace tiempo el gobierno de los Estados Unidos desconfía del papel de los militares mexicanos en la aparente lucha antidrogas y el rol de México para convencer y obtener apoyo de Brasil para restar influencia de Venezuela en América Latina. En el mundo de la política y en los hechos que llegan a nuestros ojos a través de la prensa, solamente podemos alcanzar a ver pequeños indicios de las cosas reales que están sucediendo, detrás de todo lo que se nos dice o escuchamos en determinado lugar, debemos admitir que hay un mundo totalmente distinto donde se esconden las verdaderas intenciones y propósitos de numerosos eventos (no aislados por cierto) que ocurren a nuestro alrededor. Ahí, debemos entender que la posición geográfica y política de México es clave para la política interna de los Estados Unidos, pero lo que vemos y escuchamos nada tiene que ver con la realidad, nos transmiten aparente estabilidad al interior del país o la otra parte es que nos transmitan terror, inseguridad, pero la verdad es que en el fondo existe una batalla entre potentados (incluyendo a los carteles de la droga) que se disputan la plaza (nuestro país) para seguir en el negocio y que cada día su tajada de pastel sea mayor.

Siendo ese el contexto, de pugna entre mafiosos, es evidente que el gobierno de los Estados Unidos pretende que los suyos, es decir, sus mafiosos, los de corte yankee, sean los ganadores, ya que nuestro país no es una plaza independiente, sino que es dependiente de los Estados Unidos y por ende, lo que pase en México será noticia también para los potentados americanos. Ahí la conexión entre lo que reveló ya WikiLeaks, más la reacción del desgobierno calderonista y aparte lo que vaya a seguirse revelando, todo eso, desde mi punto de vista, hacen que cobre mayor relevancia la lucha (o mejor dicho, guerra) electoral que se dará en 2011.

No es la gubernatura del Estado de México lo que estará en juego, aunque formalmente así será, pero es más bien un choque de ideologías y de definición a distintos plazos del futuro de nuestro país. Para muchos mexicanos, sino es que para la gran mayoría, cada día es un día de tantos, donde nada ocurre más allá de sus propias experiencias, pero me parece muy importante que desde ahora, cada persona que pueda leer y entender lo que ha estado revelando y revelará WikiLeaks, en serio, es importante que se lea y entienda lo que hay detrás del actual gobierno usurpador de México y las intenciones de los Estados Unidos con nuestro país y cómo repercutirá eso en la población mexicana.

Y a propósito, ¿Cómo nos ven los gringos, según WikiLeaks? Comunicaciones enviadas a Washington desde la embajada de Estados Unidos en la Ciudad de México revelan que diplomáticos estadounidenses consideran al ejército mexicano como "lento y con aversión al riesgo", al tiempo que cuestionan su rol en las operaciones contra los carteles de la droga. En pocas palabras, el ejército mexicano no sirve para combatir al narcotráfico y mucho menos a la delincuencia organizada como tal, es decir, estamos jodidos, estamos amolados, si no se puede contener a los carteles de la droga ¿qué pasaría si hubiera intención alguna de que nos invadan los Estados Unidos? Sin duda, como dicen en mi pueblo: nos cargaría la chingada.

¿Cuál ha sido la reacción del hoy fallido gobierno de México? A través de un comunicado, Calderón y sus amigos con cargos públicos, reprobaron las revelaciones de WikiLeaks calificándolas de ilegales, mencionando que los documentos filtrados "son parciales e inexactos, y reflejan una selección y una visión cuyos criterios se desconocen". Vale la pena hacer la aclaración de que los documentos revelados por WikiLeaks son eso, documentos, pero sustentados en fuentes oficiales, por lo tanto confiables, a menos que ahora vaya a salir el gobierno de Calderón con que los cables que se mandan entre dependencias de gobierno o entre embajadas y consulados no son ciertos, y que se trata de un complot en su contra... no pues, que finos andamos.

Pero un dato que efectivamente nos conduce a pensar o tomar tales filtraciones como ciertas, es nada más y nada menos que nuestra vida diaria, principalmente la de millones de compatriotas en los estados de la frontera, al norte del país... ¿qué más revela WikiLeaks sobre el ejército mexicano y la lucha antidrogas? Que existe una preocupación por la desestabilización creada por la violencia criminal sobre todo en los estados de la frontera, esto se debe a que los militares mexicanos no están entrenados para patrullar las calles o imponer la ley. No tienen la autoridad para recoger pruebas y presentarlas ante la judicatura. Resultado: las detenciones se disparan pero las acusaciones se mantienen invariables.

Ese texto en particular se refiere a la decisión de Felipe Calderón de retirar en abril a unos 8,000 militares de la fronteriza Ciudad Juárez, cuestionados por violaciones a los derechos humanos. También dirían en mi pueblo: “aparte de pendejo, salió puto el desgraciado, ¿no que muchos huevos?”.

En otro texto, la embajada estadounidense informa de tensiones entre el Ejército y la Marina, y su descoordinación en la persecución de los capos, es decir, las fuerzas de seguridad en México no se ponen de acuerdo. En una de esas referencias, asegura que en octubre de 2009 el general Guillermo Galván, secretario de Defensa y jefe del Ejército, propuso aplicar el estado de excepción en algunas regiones del país, solicitud rechazada por Gobernación. El gobierno de México ha señalado en diversas ocasiones la corresponsabilidad de Estados Unidos, el mayor consumidor de drogas en el mundo y proveedor de armas a los cárteles del narcotráfico en México. Y por eso les digo, que aunque WikiLeaks revela muchas cosas que nos pueden resultar novedosas, en el fondo no cambiarán las cosas, a menos que, como sociedad organizada repudiemos al actual gobierno e impulsemos un gobierno campesino, obrero y popular, que realmente vea por las necesidades del pueblo, pero claro, ese paso debemos darlo lo más pronto posible, antes de que la gente se olvide de las revelaciones de WikiLeaks.

Finalmente, Calderón, al llegar al poder en diciembre de 2006, involucró a los militares en persecución de los cárteles del narcotráfico, desplegando a unos 50,000 uniformados en diferentes regiones del país. Pero para ser honestos, ahora queda mucho más claro que Calderón sacó al ejército a las calles, no tanto por la cuestión de las drogas, sino porque tuvo miedo al ejército de seguidores de Andrés Manuel López Obrador y después, tal acción de militarizar el país lo vieron con buenos ojos los cárteles de las drogas, que desde el sexenio de Fox inclinaron la balanza hacia un bando de capos, estos son los que protege ahora Calderón (particularmente al Chapo Guzmán).

El negocio de ellos, de la droga, sigue adelante, pero sangre inocente está siendo derramada porque la política de gobierno ya no existe, es una política criminal, mafiosa, de un bando en particular y que es contra lo cual nos estamos enfrentando todos los mexicanos diariamente, no ver las cosas desde esa perspectiva es perder el tiempo, quizás puedan ustedes leer uno o cientos de cables revelados por WikiLeaks, pero insisto, el fin original, la causa de nuestra revolución de conciencias no es otra sino sacar a esa mafia del poder y ahora gobernar nosotros, el pueblo para el mismo pueblo, no hay más.

PD. Cuando se trate de recabar información, lo importante no será obtenerla, sino saber bien que destino darle, saber cómo la vamos a utilizar.

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