Teodoro Rentería Arróyave
Diez periodistas fueron asesinados en América Latina en los últimos cuatro meses y nuevamente, para vergüenza nuestra, México sigue ocupando el primer lugar en el mundo en estos atentados mortales contra los comunicadores.
Así lo consigna el Informe puntual de la Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas, brazo de la Federación Latinoamericana de Periodistas, CIAP-FELAP, del cual trascribimos sus partes fundamentales y que suscriben los colegas Hernán Uribe, presidente; Ernesto Carmona, director, y por México, José Antonio Calcáneo Collado, director adjunto:
Con seis periodistas asesinados en el segundo cuatrimestre de 2010, México con casi dos millones de kilómetros cuadrados de superficie y más de 100 millones de población sigue a la cabeza de esta trágica situación aunque en Honduras, el pequeño país centroamericano de 112.000 kilómetros cuadrados y unos ocho millones de habitantes, registró cuatro víctimas en el mismo espacio temporal.
En lo transcurrido del año en curso, en México hubo 12 informadores ultimados y en Honduras 10 de manera que la suma de 22 se acerca a la trágica nómina de 2009 que fue de 33 aunque en ocho países de la región. Respecto de Honduras aclaremos que la cuota fatal incluye a Nicolás Astura de 42 años cuyo cadáver apareció en febrero pasado pero no fue incluido en las víctimas del primer cuatrimestre.
Los nueve asesinatos de periodistas ocurrieron en el gobierno del presidente Porfirio Lobo que asumió el poder el 27 de enero del presente año, por lo que se considera que él tiene responsabilidad directa en lo que está pasando.
En ese plano, la Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas (CIAP) adscrita a la FELAP denunció la situación de peligro en que se encuentran en Tegucigalpa el periodista de nacionalidad sueca, Dick Emanuelsson y su esposa la camarógrafa chilena, Miriam Huezo, ambos, apunta CIAP, son objeto de una campaña de difamación y persecución de la gran prensa de Honduras en la que se incluyen amenazas de muerte.
La nómina de víctimas de víctimas es la siguiente: En México: Miguel Ángel Bueno Méndez, el 26/6/10. Su cadáver fue hallado en Huisquitecan, Estado de México; Francisco Rodríguez Ríos, el 28/6/10 en Cayuca de Benítez, tiroteado cuando era corresponsal de “El Sol de Acapulco” y del diario “Objetivo”, de Chilpancingo; María Elvira Hernández, esposa del anterior, también periodista y ultimada en el mismo atentado: Hugo Olivera Cartas, balaceado el 6/7/10 en Michoacán. Laboraba en el diario “El Día”; Marco Aurelio Martínez Tijerina, asesinado a balazos en julio pasado en Montemorelos, Nuevo León. Tenía 45 años y era director del noticiario Contrapunto en la radioemisora XERN. y corresponsal de TV Azteca; Guillermo Alcaraz Trejo, también en julio pasado, de 24 años fue muerto con tiros de fusil HK-47.
En Honduras: Luis Arturo Mondragón, tiroteado el 13 de junio en la región de El Paraíso, informó el diario hondureño “El Heraldo”; Luis Chévez Hernández, en abril y tampoco anotado en primer cuatrimestre; Israel Zelaya Díaz, por tiros el 15/8/10. Su cadáver fue encontrado en una carretera, y Nicolás Asfura, mencionado con la nota aclaratoria.
Ya suman 111 los periodistas asesinados desde 1983 a la fecha, 43 de ellos en lo que va de la actual administración federal, escribía el 30 de junio pasado Teodoro Rentería, vicepresidente mexicano de la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP). En ese escrito Rentería aludió a la comunicación dirigida al Presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa y que firmaron él, Roberto Piñón, presidente de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos (FAPERMEX) y Raúl Gómez por el Club Primera Plana.
En dicho documento sostienen en referencia a los constantes homicidios de gente de prensa: “Los hechos ameritan la inmediata indagación y detención de los responsables. Es necesario un alto a la impunidad. Señor Presidente: exigimos su decisión para instrumentar las medidas urgentes y necesarias que el asunto requiere, y que ya no admite dilación entre ellas la creación del Comité de Riesgo para los periodistas amenazados”.
Efectivamente, como lo apunta el Informe de la CIAP-FELAP, se desconoce una respuesta a dicha petición.
