Verónica Espinosa
Un grupo de hombres armados colgó esta mañana tres cabezas humanas frente al Palacio Municipal de Chalchihuites, en los límites con Durango, en una presunta venganza entre sicarios de los Zetas y una célula del cártel de Sinaloa que operan en esa zona.
Las víctimas respondían a los nombres de Lamberto y Fabián López Sánchez, quienes presuntamente pertenecían a Los Zetas, y Francisco Arce Meza, quien trabajó en la policía, según informó la Procuraduría General de Justicia del estado (PGJ).
De acuerdo con la dependencia, Arce Meza estaba prófugo de la justicia desde que se comprobó su participación en un ataque cometido contra las instalaciones de la Policía Municipal de Chalchihuites, en septiembre pasado.
Sobre los hermanos López Sánchez, dijo que contaban con órdenes de aprehensión por su presunta responsabilidad en un triple homicidio perpetrado el mismo mes.
En conferencia de prensa, el procurador Arturo Nahle García afirmó que el “ajuste de cuentas” tiene que ver con dos hechos: el enfrentamiento de abril del año pasado entre Los Zetas y miembros del cártel de Sinaloa (en el que esta última organización criminal perdió a un sicario), y el secuestro y posterior asesinato de tres personas en Villa Unión, Durango, entre ellas un niño de seis años, cuyos cuerpos fueron hallados en la comunidad de San José de Abajo, en Chalchihuites.
Según el funcionario estatal, los crímenes fueron motivo de una venganza por parte del cártel de Sinaloa, que reaccionó a través de una célula identificada como “Mata Mugrosos”, la misma que supuestamente decapitó a los presuntos zetas y cuyas cabezas aparecieron esta mañana cerca de la alcaldía de Chalchihuites.
“Los asesinos de estas tres personas dejaron dos mantas con mensajes en los que amenazan a la Policía Preventiva de Chalchihuites, especialmente a dos personas: una con el nombre de Javier y otra con el de Fermín”. Este último, añadió, ya no labora en la Policía Preventiva del municipio.
De acuerdo con Nahle, en las mantas se señala que la ejecución de las tres personas “es una venganza por un homicidio que ocurrió en la comunidad de San José de Abajo”.
Por su parte, los secretarios de Gobierno y de Seguridad Pública, Esaú Hernández Herrera y Jesús Pinto Ortiz, respectivamente, fueron insistentes en rechazar que las autoridades estén rebasadas por los grupos delincuenciales.
“El Estado mexicano como tal, sin duda tendrá la posibilidad de hacer frente a ésta y otras circunstancias muy complicadas”, afirmó Hernández Herrera.
Un grupo de hombres armados colgó esta mañana tres cabezas humanas frente al Palacio Municipal de Chalchihuites, en los límites con Durango, en una presunta venganza entre sicarios de los Zetas y una célula del cártel de Sinaloa que operan en esa zona.
Las víctimas respondían a los nombres de Lamberto y Fabián López Sánchez, quienes presuntamente pertenecían a Los Zetas, y Francisco Arce Meza, quien trabajó en la policía, según informó la Procuraduría General de Justicia del estado (PGJ).
De acuerdo con la dependencia, Arce Meza estaba prófugo de la justicia desde que se comprobó su participación en un ataque cometido contra las instalaciones de la Policía Municipal de Chalchihuites, en septiembre pasado.
Sobre los hermanos López Sánchez, dijo que contaban con órdenes de aprehensión por su presunta responsabilidad en un triple homicidio perpetrado el mismo mes.
En conferencia de prensa, el procurador Arturo Nahle García afirmó que el “ajuste de cuentas” tiene que ver con dos hechos: el enfrentamiento de abril del año pasado entre Los Zetas y miembros del cártel de Sinaloa (en el que esta última organización criminal perdió a un sicario), y el secuestro y posterior asesinato de tres personas en Villa Unión, Durango, entre ellas un niño de seis años, cuyos cuerpos fueron hallados en la comunidad de San José de Abajo, en Chalchihuites.
Según el funcionario estatal, los crímenes fueron motivo de una venganza por parte del cártel de Sinaloa, que reaccionó a través de una célula identificada como “Mata Mugrosos”, la misma que supuestamente decapitó a los presuntos zetas y cuyas cabezas aparecieron esta mañana cerca de la alcaldía de Chalchihuites.
“Los asesinos de estas tres personas dejaron dos mantas con mensajes en los que amenazan a la Policía Preventiva de Chalchihuites, especialmente a dos personas: una con el nombre de Javier y otra con el de Fermín”. Este último, añadió, ya no labora en la Policía Preventiva del municipio.
De acuerdo con Nahle, en las mantas se señala que la ejecución de las tres personas “es una venganza por un homicidio que ocurrió en la comunidad de San José de Abajo”.
Por su parte, los secretarios de Gobierno y de Seguridad Pública, Esaú Hernández Herrera y Jesús Pinto Ortiz, respectivamente, fueron insistentes en rechazar que las autoridades estén rebasadas por los grupos delincuenciales.
“El Estado mexicano como tal, sin duda tendrá la posibilidad de hacer frente a ésta y otras circunstancias muy complicadas”, afirmó Hernández Herrera.
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