HOY VAMOS A CELEBRAR. Y es que en materia de detección de mentiras políticas, una creciente mayoría de mexicanos empíricos estamos ya mucho más avanzados que los científicos estadounidenses. El famoso em-ai-tí de Cambridge, Massachusetts, parece escuela de parvulitos frente a la perspicacia y sagacidad de nuestra gente.
En 2008, por ejemplo, el doctor Pawan Sinha, del prestigioso Massachusetts Institute of Technology (MIT) dio a conocer un “impresionante programa informático” que desarrollaba junto al investigador canadiense David Skillicorn para detectar las falsedades y manipulaciones que con demasiada frecuencia inundan los discursos de nuestros grandes líderes (jejeje) políticos.
Según un informe divulgado por la revista New Scientist, este científico y sus colaboradores ya están utilizando el prototipo de este detector de mentiras políticas para analizar las palabras (y la palabrería) de quienes entonces eran los dos contendientes por la Casa Blanca. Los resultados preliminares del análisis dejaban en peor lugar al candidato demócrata, Barack Obama, quien según el programa del profesor Skillicorn, tiende a recurrir a un lenguaje manipulador con bastante más frecuencia que el republicano John McCain.
¿Un programa informático para eso? ¡Qué brutos! Sinha y Skillicorn están en la época de las cavernas, en cuanto a detección de mentiras políticas se refiere. Una creciente mayoría de mexicanos, en cambio, están verdaderamente en la avanzada, pues sin necesidad de microcircuitos electrónicos, memorias RAM, y todas esas cosas hechas de silicón que aún están fuera del alcance de mi escaso entendimiento, detectan las mentiras de los “líderes políticos” (otra vez, jejeje), repito, sin necesidad de ningún sofisticado software.
Esa creciente mayoría de mexicanos se percató de inmediato –por citar sólo un caso reciente y no remontarnos a “las manos limpias” o “el Presidente del empleo”, por ejemplo– de las grandes mentiras hiladas en torno a “la captura” del narcotraficante Edgar Valdez Villarreal a quien motejan “La Barbie”.
Era cuestión de tiempo el confirmar el nuevo montaje teatrical del productor de teledramones Genaro García Luna y su bestboy Facundo Rosas.
Y ese tiempo fue breve. Hace apenas dos días –siete después de “la captura”–, usted ya lo sabe, se hizo público que el delincuente cayó en manos de los federales por un mero incidente de tránsito. De puritita casualidad, pues. Nada de “operativos de inteligencia” (jejeje) que duraron 14 meses, nada de que los pefepos se “mimetizaron” como arbustos, postes o banquetas. Iba el delincuente en una caravana de tres vehículos familiares –nada de ostentosas camionetas SUV– y al rebasar a unos patrulleros por la carretera que une al DF con Toluca, fueron alcanzados y detenidos quizá para multarlos por exceso de velocidad.
Mentiras y más mentiras. Contradicciones entre los mentirosos, además. Porque, de acuerdo al recuento de declaraciones que hiciera el lunes el colega Roberto Zamarripa, García Luna y Rosas ni siquiera se ponen de acuerdo para homogeneizar sus invenciones. Vea usted:
“La detención de Valdez, fijada a las 18:30 horas del 31 de agosto, fue producto de ‘una intervención quirúrgica’, según dijo el comisionado policial Facundo Rosas a Carmen Aristegui, y ocurrió, según la misma entrevista, en Salazar, estado de México cuando Valdez estaba ‘muy próximo a la finca… a punto de entrar… Estaban estacionándose…’.
“El titular de la SSP, Genaro García Luna, dio otra versión a Joaquín López Dóriga: ‘Intentaba ya huir cuando ya se veía cercado por la policía y ahí se mete en el jardín, en el patio que está afuera de la casa’.
“Respecto a si opuso resistencia, Rosas dijo a Loret que ‘la puso pero la ventaja que tenía la autoridad le impedía tener alguna salida como había sucedido en ocasiones anteriores’, dando a entender que ya se les había escapado otras veces. Con Aristegui, el comisionado declaró que no hubo resistencia.
Rosas declaró a Carlos Puig que en el operativo participaron ‘varias unidades’ pero no dijo cuántos policías; a Oscar Mario Beteta, le dijo que participaron 50 efectivos. Pero García Luna contó a López Dóriga que 150 policías estuvieron en el perímetro inicial y 300 en todo el operativo.
Para Rosas, la clave fue ‘la mimetización’ de los agentes. ‘Mimetizarse en
el terreno para no hacerse evidente’, dijo. Aristegui preguntó: ¿Cómo se mimetizan en un lugar donde hay un portón, cemento y banqueta? ‘Hay detalles que sí me gustaría reservarme’ para no alertar a otros delincuentes, respondió Facundo.”
Contradicciones. Una tras otra. Montaje. Una vez más.
Y por si fuera poco, “filtraciones” desde su propio staff. Porque evidentemente, quien dio a conocer el parte del incidente de tránsito por el que cayó “la Barbie” –y con ello confirmó que los mexicanos somos requetebuenos para detectar mentiras políticas–, está muy cerca del teatrero García Luna, ¿o no?
Índice Flamígero: En Cananea, Sonora, los pefepos mostraron su verdadera naturaleza represora –para la que tampoco se requiere “inteligencia”–, y junto a policías estatales y esquiroles agredieron a mineros que se encuentran en huelga desde 2007. El saldo “oficial”: Tres heridos por arma de fuego y ocho golpeados, además de 20 sindicalizados detenidos por las fuerzas públicas que comanda el “dueño” de estas vetas cupríferas Germán Larrea. En la IP, doña Hillary, también hay “insurgencia”. + + + Así como usted vio adelgazar a Fernando Gómez Mont, pronto tendrá la oportunidad de observar el mismo efecto en Beatriz Paredes. Fue exitosa la operación en la que le practicaron un bypass gástrico, para evitar que se agudicen sus problemas cardiacos.
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