Trabajadores Agricolas vs. Tabacaleras


Por Erin Rosa / The Narco News Bulletin

CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO; 4 DE NOVIEMBRE DE 2010: Miembros del Comité Organizador de Trabajadores Agrícolas (FLOC, por sus siglas en inglés), organización que trabaja por mejorar las condiciones laborales de trabajadores agrícolas en los Estados Unidos y México, estuvieron en la Ciudad de México esta semana para llamar la atención internacional para lograr una mejor organización y conseguir victorias en ambos países.

Durante más de cuarenta años FLOC ha puesto de rodillas a gigantes corporativos como Campell’s y Heinz, al obtener contratos colectivos para trabajadores migrantes que recogen tomates en el medio oeste de los Estados Unidos. La organización, que agrupa a decenas de miles de miembros, ahora tiene la mira puesta en organizar trabajadores en Carolina del Norte que recogen las cosechas de tabaco para la compañia RJ Reynolds. Los miembros de FLOC han viajado a la Ciudad de México para exigir justicia por el miembro de FLOC que fue brutalmente asesinado en Monterrey, Nuevo León.

Baldemar Velásquez, fundador y presidente de FLOC, aceptó charlar con Narco News en su visita a México. Velásquez, ciudadano estadunidense nacido en una familia de migrantes, estuvo en la ciudad para declarar sobre el caso como parte del Tribunal Internacional de Conciencia de los Pueblos en Movimiento. El tribunal fue patrocinado por la Fundación Rosa Luxemburgo para acoger a pueblos y movimientos de todo el mundo para discutir sobre las violaciones a los derechos humanos en México y en todas partes. Durante el evento, Velásquez y los miembros de FLOC relataron a la audiencia la muerte de Santiago Rafael Cruz, organizador del grupo asesinado en 2007. Hasta ahora no ha habido una investigación real o rendición de cuentas sobre quien cometió el crimen, dice el presidente del Comité.

“Es importante presentar a este tribunal el caso de nuestro empleado asesinado: Hace tres años, Santiago Rafael Cruz fue atado y golpeado hasta la muerte en nuestra oficina sindical,” dice Velásquez. FLOC abrió una oficina en Monterrey para evitar los abusos y fraudes que vienen con la contratación de trabajadores agrícolas que viajan a los Estados Unidos. “Esto no hacía felices a estos reclutadores,” dice el presidente de FLOC. “Seguimos presionando para que se resuelva el caso. Es importante mantener el caso relevante.”

FLOC fue fundado por Velásquez y otros trabajadores en 1967 en respuesta a los bajos salarios y las malas condiciones que padecían los trabajadores en el campo. El grupo ha llevado a cabo estratégicas y persistentes campañas no violentas para sindicalizar a los trabajadores agrícolas migrantes y mejorar su ambiente laboral, mediante el ofrecimiento de salarios más altos, compensaciones laborales y una voz directa en las condiciones de trabajo. El comité inició su resistencia civil con una huelga en contra de 33 productores de tomate en Ohio, la cual tuvo éxito en la negociación de contratos colectivos.

Después de eso, FLOC comenzó a enfocarse en las corporaciones que usaban tomates en sus productos. “Tratábamos de entender la oposición y nos dimos cuenta que esos productores fueron contratados por esas grandes compañias”, dijo Velásquez. “Dijimos, ‘esto no va a funcionar,’ el tratar de obtener de los empleadores el salario que merecemos. Así que miramos los contratos. Tenemos que ir con Campbell’s, tenemos que ir con Heinz.”

En 1978 el Comité comenzó a organizar a los trabajadores que recogían cosechas para la compañia de sopas Campbell’s, y más de dos mil trabajadores votaron a favor de la huelga en los campos de operaciones de Campbell’s en Ohio. Al año siguiente, la huelga se había convertido en un boicot en contra de todos los productos Campbell’s. Los organizadores aplicaron presión en dos formas distintas y coordinadas: Irían de granja en granja para conseguir apoyo a la huelga, luego organizarían numerosos grupos civiles, laborales y religiosos para golpear financieramente a Campbell’s con el boicot. Para mantener al movimiento durante la huelga, FLOC usaría sus aliados de todo el país para juntar dinero para comida y otros productos necesarios para los huelguistas.

