Como habitante del norte del país

Martha Anaya / Crónica de Política

¿Mando único en las policías? ¡Pero si el mando único ya existe en Nuevo León…, y lo controla el narco! — soltó el ex secretario de Seguridad Pública de Nuevo León, Aldo Fasci Zuazua.

El regio no bromeaba, no jugueteaba con las palabras; recogía, sí, el habla popular y más aún, un reconocimiento de los hechos desde los tiempos en que estuvo al frente de la seguridad en su estado, durante el gobierno de Natividad González Parás.

Ya en aquel entonces (septiembre de 2009) afirmaba que el gobierno había perdido “casi el control total de las policías” y, sostenía, no era un fenómeno particular de una sola entidad sino que se vivía en todo México ya que los policías se había dado cuenta “del poder” que representaba aliarse con los delincuentes.

“A nivel país –señalaba entonces– nunca pensamos que antes de dotar a nuestros policías, el primer paso era tener el control”.

Para él, la guerra entre el crimen organizado y el gobierno ya no es por el dinero que deriva de las drogas: “la guerra que estamos viendo es sobre quien manda, por el poder”.

Ahora, desde la trinchera civil donde encabezaba ayer una reunión para integrar el “Movimiento Patriótico para la Paz y el Renacimiento de México”, fue que Aldo Fasci soltó esta frase que incomodó a no pocos: “El mando único ya existe en Nuevo León…, y lo controla el narco”.

Obviamente no tardaron en caerle reclamos por su dicho, empezando por cuestionarle qué había hecho él como titular de Seguridad Pública en Nuevo León; y no menos burlas le asestaron tras anunciar que una de las primeras acciones que realizará el movimiento civil que recién nace será regalar 40 mil pañuelos blancos en el próximo partido de los equipos locales, para que los aficionados se expresen por la paz en el Estadio Universitario.

Pero más allá de frases, propuestas y reacciones inmediatas, valga destacar la preocupación generalizada que se manifestó a partir de los dichos de Aldo Fasci y que llevaron a que algunos se pronunciaran por matar sin contemplaciones a los sicarios, a los narcos y a todos aquellos que delincuentes con que se topen.

Esto provocó que un ciudadano sonorense, Marcos Barraza, interviniera en la discusión: “Es muy natural –dijo– sentirse indignado por todo lo que está ocurriendo y pensar que matando a los sicarios se va a resolver el problema, pero como habitante del norte del país te puedo decir una cosa: si vas a los barrios, la mayoría de los chavos quieren ser narcos, o sicarios, o de la delincuencia organizada. Por cada sicario que matan salen otros cinco a tomar su lugar. Vas por la calle y todo mundo va prepotente en su troca con el radio a todo volumen con narcocorridos y listos para pelear contra el que les de la contra.

“El problema –agregó Barraza– ya se volvió social y cultural, nuestros gobiernos han creado una sociedad donde lo único que cuenta es ser un ‘triunfador’, y que las antiguas instituciones de solidaridad social son un ‘gasto innecesario’ que esta ‘deteniendo la economía’ del país, como nos repiten todas las televisoras, todos, los periódicos, etc. Ya cada vez son menos los niños criados por un padre y una madre en su casa, la mayoría son criados en guarderías. Todo esto ha creado un monstruo que ahora está despertando y quiere vengarse volcando su odio contra la sociedad en forma de agresión. ¿Y qué vas a hacer? ¿Matar a todos los jóvenes…?”

Estampas de lo que se vive y se dice en el norte del país.