Gustavo Castillo García
Entre integrantes del gabinete de seguridad nacional circulan versiones de que autoridades federales buscan en entidades del centro del país a Diego Fernández de Cevallos, ya que presuntamente habría sido abandonado por sus captores en malas condiciones de salud.
Funcionarios de alto nivel y la milicia indicaron que ante la especie, que trascendió desde el sábado pasado en medios de información, se pusieron en marcha acciones que incluyen el despliegue de militares para efectuar rastreos en zonas aledañas a carreteras y poblaciones alejadas de los centros urbanos en los estados de México, Guanajuato, Querétaro, Puebla, Hidalgo y Morelos.
Información recabada señala que integrantes del gabinete han tenido reportes de que el ex legislador fue liberado, pero los captores no dieron a los familiares mayores detalles sobre la ubicación.
Por ello, autoridades involucradas en la búsqueda han desechado más de 130 reportes de personas localizadas en situación de abandono en las entidades mencionadas.
Fernández de Cevallos fue secuestrado el pasado 14 de mayo, a las 22:30 horas, en el acceso de la casa principal del rancho La Cabaña, el cual se localiza en el municipio de Pedro Escobedo, Querétaro.
Desde entonces los plagiarios del ex candidato a la Presidencia de la República han difundido en tres ocasiones pruebas de vida de su víctima, entre ellas fotografías y una carta.
Desde el día del rapto surgieron rumores acerca de la situación de Diego Fernández. El ex dirigente panista Manuel Espino escribió en su cuenta de Twitter: Me dicen que, en efecto, está muerto y que su cuerpo fue encontrado en un campo militar de Querétaro. Horas después redactó que no tenía confirmada la especie y que sólo compartía lo que dicen amigos que han hablado con algún familiar de DFC.
La primera vez que los secuestradores dieron a conocer una prueba de vida de Diego Fernández fue el 20 de mayo. En las redes sociales y en la cuenta misteriosos.desaparecedores@yahoo.com se hizo circular una fotografía, en la cual el panista tenía la frente golpeada, los ojos vendados, el torso desnudo y sostenía en sus manos un letrero escrito a mano. Supuestamente la imagen se tomó dos días después del rapto.
El 21 de mayo la familia de Fernández de Cevallos solicitó al gobierno federal y a las autoridades de Querétaro que suspendieran las investigaciones para no poner en riesgo la vida del político.
Al igual que el ex procurador Antonio Lozano Gracia, quien se hizo cargo de la negociación del caso, los familiares de Fernández de Cevallos han mantenido en secreto el contenido de las exigencias de los secuestradores y los resultados de los supuestos acuerdos. Sin embargo, ha trascendido que los plagiarios pidieron 50 millones de dólares por la liberación del abogado.
La segunda ocasión en que los secuestradores dieron a conocer información del panista fue el 26 de julio. Los captores difundieron una imagen de él y una carta, en la que Fernández de Cevallos pedía a su familia que hiciera una contrapropuesta. Agregaba: Lo urgente es negociar con toda seriedad para gestionar la entrega del dinero y mi liberación.
En octubre pasado trascendió que iba a ser liberado los primeros días de noviembre.
Pero el pasado sábado, en círculos oficiales, se dijo que Diego Fernández de Cevallos había sido liberado.
Al cumplirse seis meses del secuestro, el pasado 15 de noviembre, en el rancho La Cabaña los trabajadores dijeron estar en espera del ex senador, ante la versión de que los familiares del político ya habían pagado el rescate.
La familia del panista no ha dado a conocer nada al respecto, pero fuentes gubernamentales sostuvieron que entre integrantes del gabinete de seguridad nacional se comenta la supuesta liberación y las acciones para encontrarlo.
Las fuentes consultadas explicaron que la búsqueda del ex senador no significa que la Procuraduría General de la República haya reactivado las investigaciones, que suspendió el 21 de mayo.
