AMLO llama a la rebelión de la izquierda

Martha Anaya / Crónica de Política

Llegó la hora. Andrés Manuel López Obrador decidió por fin enfrentar abiertamente a la dirigencia de los Chuchos en el PRD.

El campo de batalla será ni más ni menos que el Estado de México, la entidad más poblada del país, uno de los principales graneros de votos para las distintas fuerzas políticas, y tierra de Enrique Peña Nieto, el hombre que hoy va adelante en todas las encuestas para alcanzar la Presidencia de la República en el 2012.

Tras la decisión de Consejo Estatal perredista de avalar formar una alianza con el PAN para las próximas elecciones a gobernador, López Obrador concretó lo que venía anunciando, advirtiendo, desde hace más de un año: pedirá licencia como militante del PRD y enfrentará abiertamente, bajo otras siglas y con otro candidato, al que sea elegido por la alianza PAN-PRD para la elección a la gubernatura el 3 de julio del próximo año.

Y aunque la lógica indicaría que con esa postura López Obrador debería renunciar al PRD, el tabasqueño no tiene intención alguna de “regalarles” el partido a los Chuchos, En pleno Nezahualcóyotl, reiteró a sus seguidores que él no saldría del PRD. Por el contrario, azuzó a sus seguidores a rechazar a Jesús Ortega y a aquellos que apoyan las alianzas con el PAN, y declaró abiertamente: “¡que los que se vayan sean ellos!”.

Aún no se apagaban los gritos de los consejeros perredistas (88 contra 193) que el día anterior abuchearon y gritaron a sus compañeros lindezas como “¡traidores!”, “¡panistas!” y “¡vendidos!”, por aprobar la alianzas con Acción Nacional, que López Obrador en responder a ésa y otras alianzas en plena plaza municipal: “¡Que con su pan se las coman!”.

Según dijo el ex candidato principal, su movimiento va a promover a su propio abanderado mediante una coalición con el Partido del Trabajo, Convergencia y la militancia del PRD que sea afín a su movimiento; tendrá las siglas de estos partidos y a quienes apoyen al candidato de su movimiento se les asignará una leyenda o un signo específico que represente que no apoyan las alianzas con el PAN

El llamado de López Obrador a la rebelión tocó así el clarín en tierras mexiquenses. Es un llamado a las bases perredistas a rebelarse contra la “traición” a la izquierda y a su legado histórico por el grupo de los chuchos y sus afines, a cambio de prebendas y posiciones en el poder.

Comenzará así no sólo otro periplo del tabasqueño –tal como ocurrió en un principio en tierras oaxaqueñas con Gabino Cué— por el Estado de México pero, más importante aún, se jugará el todo por el todo frente a Jesús Ortega y los suyos, y estará en juego también la propia existencia o permanencia del PRD como tal.

Las cartas están echadas.

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