Luciano Campos Garza / Apro
Un total de 25 familias de trabajadores del consulado de Estados Unidos en Monterrey dejaron ya la ciudad, en respuesta a la orden de su país de retirarse de la sede diplomática por motivos de seguridad.
Con el retiro de estas familias se cumplió a tiempo el plazo del 10 de septiembre impuesto por el gobierno de Estados Unidos para que los hijos menores de edad de los trabajadores consulares dejaran territorio regiomontano ante las constantes balaceras y el elevado riesgo de secuestro que hay en esta plaza. La orden fue emitida el pasado 27 de agosto.
Todas las familias de los trabajadores estadunidenses del consulado viven en el municipio de San Pedro, que alberga algunas de las zonas más exclusivas del área metropolitana de Monterrey.
La alerta surgió después de la balacera del 20 de agosto en las puertas del exclusivo Colegio Americano, ubicado en Santa Catarina. A este instituto asisten hijos de diplomáticos y de empresarios de la localidad.
En ese enfrentamiento que, al parecer, fue un intento de secuestro del hijo de un industrial, dos guardias de la empresa Fomento Económico Mexicano (Femsa) murieron y otros tres resultaron heridos.
La orden del Departamento de Estado es la primera de este tipo que se toma en México, explicó Brian Qugley, vocero de prensa de la sede diplomática.
“Esta medida es permanente, hasta nuevo aviso, hasta que mejore la situación. No se permitirán los niños de los funcionarios en la ciudad”, dijo Qugley.
El Departamento de Estado, del que depende el consulado, destacó que la violencia se ha aproximado a los planteles educativos donde estudian los hijos de algunos diplomáticos estadunidenses; y las policías locales no tienen la capacidad de garantizar la seguridad frente a los criminales.
"Basados en una revisión de la seguridad en Monterrey tras la balacera del 20 de agosto de 2010 frente a la American School Foundation en Monterrey, y la alta incidencia de secuestros en el área de Monterrey, el personal del Gobierno de EU en el Consulado General de Monterrey ha sido avisado que una manera inmediata, práctica y confiable de reducir los riesgos de seguridad de los hijos de personal del Gobierno de EU, es sacarlos de la ciudad", señaló el Departamento de Estado.
También hizo referencia directa a los peligros en el exterior de los planteles: “El nivel de violencia en Monterrey se ha expandido a áreas cercanas a las escuelas a las que acuden muchos niños de ciudadanos estadunidenses. La policía local y los cuerpos de seguridad privada no tienen la capacidad para disuadir elementos criminales a que se retiren de las áreas cercanas a las escuelas.”
Tras el anuncio, el gobierno de Nuevo León respondió que tomaba “muy seriamente” la medida adoptada por el Gobierno de Estados Unidos en Monterrey.
Un total de 25 familias de trabajadores del consulado de Estados Unidos en Monterrey dejaron ya la ciudad, en respuesta a la orden de su país de retirarse de la sede diplomática por motivos de seguridad.
Con el retiro de estas familias se cumplió a tiempo el plazo del 10 de septiembre impuesto por el gobierno de Estados Unidos para que los hijos menores de edad de los trabajadores consulares dejaran territorio regiomontano ante las constantes balaceras y el elevado riesgo de secuestro que hay en esta plaza. La orden fue emitida el pasado 27 de agosto.
Todas las familias de los trabajadores estadunidenses del consulado viven en el municipio de San Pedro, que alberga algunas de las zonas más exclusivas del área metropolitana de Monterrey.
La alerta surgió después de la balacera del 20 de agosto en las puertas del exclusivo Colegio Americano, ubicado en Santa Catarina. A este instituto asisten hijos de diplomáticos y de empresarios de la localidad.
En ese enfrentamiento que, al parecer, fue un intento de secuestro del hijo de un industrial, dos guardias de la empresa Fomento Económico Mexicano (Femsa) murieron y otros tres resultaron heridos.
La orden del Departamento de Estado es la primera de este tipo que se toma en México, explicó Brian Qugley, vocero de prensa de la sede diplomática.
“Esta medida es permanente, hasta nuevo aviso, hasta que mejore la situación. No se permitirán los niños de los funcionarios en la ciudad”, dijo Qugley.
El Departamento de Estado, del que depende el consulado, destacó que la violencia se ha aproximado a los planteles educativos donde estudian los hijos de algunos diplomáticos estadunidenses; y las policías locales no tienen la capacidad de garantizar la seguridad frente a los criminales.
"Basados en una revisión de la seguridad en Monterrey tras la balacera del 20 de agosto de 2010 frente a la American School Foundation en Monterrey, y la alta incidencia de secuestros en el área de Monterrey, el personal del Gobierno de EU en el Consulado General de Monterrey ha sido avisado que una manera inmediata, práctica y confiable de reducir los riesgos de seguridad de los hijos de personal del Gobierno de EU, es sacarlos de la ciudad", señaló el Departamento de Estado.
También hizo referencia directa a los peligros en el exterior de los planteles: “El nivel de violencia en Monterrey se ha expandido a áreas cercanas a las escuelas a las que acuden muchos niños de ciudadanos estadunidenses. La policía local y los cuerpos de seguridad privada no tienen la capacidad para disuadir elementos criminales a que se retiren de las áreas cercanas a las escuelas.”
Tras el anuncio, el gobierno de Nuevo León respondió que tomaba “muy seriamente” la medida adoptada por el Gobierno de Estados Unidos en Monterrey.
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