Vicente Fox, ¿el deslenguado?

Gregorio Ortega Molina / La Costumbre Del Poder

¿Hay un legado del gobierno de Vicente Fox? ¿Es la alternancia motivo suficiente para honrar su paso por la Presidencia de la República, o debe recriminársele el carecer de la imaginación y voluntad suficientes para convertirla en transición? ¿Cuál era el PIB cuando recibió el poder, y a cuánto ascendía cuando lo entregó? ¿Qué conduce a la democracia: las elecciones, o un buen gobierno? ¿Se construyó la democracia en México, entre 2000 y 2006?

Es necesario abrir ya los grandes cuestionamientos a los gobiernos de Acción Nacional, y concretamente a quien inició la alternancia y considera que con eso ya la hizo históricamente. ¿Cuánto le ha costado a México no haber iniciado, ya no digamos consolidado, la transición? ¿No quiso o no pudo? ¿El presidencialismo conserva el poder suficiente para instrumentarla, o es urgente un replanteamiento de los procedimientos, para dejar atrás el modelo político que está rezagado en relación a las reformas al modelo económico?

Es el mismo Vicente Fox quien responde a los cuestionamientos, en breve conversación sostenida con Salvador García Soto, de El Universal, lo que provocó que después algunos atrasados o inducidos buscaran con más amplitud idénticas respuestas.

En primer lugar y en el orden de importancia que dio el propio García Soto, Vicente Fox acepta que para las elecciones presidenciales de 2012, los priistas volverán a meterse a la casa presidencial: “Por lo pronto los dados dicen eso, los dados y los datos”.

Dijo Fox al reportero: “Los que creen que van a ganar (el PRI), arreglemos la casa y te llevas el poder y además gobiernas muy padre y muy cómodo”.

Luego, considerada su experiencia en el poder, el ex presidente se atreve a dar consejo: “Cada quien va a hacer su lucha y otra vez va a ser una lucha que si bien divida electoralmente, conjunte en un proyecto sexenal cuando menos. Me parece que es una buena oportunidad este tramo que falta para ciertos acuerdos”.

Supongo que el proyecto sexenal a que se refiere es el económico. En ese punto no hay vuelta de hoja, los poderes fácticos permanecen atentos a que eso no cambie, a pesar del riesgo de estallido social causado por la pobreza alimentaria, pues parecen no comprender que el genocidio no nada más se comete a balazos y exterminio violento, sino que las políticas públicas pueden generar la desaparición de un grupo o una raza, ya que el hambre además de conducir a la muerte lleva a la estupidez, y ésta a la desaparición.

En cuanto a los acuerdos que han de lograrse en el tramo que falta, pues dejamos que sus respuestas den al traste con su figura histórica, la de su sucesor y la del PAN.

Al preguntársele sobre el estilo político de Felipe Calderón Hinojosa, Vicente Fox dijo al periodista que cada quien “juega sus canicas a su manera, no todo lo que se ve es lo que sucede, yo noto al revés, que está echando lazos y conexiones ahorita para algún propósito que espero tendrá que ver con el país; está mucho más voluntarioso en ese sentido. Claro, él tiene que echar el lazo a su partido, cómo le pides que no lo haga, pero también tiene que echar el lazo hacia el PRI para las reformas que todavía se pueden alcanzar”.

Olvidó Fox que una de las acusaciones políticas fundamentales de Acción Nacional al PRI y su gobierno, era precisamente esa cercanía que hoy fomentan los panistas, precisamente porque en el presidencialismo que fue diseñado por Calles y fortalecido por Lázaro Cárdenas, el partido político es un instrumento de poder creado por el presidente, y no a la inversa. Pero como para sacar al PRI de Los Pinos se requirió de desacreditar, disminuir y destruir al presidencialismo, pues están atrapados en un viejo modelo inservible, del cual no aciertan a salir.

Luego y al final, los acuerdos: “No puedes combatir el crimen violando los derechos humanos y el proceso jurídico”; al narcotráfico no se le puede terminar: “se le administra”. Ningún presidente en el mundo -ni (Barack) Obama, ni (José Luis Rodríguez) Zapatero- pretenden acabar con la droga. La prioridad para Calderón no debe ser esa. El tema es que no puedes romper todos los balances y todos los equilibrios a la vez, y aquí se rompieron. Si lo quieres poner gráficamente, yo diría, hay que regresar al genio a la botella de nuevo y taparla”.

Claro que Vicente Fox no habló motu proprio, sino que debió haber concertado sus declaraciones con los representantes de los poderes fácticos con los que conserva contacto, o simplemente fue inducido a hacerlas, como se trasluce de la entrevista concedida a Jorge Fernández Menéndez.

Sin embargo, Vicente Fox ni quienes lo patrocinan parecen entender que la realidad está más allá de lo que ellos perciben como tal, y así como lo escribe Jean Baudrillard: “A falta de una estrategia política original (que tal vez ya no sea posible), en la imposibilidad de una gestión racional de lo social, el Estado desocializa. Ya no funciona con la voluntad política, funciona con el chantaje, la disuasión, la provocación o la solicitación espectacular. Inventa la política de la desafición y de la indiferencia, incluida la de lo social. Así es la realidad de la transpolítica, detrás de cualquier política oficial -una cínica idea preconcebida de desaparición de lo social-… Y lo que nos fascina de esto, a pesar de cualquier reacción moral, es la actualidad paroxística de este modelo, es el hecho de que estos acontecimientos sean el espejo de nuestra propia desaparición en tanto que sociedad política, que los pseudoacontecimientos 'políticos' intentan desesperadamente camuflar”.

Sentémonos, entonces, a pensar en la ida de boca de Vicente Fox, y constataremos que no es tal, porque el gobierno ya no puede camuflar esta horrible realidad detrás de pseudoacontecimientos políticos, pues el riesgo es mayor a lo que pueden redituar, y entonces sí, que Dios los agarre confesados, porque serán ellos los responsables de lo que suceda en el país, pues no se les olvide, hoy en el umbral de la policía única, que fueron los jefes policíacos de Ecuador los genízaros que intentaron el golpe de Estado. Deben tener presente que los efectivos policiacos superan a los efectivos militares.

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