¿Otro montaje de Genaro? Militares molestos

Jorge Alejandro Medellín / De orden superior

Mintió de nuevo... o casi, Genaro García Luna, titular de la Secretaría de Seguridad Pública Federal (SSPF), acerca de la forma en que fue detenido Edgar Valdez Villarreal, “La Barbie”, en una de sus casas de seguridad en el estado de México.

1.- De ahí las risas y caras de ironía y coraje de La Barbie cuando fue presentado a la prensa como el trofeo obtenido tras una larga y compleja operación de nueve meses de investigación en los estados de México, Morelos, Guerrero y Sinaloa.

2.- De ahí la gran molestia manifestada por los mandos militares y navales que estuvieron presentes en los interrogatorios que la SSP Federal le hizo a Valdez Villarreal en su casa de La Marquesa, en las instalaciones de la Policía Federal en Iztapalapa y en la SIIEDO. Sabían, por haber accedido al parte policial de la captura, que nunca hubo tal despliegue de decenas, cientos, miles de policías para rodear y rendir al capo.

3.- Luego, el circo mediático orquestado por la gente de Comunicación Social de García Luna y por los asesores del Presidente Felipe Calderón en Los Pinos en materia de seguridad y propaganda.

4.- Videos, fotos, filtraciones inmediatas de un expediente, de interrogatorios y revelaciones que debieron haber quedado como partes de una averiguación viva y que sin embargo fueron obsequiados como caramelos a los medios de comunicación en un supuesto afán de transparentar y elevar la detención a niveles de perfección inimaginables: La Barbie detenido vivo, sin hacer disparos, sin uso de la mínima fuerza, a plena luz del día, a unos días del Cuarto Informe Presidencial, y extrañamente cooperativo con las autoridades federales. Demasiado perfecto, aun para tratarse de un montaje de Genaro García Luna.

5.- Las versiones periodísticas publicadas ayer miércoles 8 de septiembre en los diarios La Razón y Milenio, son demoledoras y exhiben al hombre de todas las confianzas de presidente Calderón, a su director de Inteligencia, Facundo Rosas, y a su director de investigación Antidrogas, Ramón Pequeño, al menos como imaginativos y espectaculares policías de corte hollywoodense.

6.- En la más completa de las notas, la del diario La Razón, se revela que La Barbie no cayó como producto de una extensa operación de inteligencia y seguimiento diseñada expresamente en su contra, sino por haber conducido a exceso de velocidad y rebasado a un convoy a otro de la Policía Federal en un tramo carretero cercano a su casa en Salazar.

7.- Los datos de Mileno, si bien cortos en idea y profundidad –la nota no era conocer el nombre del operativo para detener a La Barbie sino la verdadera forma en que cayó– sirven para apuntalar lo publicado en La Razón, que supo leer entre líneas la manera en que se dio la caída de uno de los narcos más buscados en el país.

8.- Mientras Milenio manejaba como nota del día la revelación de la Operación “Juguete” (sic) con la que fue seguido, ubicado y detenido Edgar Valdez Villarreal, sin hacer disparos y sin acabar destrozando al capo (como la Marina a Arturo Beltrán o el Ejército a Ignacio Coronel), La Razón daba en el clavo y desmentía con sus propios documentos a la Policía Federal, a Genaro García Luna y a sus flamantes subalternos, Rosas y Pequeño, a partir del reporte de la detención de La Barbie tal y como se dio y no como lo fabricaron los mandos de la SSPF.

9.- En lo sustancial, ambas notas, teniendo la misma fuente documental, coinciden en un hecho contundente: la detención de convoy de tres autos (un Cruze, un Malibu y un Focus nuevos) se produjo durante un patrullaje de rutina como parte de las acciones de prevención e inteligencia antidrogas que lleva a cabo la Policía Federal, y no en el marco de un enorme despliegue táctico inventado por Facundo Rosas y Ramón Pequeño.

10.- Los federales -al menos seis, apoyados por elementos del Grupo de Operaciones Especiales (GOPES)- señalan en el Oficio Número PF/DA/CICTA/418/2010 (Policía Federal, División Antidrogas. Coordinación de Investigación de Campo y Técnica Antidrogas) que realizaban un recorrido por la zona de Salazar, en las inmediaciones de La Marquesa, cuando un grupo de tres vehículos que circulaban en el perímetro y se acercaban a ellos, rebasándolos sin ninguna precaución.

11.- Los policías les ordenaron detenerse sin conseguirlo. Cuatro kilómetros adelante, sobre el camino que llevaba a la casa de Valdez Villarreal, fueron alcanzados y bajados de sus autos. Dos suboficiales bajaron a los ocupantes del Cruze. Uno de ellos era “una persona del sexo masculino, que vestía playera tipo polo de color verde, y pantalón de mezclilla de color azul, de tez blanca, de quien ahora sabemos se trata de Edgar Valdez Villareal, alias La Barbie...”

12.- Las detenciones de La Barbie y sus operadores y escoltas fue la tarde del 30 de agosto. El reporte fue elaborado el 31.

13.- Aún más; las tres primeras hojas del texto corresponden al reporte original de los suboficiales que hicieron las aprehensiones.

El resto del documento, unas siete cuartillas, fue reescrito añadiéndole como contexto el historial delictivo de La Barbie y de sus acompañantes, tal como lo leyeron el 31 de agosto Ramón Pequeño y Facundo Rosas ante la prensa nacional e internacional, detallando la forma en que escaló posiciones en el cartel de los Beltrán Leyva, sus encuentros con capos de la droga y su presencia en cumbres de líderes del narcotráfico en México.

Todas estas revelaciones fueron hechas supuestamente a los suboficiales por La Barbie y su gente justo al ser detenidos.

14.- Una más. Tan hechiza es la historia montada por Ramón Pequeño y por Facundo Rosas con la autorización de García Luna que en su reporte los suboficiales señalan que a los ocupantes de los tres autos se les detuvo porque en la revisión, tras la persecución, se descubrió que iban armados.

Los policías federales les dijeron que iban a ser remitidos al Ministerio Público federal por violar la Ley Federal de Aras de Fuego y Explosivos, ya que no habían acreditado la legal posesión de las armas encontradas (un fusil M-16 con dos cargadores abastecidos, con un lanza granadas calibre 40, abastecido con una granada, y un fusil HK-MP5, calibre 9 milímetros, con dos cargadores abastecidos).

15.- Los suboficiales no sabían a quién acababa de capturar. Solo después, al elaborar su informe, se dieron cuenta de a quien habían atrapado y en qué condiciones.

16.- Nunca hubo tal operativo de 150, 300, 1,200 y hasta 3 mil efectivos de inteligencia desplegados en varios círculos en torno a la casa de Edgar Valdez Villarreal, como lo mencionaron en diversos medios de comunicación, haciéndose verdaderas bolas, Ramón Pequeño y Facundo Rosas.

La respuesta a estas revelaciones que desde las primeras horas del miércoles conocieron García Luna y sus colaboradores, fue, durante todo el día, un lapidario silencio mediático que contrastó con le efervescencia informativa de su oficina de Comunicación Social una vez confirmada la caída de La Barbie.

¿Cómo va a salir de esta el hombre fuerte de Felipe Calderón?

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