Entre integrantes del gabinete de seguridad nacional circulan versiones de que autoridades federales buscan en entidades del centro del país a Diego Fernández de Cevallos, ya que presuntamente habría sido abandonado por sus captores en malas condiciones de salud.
Funcionarios de alto nivel y la milicia indicaron que ante la especie, que trascendió desde el sábado pasado en medios de información, se pusieron en marcha acciones que incluyen el despliegue de militares para efectuar rastreos en zonas aledañas a carreteras y poblaciones alejadas de los centros urbanos en los estados de México, Guanajuato, Querétaro, Puebla, Hidalgo y Morelos.
Información recabada señala que integrantes del gabinete han tenido reportes de que el ex legislador fue liberado, pero los captores no dieron a los familiares mayores detalles sobre la ubicación.
Por ello, autoridades involucradas en la búsqueda han desechado más de 130 reportes de personas localizadas en situación de abandono en las entidades mencionadas.
Fernández de Cevallos fue secuestrado el pasado 14 de mayo, a las 22:30 horas, en el acceso de la casa principal del rancho La Cabaña, el cual se localiza en el municipio de Pedro Escobedo, Querétaro.
Desde entonces los plagiarios del ex candidato a la Presidencia de la República han difundido en tres ocasiones pruebas de vida de su víctima, entre ellas fotografías y una carta.
Desde el día del rapto surgieron rumores acerca de la situación de Diego Fernández. El ex dirigente panista Manuel Espino escribió en su cuenta de Twitter: Me dicen que, en efecto, está muerto y que su cuerpo fue encontrado en un campo militar de Querétaro. Horas después redactó que no tenía confirmada la especie y que sólo compartía lo que dicen amigos que han hablado con algún familiar de DFC.
La primera vez que los secuestradores dieron a conocer una prueba de vida de Diego Fernández fue el 20 de mayo. En las redes sociales y en la cuenta misteriosos.desaparecedores@yahoo.com se hizo circular una fotografía, en la cual el panista tenía la frente golpeada, los ojos vendados, el torso desnudo y sostenía en sus manos un letrero escrito a mano. Supuestamente la imagen se tomó dos días después del rapto.
El 21 de mayo la familia de Fernández de Cevallos solicitó al gobierno federal y a las autoridades de Querétaro que suspendieran las investigaciones para no poner en riesgo la vida del político.
Al igual que el ex procurador Antonio Lozano Gracia, quien se hizo cargo de la negociación del caso, los familiares de Fernández de Cevallos han mantenido en secreto el contenido de las exigencias de los secuestradores y los resultados de los supuestos acuerdos. Sin embargo, ha trascendido que los plagiarios pidieron 50 millones de dólares por la liberación del abogado.
La segunda ocasión en que los secuestradores dieron a conocer información del panista fue el 26 de julio. Los captores difundieron una imagen de él y una carta, en la que Fernández de Cevallos pedía a su familia que hiciera una contrapropuesta. Agregaba: Lo urgente es negociar con toda seriedad para gestionar la entrega del dinero y mi liberación.
En octubre pasado trascendió que iba a ser liberado los primeros días de noviembre.
Pero el pasado sábado, en círculos oficiales, se dijo que Diego Fernández de Cevallos había sido liberado.
Al cumplirse seis meses del secuestro, el pasado 15 de noviembre, en el rancho La Cabaña los trabajadores dijeron estar en espera del ex senador, ante la versión de que los familiares del político ya habían pagado el rescate.
La familia del panista no ha dado a conocer nada al respecto, pero fuentes gubernamentales sostuvieron que entre integrantes del gabinete de seguridad nacional se comenta la supuesta liberación y las acciones para encontrarlo.
Las fuentes consultadas explicaron que la búsqueda del ex senador no significa que la Procuraduría General de la República haya reactivado las investigaciones, que suspendió el 21 de mayo.
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