TODOS LOS PROBLEMAS de seguridad nacional estallan en el país. Desde inundaciones, desabasto de alimentos y “narcoinsurgencia” hasta asesinatos de migrantes centroamericanos. La instancia que debería preverlos y prevenirlos, el CISEN, por el momento está dedicada a grabar conversaciones de políticos, especialmente de gobernadores priístas.
Son ya estadística y asunto olvidado los más de 70 migrantes masacrados en Tamaulipas. El llamado “gabinete de (in)seguridad”, Felipe Calderón mismo, le apuestan al olvido característico de los mexicanos. Peor ahora que una calamidad se sucede a otra con un lapso de apenas 24 horas.
Y es que, hace aproximadamente seis meses, en Tabasco sucedió una más de las muchas tragedias de migrantes: seis centroamericanos fueron masacrados sobre las vías del llamado “Tren de la Muerte”. El maquinista, en complicidad con los asesinos, detuvo la locomotora, subieron los asaltantes,y los migrantes fueron asesinados a palos, unos; con armas de fuego, otros, y abandonados en la vía férrea… Seis meses después, no hay indicios de que alguien haya hecho algo al respecto.
Bien decía Beatriz Paredes en los tardíos –e improductivos– diálogos de Calderón en el Campo Marte: “no se deben politizar los órganos de la seguridad nacional en la lucha contra el narco y de la delincuencia organizada”.
Y es que en las últimas elecciones estatales –y en las vísperas de la que se anuncia será estelar en 2011–, en entidades que en gran medida sufren el fenómeno migratorio, la trata de personas, los secuestros y aún las matanzas, del Cisen sólo se supo cuando se dio a conocer que los servicios de inteligencia fueron utilizados por la fallida Administración con fines políticos para beneficiar al partido de Calderón, distrayéndolos de su tarea que es “defender la seguridad nacional”. Y es que el fenómeno migratorio se ha convertido ya en “problema de seguridad nacional”. Por lo tanto, es razón de Estado.
Porque, de acuerdo a las nuevas leyes, las grabaciones de los delincuentes ya pueden formar parte de los juicios a los que se someta a éstos, pero hasta el momento ninguna ha sido presentada por la parte acusadora. La razón: el CISEN sólo graba a políticos.
Y sí, el fenómeno migratorio es “problema de seguridad nacional” y con esa seriedad habría que verlo. No es de ahora, además. Desde hace 8 ó 9 años, periodistas de Televisa (gobernaban Fox y, claro, Genaro García) alertaban a las autoridades sobre la migración centroamericana.
En esos programas también se decía que el narco había adoptado una nueva forma de hacerse de recursos, “controlando el tráfico de indocumentados” que iniciaba en la frontera sur y se extendía a lo largo y ancho de México.
Desde entonces se sabía que el trasiego de personas generaba cantidades de dinero similares al narcotráfico, vía el secuestro de indocumentados. Pero el problema creció, antes que ser solucionado, por actos de corrupción e impunidad de funcionarios federales –con cómplices estatales y municipales–, y hoy se justifica con frases que ofenden la inteligencia de la sociedad. Porque, usted lo ha leído o escuchado, la autoridad federal dice que la variante del narco hacia el fenómeno migratorio se debe a la acción contundente del gobierno federal (sic) contra los grupos delictivos a los que se ha debilitado el poder y estructura económica. Cinismo puero, pues.
No sólo periodista de la TV. También el visitador de los derechos humanos Mauricio Farah lo documentó a través de las quejas de esa Comisión. Y fueron tantas que sirvieron para publicar un libro donde narra con lujo de detalles dando nombres de pueblos, personas, donde se ven las atrocidades de la delincuencia organizada, contra los indocumentados centroamericanos: secuestros, asesinatos, torturas. Ahí, nada más, se consignan 20 mil secuestros.
Son muchas las voces –el propio José Luis Soberanes, la escritora Lidia Cacho…– y, en otras circunstancias, sus denuncias serían una importante base de datos para cualquier “órgano de seguridad nacional”. No es el caso. Y no lo es porque el Cisen no es un órgano de seguridad nacional responsable y autónomo.
De la responsabilidad del Instituto Nacional de Migración en este problema, platicaremos otro día. Sólo resta desear que el nuevo titular de ese organismo desconcentrado de Gobernación pueda hacer la limpia que se requiere, aún por sobre las mafias que controlan el tráfico de chinos, cubanos y centroamericanos. Ojala.
Índice Flamígero: Se dirimió el conflicto conyugal. Todo indica que Felipe Calderón se impuso y, por tal, la señora Cecilia Romero –(i)responsable de Migración cuando la escandalosa matanza de 72 migrantes– no irá en pos de la dirigencia nacional del PAN.
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