Diez periodistas fueron asesinados en América Latina en los últimos cuatro meses y nuevamente, para vergüenza nuestra, México sigue ocupando el primer lugar en el mundo en estos atentados mortales contra los comunicadores.
Así lo consigna el Informe puntual de la Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas, brazo de la Federación Latinoamericana de Periodistas, CIAP-FELAP, del cual trascribimos sus partes fundamentales y que suscriben los colegas Hernán Uribe, presidente; Ernesto Carmona, director, y por México, José Antonio Calcáneo Collado, director adjunto:
Con seis periodistas asesinados en el segundo cuatrimestre de 2010, México con casi dos millones de kilómetros cuadrados de superficie y más de 100 millones de población sigue a la cabeza de esta trágica situación aunque en Honduras, el pequeño país centroamericano de 112.000 kilómetros cuadrados y unos ocho millones de habitantes, registró cuatro víctimas en el mismo espacio temporal.
En lo transcurrido del año en curso, en México hubo 12 informadores ultimados y en Honduras 10 de manera que la suma de 22 se acerca a la trágica nómina de 2009 que fue de 33 aunque en ocho países de la región. Respecto de Honduras aclaremos que la cuota fatal incluye a Nicolás Astura de 42 años cuyo cadáver apareció en febrero pasado pero no fue incluido en las víctimas del primer cuatrimestre.
Los nueve asesinatos de periodistas ocurrieron en el gobierno del presidente Porfirio Lobo que asumió el poder el 27 de enero del presente año, por lo que se considera que él tiene responsabilidad directa en lo que está pasando.
En ese plano, la Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas (CIAP) adscrita a la FELAP denunció la situación de peligro en que se encuentran en Tegucigalpa el periodista de nacionalidad sueca, Dick Emanuelsson y su esposa la camarógrafa chilena, Miriam Huezo, ambos, apunta CIAP, son objeto de una campaña de difamación y persecución de la gran prensa de Honduras en la que se incluyen amenazas de muerte.
La nómina de víctimas de víctimas es la siguiente: En México: Miguel Ángel Bueno Méndez, el 26/6/10. Su cadáver fue hallado en Huisquitecan, Estado de México; Francisco Rodríguez Ríos, el 28/6/10 en Cayuca de Benítez, tiroteado cuando era corresponsal de “El Sol de Acapulco” y del diario “Objetivo”, de Chilpancingo; María Elvira Hernández, esposa del anterior, también periodista y ultimada en el mismo atentado: Hugo Olivera Cartas, balaceado el 6/7/10 en Michoacán. Laboraba en el diario “El Día”; Marco Aurelio Martínez Tijerina, asesinado a balazos en julio pasado en Montemorelos, Nuevo León. Tenía 45 años y era director del noticiario Contrapunto en la radioemisora XERN. y corresponsal de TV Azteca; Guillermo Alcaraz Trejo, también en julio pasado, de 24 años fue muerto con tiros de fusil HK-47.
En Honduras: Luis Arturo Mondragón, tiroteado el 13 de junio en la región de El Paraíso, informó el diario hondureño “El Heraldo”; Luis Chévez Hernández, en abril y tampoco anotado en primer cuatrimestre; Israel Zelaya Díaz, por tiros el 15/8/10. Su cadáver fue encontrado en una carretera, y Nicolás Asfura, mencionado con la nota aclaratoria.
Ya suman 111 los periodistas asesinados desde 1983 a la fecha, 43 de ellos en lo que va de la actual administración federal, escribía el 30 de junio pasado Teodoro Rentería, vicepresidente mexicano de la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP). En ese escrito Rentería aludió a la comunicación dirigida al Presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa y que firmaron él, Roberto Piñón, presidente de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos (FAPERMEX) y Raúl Gómez por el Club Primera Plana.
En dicho documento sostienen en referencia a los constantes homicidios de gente de prensa: “Los hechos ameritan la inmediata indagación y detención de los responsables. Es necesario un alto a la impunidad. Señor Presidente: exigimos su decisión para instrumentar las medidas urgentes y necesarias que el asunto requiere, y que ya no admite dilación entre ellas la creación del Comité de Riesgo para los periodistas amenazados”.
Efectivamente, como lo apunta el Informe de la CIAP-FELAP, se desconoce una respuesta a dicha petición.
Comentarios