miércoles, septiembre 15, 2010

A propósito del Bicentenario: el verdadero proyecto Independentista de México I/III

Samuel R. G. / uzkediam@gmail.com

La historia no es una ciencia que acumule información para ver lo bueno o malo que ha sido un proceso, para luego archivarlo y consultarlo hay cuando se ofrezca. En lo personal he comprendido que las decisiones tomadas por grupos o individuos en diferentes etapas de nuestra historia repercuten, muchas veces sin que nos demos cuenta, en las decisiones que tomamos diariamente. No en vano se afirma que Historia est magistra vita.

La mayoría de mexicanos nacemos y luchamos para sobrevivir en medio de una constante crisis económica, prácticamente todos los días estamos en función de superar nuestros problemas de dinero, que "hay que pagar las deudas", además hay que esperar "más deudas, por otras cosas que vamos a adquirir" y un largo etcétera.

Sin perder de vista lo anterior, quiero referirme en el presente texto al proyecto Independentista para luego asociar sus propuestas a la presente crisis social, económica y política de nuestro país, lo que se padeció en tiempos de la Independencia y lo que aún padecemos hoy. Se vuelve incluso una necesidad y obligación tener que comprender de manera concienzuda el proyecto Independentista, para que de ese modo se pueda reinterpretar la historia oficial.

Lo que a muchos desde el nivel primaria nos fue enseñado no nos permite conocer a fondo el proceso de Independencia de México, a tal punto que el gobierno envuelve a la gente en celebraciones como las actuales del "Bicentenario", pero ni idea tenemos de lo que realmente fue dicho proceso histórico.

En mi particular caso son varios años los que han transcurrido para llegar a este momento, en el que estoy conociendo los tres principales proyectos de dicho proceso histórico, estos son: el Autonomista, el Realista y el Independentista. Lo anterior lo afirmo luego de haber revisado el libro de Historia de Sexto Grado empleado por la SEP en la enseñanza de educación primaria, concretamente en el subtema “Antecedentes de la Independencia”1, es donde no aparece por ningún lado la mención y/o distinción de estos tres proyectos. Y lo mismo sucedería si revisamos en los libros de texto del nivel secundaria e incluso algunos empleados en el nivel medio superior. Por ello sostengo que la historia oficial debe ser reinterpretada por nosotros los estudiantes universitarios y ciudadanos conscientes, quienes a la voz de ya debemos ser protagonistas en el presente de México.

El proyecto Independentista apostó por una revolución total, entendiendo por “total” el eliminar por completo el control de la Corona Española en la Nueva España, así como darle a los mexicanos (que en ese entonces no se concebían así, como “mexicanos”), el gobierno y control de su destino. Cosa que de inmediato puedo relacionar con la situación actual que vivimos en México, ya no es precisamente España quien ejerce dominio o control sobre nosotros, sino el capitalismo en su decadente fase neoliberal, modelo por cierto impuesto en muchas regiones del mundo por el denominado "imperio" del país sin nombre propio y que se autodenomina "Estados Unidos de América". Dicha potencia incluso se da el lujo de permitir procesos “revolucionarios” en las sociedades, pero sin que esto derive en una revolución total, genuina y de cambios a fondo. Aquí es donde incluso valdría la pena hacer referencia a la misma Revolución Mexicana, pero que para efectos del presente texto no abordaré, me he propuesto hablar del proyecto Independentista dentro de la Independencia de México.

¿Qué es el proyecto Independentista?, ¿qué planteó dicho proyecto?, ¿quiénes lo representaron?, ¿cuál fue el contexto social, económico y político que lo envolvió?, ¿cuáles son las razones por las cuales dicho proyecto no prosperó como hubiera sido ideal para México?, ¿nos sirve o ayuda conocer hoy día dicho el proyecto Independentista?

La historia nos hace reflexionar sobre nuestro presente, no nada más sobre el pasado, viendo cada suceso como algo no que ha quedado enterrado en el tiempo sino como algo que aún tiene vida. Hoy se requiere que los mexicanos conozcamos no lo que la clase alta decidió e hizo en aquella época, no, también se requiere conocer cuál era la condición de vida de la gente, conocer que vicios existían para no volverlos a cometer. No podemos partir de determinado punto para cambiar o mejorar una sociedad si ignoramos los problemas que desde tiempo atrás se han venido arrastrando.

1 SEP, Historia Sexto grado, México, 1999, págs. 8, 9 y 10.

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