Santiago Igartúa
Con moños blancos y negros, alumnos y académicos de El Colegio de México (Colmex) manifestaron su rechazo a la estrategia de combate al crimen organizado emprendida por el gobierno de Felipe Calderón, así como su presencia en la institución en el marco de los festejos de su 70 aniversario.
En su discurso, y en clara alusión a la manifestación de maestros y estudiantes, Calderón dijo que no hay otro camino hacia la consolidación de la democracia que la libertad de expresión.
“La única forma de seguir fortaleciendo nuestro régimen democrático es logrando que absolutamente todos los pueblos, y todos los que convivimos en una nación, podamos expresarnos con libertad”, acotó.
Luego elogió al Colmex que, en siete décadas, dijo, “ha demostrado que el derecho a disentir no está reñido con el privilegio de coincidir. Que ambas posiciones son prerrogativas de la razón y de la inteligencia”.
Incluso Calderón reconoció que “desde aquí se impulsa la democracia. Y ciertamente la democracia se nutre del debate entre las ideas de quienes aquí participan”.
Sin embargo, alumnos del Colmex denunciaron a apro el “hostigamiento” que llevaron a cabo elementos el Estado Mayor Presidencial (EMP), luego que revisaron sus pertenencias e impidieron que mostraran pancartas de repudio a Calderón.
Fidel Mondragón, estudiante de Administración Pública, narró a esta agencia que el estudiantado del Colmex fue reubicado en cinco diferentes zonas antes del evento y, al final de la ceremonia, confinados a un rincón en la escalinata del colegio.
“Nos invitaron a asistir al evento para festejar a nuestra institución. El EMP está aquí desde hace tres días. Me imagino que el miedo no anda en burro. Me molestó que nos cambiaran de lugar varias veces. Nos cambian a las escaleras, que son de piedra. Mi sentir es que no interesamos como alumnos. Si no hay lugar para nosotros, que no nos inviten”, reclamó.
Luis Enrique Madrid, otro estudiante, explicó que el moño blanco era un reclamo de paz, mientras que el moño negro daba cuenta de su luto por el fallecimiento de 30 mil mexicanos en el combate al narcotráfico desde diciembre de 2006.
“Significan que estamos en desacuerdo con la estrategia que está llevando a cabo el Presidente. Estamos de luto por los 30 mil muertos que ya ha dejado su batalla.
Queremos una estrategia de paz, que ponga en paz al país para que podamos seguir desarrollándonos institucional, social y económicamente”, intervino Mondragón.
Y agregó: “Es contradictorio que (Calderón) venga cuando acaba de reducir el presupuesto a la cultura y la educación para subirlo en su batalla. Son muchas contradicciones en su gobierno. El que venga no es para aplaudirlo, es para hacerle saber lo que nos preocupa”.
Mientras Calderón sostuvo que al ser la educación superior pública “alma del bienestar de progreso y de reflexión nacional”, habrá de fortalecerla y expandirla.
Subrayó que hace cuatro años, sólo 24% de los jóvenes entre los 19 y 23 años encontraban un espacio en las instituciones de educación superior. Hoy la cobertura, se ufanó, casi llega a 30%.
“Reafirmo el compromiso irrenunciable del gobierno con la educación superior. En México, como en todo el mundo, las instituciones de educación superior están llamadas a luchar por las mejores causas y por los más altos ideales de la humanidad. Están llamadas a responder a las necesidades de una sociedad cada vez más libre, cada vez más crítica, cada vez más compleja, cada vez más exigente y, por todo ello, cada vez más democrática”, concluyó.
Con moños blancos y negros, alumnos y académicos de El Colegio de México (Colmex) manifestaron su rechazo a la estrategia de combate al crimen organizado emprendida por el gobierno de Felipe Calderón, así como su presencia en la institución en el marco de los festejos de su 70 aniversario.
En su discurso, y en clara alusión a la manifestación de maestros y estudiantes, Calderón dijo que no hay otro camino hacia la consolidación de la democracia que la libertad de expresión.
“La única forma de seguir fortaleciendo nuestro régimen democrático es logrando que absolutamente todos los pueblos, y todos los que convivimos en una nación, podamos expresarnos con libertad”, acotó.
Luego elogió al Colmex que, en siete décadas, dijo, “ha demostrado que el derecho a disentir no está reñido con el privilegio de coincidir. Que ambas posiciones son prerrogativas de la razón y de la inteligencia”.
Incluso Calderón reconoció que “desde aquí se impulsa la democracia. Y ciertamente la democracia se nutre del debate entre las ideas de quienes aquí participan”.
Sin embargo, alumnos del Colmex denunciaron a apro el “hostigamiento” que llevaron a cabo elementos el Estado Mayor Presidencial (EMP), luego que revisaron sus pertenencias e impidieron que mostraran pancartas de repudio a Calderón.
Fidel Mondragón, estudiante de Administración Pública, narró a esta agencia que el estudiantado del Colmex fue reubicado en cinco diferentes zonas antes del evento y, al final de la ceremonia, confinados a un rincón en la escalinata del colegio.
“Nos invitaron a asistir al evento para festejar a nuestra institución. El EMP está aquí desde hace tres días. Me imagino que el miedo no anda en burro. Me molestó que nos cambiaran de lugar varias veces. Nos cambian a las escaleras, que son de piedra. Mi sentir es que no interesamos como alumnos. Si no hay lugar para nosotros, que no nos inviten”, reclamó.
Luis Enrique Madrid, otro estudiante, explicó que el moño blanco era un reclamo de paz, mientras que el moño negro daba cuenta de su luto por el fallecimiento de 30 mil mexicanos en el combate al narcotráfico desde diciembre de 2006.
“Significan que estamos en desacuerdo con la estrategia que está llevando a cabo el Presidente. Estamos de luto por los 30 mil muertos que ya ha dejado su batalla.
Queremos una estrategia de paz, que ponga en paz al país para que podamos seguir desarrollándonos institucional, social y económicamente”, intervino Mondragón.
Y agregó: “Es contradictorio que (Calderón) venga cuando acaba de reducir el presupuesto a la cultura y la educación para subirlo en su batalla. Son muchas contradicciones en su gobierno. El que venga no es para aplaudirlo, es para hacerle saber lo que nos preocupa”.
Mientras Calderón sostuvo que al ser la educación superior pública “alma del bienestar de progreso y de reflexión nacional”, habrá de fortalecerla y expandirla.
Subrayó que hace cuatro años, sólo 24% de los jóvenes entre los 19 y 23 años encontraban un espacio en las instituciones de educación superior. Hoy la cobertura, se ufanó, casi llega a 30%.
“Reafirmo el compromiso irrenunciable del gobierno con la educación superior. En México, como en todo el mundo, las instituciones de educación superior están llamadas a luchar por las mejores causas y por los más altos ideales de la humanidad. Están llamadas a responder a las necesidades de una sociedad cada vez más libre, cada vez más crítica, cada vez más compleja, cada vez más exigente y, por todo ello, cada vez más democrática”, concluyó.
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