Omar Sánchez
La extinción de Luz y Fuerza del Centro ha traído más perjuicios que beneficios, sobre todo al ser sustituidos los servicios por la Comisión Federal de Electricidad, que comienza a ser uno de los institutos públicos más odiados de los mexicanos.
Las causas se repiten en cada familia y en cada colonia, ya sea pobre, media o rica, pues los recibos en algunos casos ha superado el 7 mil por ciento o mucho más el aumento –algo inédito en la historia de los suministros– con relación a lo que los usuarios pagaban a LyFC.
Las quejas están documentadas con recibo en mano por amas de casa, comerciantes
y ahora hasta por legisladores federales, quienes al verse afectados por parte de la paraestatal han llevado su queja ante la máxima tribuna del Congreso de la unión.
El arsenal conoció el caso de una tienda de abarrotes ubicada en Avenida Tláhuac de la colonia Iztapalapa, cuya propietaria de pagar 300 pesos el último cobro superó los 16 mil pesos.
“No me queda otra más que cerrar mi negocio”, nos dijo la propietaria Ana H, quien mostró los recibos originales del último año de la LyFC y el más reciente emitido por la CFE.
En la sesión de este martes en el senado de la República, Ricardo Monreal llevó su propio caso al pleno. Muy molesto expuso lo que acababa de suceder con su último recibo.
“Todos han sido víctimas de los excesos de la Comisión. Acaba de llegar el recibo, donde yo vivo, en un condominio horizontal, al sur de la ciudad. Me cobraban 300 pesos, ahora llegó de 21 mil pesos”.
Por ello en la Cámara de Diputados, se ha creado un grupo de trabajo para dar seguimiento a este tema entre otros.
El priista Ernesto De Lucas Hopkin, integrante de este grupo de trabajo, señaló que el Gobierno Federal ha anunciado nuevos criterios para cobrar el uso de la energía eléctrica sin que hasta el momento haya explicado cómo se facturaban los recibos de consumo de energía.
El grupo de trabajo presidido por el priista César Augusto Santiago, se reunirá la próxima semana con organizaciones civiles los problemas detectados por parte de la CFE.
La extinción de Luz y Fuerza del Centro ha traído más perjuicios que beneficios, sobre todo al ser sustituidos los servicios por la Comisión Federal de Electricidad, que comienza a ser uno de los institutos públicos más odiados de los mexicanos.
Las causas se repiten en cada familia y en cada colonia, ya sea pobre, media o rica, pues los recibos en algunos casos ha superado el 7 mil por ciento o mucho más el aumento –algo inédito en la historia de los suministros– con relación a lo que los usuarios pagaban a LyFC.
Las quejas están documentadas con recibo en mano por amas de casa, comerciantes
y ahora hasta por legisladores federales, quienes al verse afectados por parte de la paraestatal han llevado su queja ante la máxima tribuna del Congreso de la unión.
El arsenal conoció el caso de una tienda de abarrotes ubicada en Avenida Tláhuac de la colonia Iztapalapa, cuya propietaria de pagar 300 pesos el último cobro superó los 16 mil pesos.
“No me queda otra más que cerrar mi negocio”, nos dijo la propietaria Ana H, quien mostró los recibos originales del último año de la LyFC y el más reciente emitido por la CFE.
En la sesión de este martes en el senado de la República, Ricardo Monreal llevó su propio caso al pleno. Muy molesto expuso lo que acababa de suceder con su último recibo.
“Todos han sido víctimas de los excesos de la Comisión. Acaba de llegar el recibo, donde yo vivo, en un condominio horizontal, al sur de la ciudad. Me cobraban 300 pesos, ahora llegó de 21 mil pesos”.
Por ello en la Cámara de Diputados, se ha creado un grupo de trabajo para dar seguimiento a este tema entre otros.
El priista Ernesto De Lucas Hopkin, integrante de este grupo de trabajo, señaló que el Gobierno Federal ha anunciado nuevos criterios para cobrar el uso de la energía eléctrica sin que hasta el momento haya explicado cómo se facturaban los recibos de consumo de energía.
El grupo de trabajo presidido por el priista César Augusto Santiago, se reunirá la próxima semana con organizaciones civiles los problemas detectados por parte de la CFE.
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