De prófugo a Diputado

Francisco Garfias

Julio César Godoy Toscano entró “por la puerta principal” al Palacio Legislativo. No le preocupó la orden de aprehensión que hay en su contra, ni la presencia de agentes federales en las inmediaciones de San Lázaro. Al mediodía rindió protesta como diputado. Ya tiene fuero. No lo pueden detener, salvo que se le abra un juicio de procedencia para quitarle la inmunidad parlamentaria.

El medio hermano del gobernador de Michoacán, acusado de vínculos con La Familia; entró a San Lázaro con un salvoconducto. Y no nos referimos a la complicada decisión del juez que le restituyó sus derechos políticos y ciudadanos, sin retirar la orden de aprehensión. El hombre se sabía protegido por acuerdos tomados al más alto nivel.

Unos días antes, sus correligionarios diputados Jesús Zambrano y Guadalupe Acosta Naranjo se reunieron por separado con José Francisco Blake Mora, secretario de Gobernación; y Arturo Chávez Chávez; titular de la PGR. En ambos casos el tema de la agenda fue Godoy.

Hubo una “testigo de calidad”: Josefina Vázquez Mota, coordinadora de la fracción del PAN en la Cámara baja, y precandidata a la Presidencia de la República, a pesar de las resistencias de diputados azules de Michoacán que se oponían a que rindiera protesta.

¡Ah pero eso si! El vocero de la Procuraduría General de la Republica, Ricardo Nájera declaró ayer que la orden de aprehensión no ha cambiado. “La obligación de la PGR está en el sentido de hacer prevalecer el Estado de Derecho y ser respetuoso de ese Estado de Derecho.”

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Godoy está totalmente cambiado. Nada que ver con las fotos que le conocemos. Se rasuró el bigote, modificó el peinado, adelgazó considerablemente. Clandestinidad obliga. Muy acicalado se presentó en San Lázaro a su cita con la impunidad. “No soy ningún delincuente”, clamó en rueda de prensa.

La negociada magnanimidad no le impidió criticar al régimen calderonista. Julio Cesar se auto proclamó “instrumento del gobierno federal para atacar a nuestro partido”. Su resistencia a entregarse, explicó, obedece al conocimiento que tenía del maltrato que sufrieron los detenidos en el michoacanazo. “Por las pendejadas que hace el Ejecutivo, Citlali (Fernández) perdió a su bebe”, llegó a decir. Se refería a la ex secretaria de Seguridad Pública del gobierno de la entidad, detenida en los operativos.

No es la primera vez que entra en el Palacio Legislativo. El pasado martes estuvo allí. Lo metió Acosta Naranjo. Iba a rendir protesta como diputado, pero la “Ley Peña” arruinó los planes. Panistas y priistas se enfrascaron en un ríspido debate sobre este ordenamiento que cancela las candidaturas comunes, pero no las coaliciones. La sesión se suspendió.

Ese mismo día salió de la Cámara. No durmió allí, como llegó a afirmarse. Sabía que podía regresar sin riesgo alguno. ¿Para que incomodarse? Ayer volvió a entrar tranquilamente y esta vez para convertirse en diputado. ¿A cambio de qué? Es la pregunta.

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El PRI trae entre manos una nueva estrategia para sabotear la llamada ”alianza antinatura” del PAN con el PRD. Por lo menos en la Cámara de Diputados. Nada tiene que ver con los golpes y las descalificaciones que los tricolores han utilizado para anatemizar la estrategia electoral utilizada por azules y amarillos para arrebatarles bastiones como Oaxaca, Puebla o Sinaloa.

José Ramón Martell, flamante vice coordinador del grupo tricolor en San Lázaro, es el encargado de esta Operación Seducción. Los priístas quieren acabar con la sacrílega y utilitaria relación, por lo menos a nivel parlamentario. Ya hubo un primer guiño de ojo.

Martell invitó a desayunar a Alejandro Encinas, jefe de la bancada del PRD en San Lázaro. Le planteo la necesidad de hacer frente común en las negociaciones sobre el Presupuesto para el 2011. Le preguntamos si la idea era acercar posiciones, en todos los temas, con los amarillos. “Por convencimiento, sí estoy contribuyendo a eso”, puntualizó.

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Cesar Augusto Santiago andaba ayer con una sonrisa de oreja a oreja. Su propuesta para crear una comisión legislativa que investigue supuestas “corruptelas” en la CFE fue aprobada incluso por los panistas.

El diputado chiapaneco enseñó copias de una denuncia en contra de Nestor Moreno Diaz, director general de operaciones de la CFE hasta el pasado 15 de septiembre. Ocupó ese cargo, número dos en importancia, a pesar de que en 1998 fue inhabilitado como funcionario público por 10 años..

Santiago aseguró que cuando Alfredo Elías Ayub, director general de la CFE, se enteró de que iba a llevar el asunto al pleno “me llamó para invitarme un cafecito…” Así se tratan de arreglar las cosas en México, antes de pasar a otras instancias.

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