Peña se queda con dos barajas

Rubén Cortés

El debilitamiento de la pre candidatura de Alfredo del Mazo hijo dejó a Enrique Peña Nieto con sólo dos cartas para jugarse el año próximo la sucesión en la gubernatura del Estado de México y, con ella, su firmeza como candidato del PRI a la Presidencia en 2012.

La pólvora del joven alcalde de Huixquilucan fue mojada por su propio padre, Alfredo del Mazo, al admitir que no es su momento y debe de foguearse más. Y tiene razón, al chico le falta empaque como político y funcionario, según evidencia su mejorable labor en la alcaldía.

Así, la baraja de Peña se redujo a dos cartas: el diputado federal Luis Videgaray y el alcalde de Ecatepec, Eruviel Avila. Las otras que tenía, el diputado y líder del Congreso local, Ernesto Nemer; y Ricardo Aguilar, no crecieron.

Nemer es un político experimentado y con fuertes simpatías entre operadores políticos importantes del Edomex, pero se cayó por su deficiente participación mediática para defender a su jefe, tras la andanada que recibió la “Ley Peña”.

En su pelea por la candidatura, Nemer no posicionó un mensaje propio. Y Aguilar falló en su táctica, a la vieja usanza, de no moverse para salir en la foto, recomendada por el delegado del PRI nacional, el ex gobernador de Coahuila, Enrique Martínez y Martínez.

La estrategia de Aguilar resultó pésima, pues no le sirvió para construirse una necesaria imagen de político enérgico frente a una oposición beligerante, como la alianza PAN-PRD.

Quedan Videgaray y Ávila: el primero representa el tema económico, con una gran labor realizada como secretario local de Finanzas y ahora en la Comisión de Presupuesto en San Lázaro; el otro, el buen manejo de recursos y gentes como servidor público.

El jueves pasado, el propio gobernador fue a la Cámara de Diputados a destacar el trabajo de Videgaray ante sus 45 diputados federales, quienes entendieron el elogio como un espaldarazo a su colega y rompieron en aplausos y vivas, al viejo estilo de la casa priista.

Videgaray está en el ánimo de Peña, pero debe acercarse a la ciudadanía, despojarse de su imagen de tecnócrata y conectar más con los operadores políticos del estado que, si bien son disciplinados, no se puede arriesgar la más mínima posibilidad de fractura o descontento si él es el nominado.

Pero Ávila insiste, sobre todo usando el tema de la seguridad pública: una elección desafortunada porque su gestión como alcalde en ese sentido no es la mejor. En Ecatepec se robaron, sólo en el primer trimestre de este año, 2 mil 540 vehículos, mil 279 más que en igual etapa de 2009.

De todos modos, el juego continúa, aunque Luis Videgaray sigue llevando la mejor mano.

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