Daniel Lizárraga
En los festejos patrios por el Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) aceptó formar un frente común para enderezar el rumbo del país; sin embargo, exigió al Presidente Felipe Calderón ejercer la autocrítica para percatarse que la Independencia no puede recordarse sólo con monumentos y que la historia no se inventa a partir de que un partido gana o pierde las elecciones.
Durante la Ceremonia de CC Aniversario del Inicio de la Independencia de México organizado en el Ángel de la Independencia, los presidentes de la mesa directiva del Senado, Manlio Fabio Beltrones, y de la Cámara de Diputados, Jorge Carlos Ramírez Marín, demandaron no olvidar que millones de mexicanos carecen de empleo, están sumergidos en la pobreza y tropiezan a diario con la delincuencia.
El PRI tiene el mayor número de votos en el Congreso de la Unión. Sin su apoyo no podrán salir adelante las reformas legales del gobierno federal como serían la creación de una sola policía por estado y los mecanismos para detener el lavado de dinero. De hecho, Felipe Calderón ha encabezado las fiestas patrias flanqueado por los priistas Ramírez Marín y Beltrones.
El segundo de ellos –quien no asistió ayer a la ceremonia de El Grito de Independencia ni a la cena en Palacio Nacional- apuntó que millones de mexicanos aún no pueden ver de cerca a la justicia social.
“Hoy, tras 200 años de historia, los nuevos olvidados ahora empuñan una espada de apatía e indiferencia a las convocatorias por falta de empleo, la delincuencia y la pobreza”, enfatizó Beltrones mientras Calderón, acodado sobre la mesa de honor, no dejaba de observarlo y luego tomaba notas.
Pausado en su discurso, sin aspavientos, el líder priista fue quien advirtió que a la nueva generación de mexicanos les toca demostrar que 200 años de Independencia no pueden recordarse únicamente con monumentos y registros históricos.
“Nadie es propietario de la verdad, pero menos los que sólo homologan, ajenos a las dolorosas circunstancias en las que vivimos. Es nuestra obligación dejar atrás cualquier confrontación de grupo para impulsar acuerdos políticos y sociales que logren inaugurar un nuevo eje articulador que nos lleven a los cambios que resultan impostergables”, agregó Manlio.
La noche del 15 de septiembre el gobierno de Felipe Calderón colocó sobre la plancha del Zócalo de la Ciudad de México una estatua de de 70 toneladas de peso y 20 metros de alto a la que han llamado “El Coloso del Bicentenario”.
Por separado, el presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, Ramírez Marín, calificó como una pérdida de tiempo el tratar de escribir la historia a partir de los procesos electorales.
“La historia no es inamovible. Es cierto, absolutamente cierto, que la historia no se inventa cada vez que un partido gana o pierde. Las elecciones no son más que un impase, un rasgo, un sesgo en la historia”, comentó.
La noche de 15 de septiembre, uno de los invitados de honor fue el expresidente Carlos Salinas de Gortari, En una breve entrevista, dijo que acudió a Palacio Nacional para respaldar a Felipe Calderón en su lucha contra la delincuencia organizada.
Durante la cena, Salinas caminó entre algunas de las mesas instaladas cerca de la salida. Primero accedió a tomarse fotos con algunos de los invitados quienes lo jalaban del brazo para mantenerlo quieto unos segundos. “Estoy muy contento de estar en México”, dijo entre flashes que le estallaban en el rostro. “Sí, ya estoy viviendo en México”, comentó antes de salir rápidamente antes de que los reporteros llegaran hasta él para entrevistarlo.
En su discurso de hoy, Ramírez Marín dijo que no es “viendo fantasmas” como se van a resolver los problemas de México.
“Eso es lo que hicieron Hidalgo, Allende, Abasolo y Jiménez, pusieron todo a un lado y vencieron al fantasma del miedo, enfocándose exclusivamente a la realidad, vencieron al fantasma de los recursos y empezaron de nada una lucha”, subrayó.
