Traumas infantiles de Calderón

Francisco Rodríguez / Índice Político

¿CÓMO SERÍA LA infancia del ocupante de Los Pinos? Además de su familia, ¿lo sabrá alguien? ¿De dónde provienen sus traumas belicistas?

¿Por qué ve a su “guerra” contra el narcotráfico como un juego, no obstante las decenas de millares de víctimas que hasta ahora ha cobrado?

José Antonio Lara Peinado, psicoanalista social a quien invariablemente recurro cuando este tipo de dudas se presentan, nos da hoy unas pistas.

Casi casi con peras y manzanas me lo explica el profesional del psicoanálisis:

“Inicialmente el bebé carece de un yo. Esta situación hace que la mamá haga sus funciones por él. La madre tiene que intuir y entender lo que le ocurre. Para ello, las madres desarrollan desde el embarazo una capacidad: la ‘preocupación maternal primaria’, descrita por Winnicott, lo que le permite con su empatía colocarse en el lugar del hijo, funcionando como un yo auxiliar del bebé. Esta relación madre – bebé, establecida por ella, es una forma de ‘locura’ o de relación ‘loca’ natural, muy investida narcisísticamente, que coloca al bebé como un juguete materno. Este momento tiene que superarse. El niño dejará de ser una especie de juguete y podrá pasar a ser un niño capaz de tener sus propios juguetes que le permitan desarrollarse. He de aclarar que el juguete en primera instancia tiene la función de sustituir a la madre.

“Depende de la calidad de la relación entre la madre y el niño, que podrá estabilizarse la figura del pre-juguete, como un objeto externo que la supla. Experiencias repetitivas de pérdida o de separaciones que superen el límite tolerable para el bebé, pueden llevar a una pérdida de la actividad pre-juguete. La figura del pre-juguete dará acceso al juguete y por tanto al juego, a diferencia del niño que sólo tiene actividades autoeróticas, donde es únicamente el cuerpo el depositario de su satisfacción. Los primeros niños tienen más fácil el camino para la simbolización, el lenguaje, el aprendizaje y la socialización.

“En el caso de un gobernante que en la vida adulta elige juguetes que en lo real apuntan a la destrucción, la muerte y la sangre, nos queda claro que una falla primaria en la relación materno – infantil, derivará en una personalidad agresiva – autoerótica – sádica que encuentra placer en juguetes que dañen el cuerpo y lo destruyan.

“El juguete es pues, en este caso, una representación simbólica de una profunda carencia y amenaza hostil infantil, que tristemente ha marcado a Felipe Calderón, quien debiera de reprimir los impulsos agresivos en aras del bienestar de un pueblo.”

Tal explicación psicoanalítica, por supuesto, deriva de las palabras que el señor Calderón pronunciara, en inglés, sobre su admiración a una serie de televisión –de una cadena competidora a la que lo entrevistaba—muy popular en todo el orbe:

“¿Usted recuerda el programa de televisión ‘24’? Yo quería todos los juguetes, todo eso, todos los instrumentos para ser superiores a los criminales”, dijo a la conductora del programa Evening News de CBS, Katie Couric.

Todo ello, cual usted ya sabe, al mostrar “por primera vez y en exclusiva” el archi-recontra-súper-califrístico-espialidosamente búnker secreto desde donde se espía a todo Dios.

Pero ni tan secreto. Hace un año, por estas fechas, el 25 de noviembre, Calderón lo inauguró, llevando con él a todos los periodistas acreditados ante Los Pinos y, por supuesto, a quienes “cubren” a la SSPF.

No sólo eso. Adicto a las cámaras, Genaro García Luna lo presumió en el noticiero de Carlos Loret de Mola, en cadena nacional but of course.

Y por ahí fueron llevados a pasear prácticamente todos los periodistas bienquistados con la Secretaría de Seguridad Pública Federal.

Lo de secreto, pues, es una vacilada de Calderón.

Igual que tal era la primera vez que se mostraba ante las cámaras.

Juguetón que es el ocupante de Los Pinos.

Lástima que sus juegos sean mortales, ¿no cree usted?

Índice Flamígero: La Navidad se acerca y con ella el comienzo de la explotación comercial para la cual se aprovecha la presencia infantil en la publicidad y sobre todo la venta de juguetes. Juguetes de toda clase incluyendo juguetes bélicos: réplicas de armas, rifles, tanques, granadas, pistolas, espadas, lanzas, video juegos violentos para niños y niñas. Los juguetes son claves en el desarrollo de la identidad, medios de socialización y de enfrentar las situaciones cotidianas y la manera en que los niños y niñas enfrentarán el futuro. Esto implica que si se aprende a socializar a través de objetos violentos, es posible que los niños aprendan a resolver sus conflictos personales de manera violenta. Muchos educadores y psicólogos opinan que los juguetes bélicos inducen a la conducta violenta de los niños en su infancia y en el futuro.

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