La campaña de Campbell’s se prolongó durante años, y los trabajadores tuvieron que ejercitar la paciencia y disciplina entre sus tácticas antes de que diera frutos. En febrero de 1986, la corporación finalmente se derrumbó ante la presión del boicot y huelga organizada. El resultado fue un acuerdo colectivo en donde más de 3,100 trabajadores agrícolas de Michigan y Ohio se unieron a FLOC y se les garantizó un salario mínimo, beneficios de desempleo y seguridad social. De acuerdo con Velásquez, se trataba de un contrato sin precedentes, debido a que fue la primera vez que tres partes—los trabajadores migrantes, los productores y las compañias—habían llegado a un acuerdo que garantizara mejores condiciones de trabajo.

El ganar el contrato de Campbell’s llevó a otros acuerdos con compañias alimentarias como Heinz y Vlasic Pickles, cuyos empresarios presenciaron como FLOC había desmantelado Campbell’s en los últimos siete años. “Al día siguiente de haber firmado el contrato con Campbell’s, llamé a Heinz y les dije, ‘Ustedes son los siguientes. ¿Qué van a hacer? ¿Quieren pelear o quieren hablar?” dijo Velásquez. “El vicepresidente a cargo de la negociación con sindicatos se echó a reir y dijo: ‘Bueno, vimos los últimos años de lo que sucedió con Campbell’s y es ridículo que pongan a nuestra compañia en esa posición.” En menos de un año FLOC tenía un contrato cno Heinz.

En 1998, cuando FLOC comenzó su campaña en contra de Mt. Olive Pickles en Carolina del Norte, utilizaron tácticas similares, con una excepción. Esta vez llevaron el boicot hasta los vendedores de las cosechas y presionaron a las principales cadenas de supermercados para dejar de vender los pepinillos Mt. Olive, añadiendole una nueva capa a la campaña con un boicot secundario. La victoria no fue conseguida de la noche a la mañana, pero llevó menos tiempo que la campaña de Campbell’s. En 2004, FLOC firmó otro contrato entre las tres partes: los trabajadores, Mt. Olive y los Asociación de Productores de Carolina del Norte. El contrato fue histórico porque cubría 8 mil trabajadores extranjeros que habían ingresado a los Estados Unidos con visas H2-A para realizar trabajos agrícolas. Fue la primera vez que a trabajadores huéspedes se les permitió tener voz en sus condiciones de trabajo.

Como parte del contrato de Carolina del Norte, FLOC abrió su oficina en Monterrey para trabajadores huéspedes de México. “El acuerdo abarca todo en el proceso de contratación, desde el momento en que son contactados en México, así que incluimos en el contrato que podrían presentar quejas en México,” dice Velásquez. Luego de recibir cientos de quejas, FLOC decidió crear lo que los miembros llaman “salón de contratación” en la oficina, lo que permite que trabajadores inicien su propio proceso en lugar de depender de terceros que puedan engañarlos, abusar de ellos o secuestrarlos.

Con una campaña en marcha para sindicalizar a trabajadores que cosechan tabaco en Carolina del Norte, Velásquez está trabajando para traer mayor atención internacional en los exitosos esfuerzos organizativos de FLOC. La impunidad y los abusos a los derechos humanos en México son “muy comúnes”, dice. “Es pore ello que debemos de organizarnos mejor, y asegurar que nuestras luchas y campañas sean públicas y de carácter internacional.”

Foto cortesia de FLOC : Presidente Baldemar Velasquez del FLOC en una marcha contra la empresa tabacalera RJ Reynolds en marzo.

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