En los festejos patrios por el Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) aceptó formar un frente común para enderezar el rumbo del país; sin embargo, exigió al Presidente Felipe Calderón ejercer la autocrítica para percatarse que la Independencia no puede recordarse sólo con monumentos y que la historia no se inventa a partir de que un partido gana o pierde las elecciones.
Durante la Ceremonia de CC Aniversario del Inicio de la Independencia de México organizado en el Ángel de la Independencia, los presidentes de la mesa directiva del Senado, Manlio Fabio Beltrones, y de la Cámara de Diputados, Jorge Carlos Ramírez Marín, demandaron no olvidar que millones de mexicanos carecen de empleo, están sumergidos en la pobreza y tropiezan a diario con la delincuencia.
El PRI tiene el mayor número de votos en el Congreso de la Unión. Sin su apoyo no podrán salir adelante las reformas legales del gobierno federal como serían la creación de una sola policía por estado y los mecanismos para detener el lavado de dinero. De hecho, Felipe Calderón ha encabezado las fiestas patrias flanqueado por los priistas Ramírez Marín y Beltrones.
El segundo de ellos –quien no asistió ayer a la ceremonia de El Grito de Independencia ni a la cena en Palacio Nacional- apuntó que millones de mexicanos aún no pueden ver de cerca a la justicia social.
“Hoy, tras 200 años de historia, los nuevos olvidados ahora empuñan una espada de apatía e indiferencia a las convocatorias por falta de empleo, la delincuencia y la pobreza”, enfatizó Beltrones mientras Calderón, acodado sobre la mesa de honor, no dejaba de observarlo y luego tomaba notas.
Pausado en su discurso, sin aspavientos, el líder priista fue quien advirtió que a la nueva generación de mexicanos les toca demostrar que 200 años de Independencia no pueden recordarse únicamente con monumentos y registros históricos.
“Nadie es propietario de la verdad, pero menos los que sólo homologan, ajenos a las dolorosas circunstancias en las que vivimos. Es nuestra obligación dejar atrás cualquier confrontación de grupo para impulsar acuerdos políticos y sociales que logren inaugurar un nuevo eje articulador que nos lleven a los cambios que resultan impostergables”, agregó Manlio.
La noche del 15 de septiembre el gobierno de Felipe Calderón colocó sobre la plancha del Zócalo de la Ciudad de México una estatua de de 70 toneladas de peso y 20 metros de alto a la que han llamado “El Coloso del Bicentenario”.
Por separado, el presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, Ramírez Marín, calificó como una pérdida de tiempo el tratar de escribir la historia a partir de los procesos electorales.
“La historia no es inamovible. Es cierto, absolutamente cierto, que la historia no se inventa cada vez que un partido gana o pierde. Las elecciones no son más que un impase, un rasgo, un sesgo en la historia”, comentó.
La noche de 15 de septiembre, uno de los invitados de honor fue el expresidente Carlos Salinas de Gortari, En una breve entrevista, dijo que acudió a Palacio Nacional para respaldar a Felipe Calderón en su lucha contra la delincuencia organizada.
Durante la cena, Salinas caminó entre algunas de las mesas instaladas cerca de la salida. Primero accedió a tomarse fotos con algunos de los invitados quienes lo jalaban del brazo para mantenerlo quieto unos segundos. “Estoy muy contento de estar en México”, dijo entre flashes que le estallaban en el rostro. “Sí, ya estoy viviendo en México”, comentó antes de salir rápidamente antes de que los reporteros llegaran hasta él para entrevistarlo.
En su discurso de hoy, Ramírez Marín dijo que no es “viendo fantasmas” como se van a resolver los problemas de México.
“Eso es lo que hicieron Hidalgo, Allende, Abasolo y Jiménez, pusieron todo a un lado y vencieron al fantasma del miedo, enfocándose exclusivamente a la realidad, vencieron al fantasma de los recursos y empezaron de nada una lucha”, subrayó.
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