David Aponte / Contraflujo
La elección para renovar el gobierno en el Estado de México será el punto de quiebre para la izquierda mexicana. Los comicios de mediados del 2011 para la renovación de la administración del priísta Enrique Peña Nieto, el puntero en las encuestas por la Presidencia en el 2011, marcarán el rumbo de los aspirantes de los partidos de la Revolución Democrática, del Trabajo y Convergencia. La contienda permitirá ver con más claridad los proyectos personales del ex candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, y del jefe de gobierno de la Ciudad de México, Marcelo Ebrad Casaubon.
Desde ahora han hecho públicas sus diferencias por la intención de la dirigencia perredista, encabezada por Jesús Ortega Martínez, de pactar una alianza electoral con el presidente del Partido Acción Nacional, César Nava Vázquez, para ir de la mano y tratar de vencer al PRI en el Estado de México, en una suerte de golpe a la frente de Peña Nieto, en una estrategia para debilitar al priísta rumbo a la competencia electoral del 2012.
López Obrador ha dicho que no está de acuerdo ni va a apoyar el plan de Ortega Martínez, porque sería una traición a la izquierda, en términos de dignidad y el terreno político e ideológico. “El acuerdo en el Edomex es una traición, no sé si de (Jesús) Ortega o de quién lo haya hecho, pero es una traición”, dijo recientemente. El perredismo no tiene ninguna necesidad de ir en alianza con el panismo para derrotar a Peña Nieto; la izquierda puede solita en 2011 y a él le alcanza la batería electoral para ganar las presidenciales de 2012, para sacar al PAN de Los Pinos, según la lógica del tabasqueño.
Ebrad Casaubon ha estado apoyando la posibilidad de un acuerdo electoral del PRD con el PAN para los comicios del próximo año en el Estado de México. De hecho tuvo un papel destacado para incorporar de facto a otras fuerzas políticas, como el Partido Nueva Alianza, en las elecciones de Oaxaca. “Ahora lo que se abre es una expectativa muy relevante, muy significativa para esas entidades federativas y para sus ciudadanos de que por fin llegó, después de 80 años, una alternancia pacífica en el poder y seguramente tendremos una nueva etapa en esas entidades federativas”, expuso el lunes 5 de julio sobre los resultados de las coaliciones perredistas y panistas.
¿Cuáles son los distintos senderos políticos por los que caminan los más fuertes aspirantes de la izquierda mexicana a la presidencia de la República? Los dos están atados a sus propios proyectos, a distintos grupos dentro del PRD y a diferentes personajes.
López Obrador ya se lanzó por la candidatura, con o sin el perredismo. De hecho va a dejar atrás en definitiva a su partido, en caso de que Ortega Martínez cierre la alianza con Nava Vázquez para el Estado de México. Ese sería el pretexto perfecto para que el tabasqueño dé, por fin, la espalda al perredismo de los Chuchos. El tabasqueño no está dispuesto a mantener el pacto político con el jefe de gobierno del Distrito Federal, para definir en el futuro la selección del candidato presidencial de los partidos de izquierda en el 2012.
Ebrad Casaubón ya lanzó su candidatura, con el perredismo de los Chuchos. Está atado al acuerdo que establezca el actual dirigente del PRD con el presidente del PAN para las elecciones mexiquenses. De hecho está amarrado con esa corriente perredista y con Manuel Camacho Solís, coordinador del Diálogo por la Reconstrucción de México. A diferencia de AMLO, el jefe de gobierno sí está dispuesto a cumplir con el pacto para una elección ordenada del próximo aspirante presidencial de la izquierda, y tiene confianza en que López Obrador va a cumplir su palabra.
Los dos caminan por distintos senderos, de frente a la candidatura a la presidencia de la República. Los dos están confiados en que al final va a imperar su proyecto. López Obrador sostiene que su movimiento “si le alcanza para ganarle a Peña Nieto” en las elecciones de julio de 2011 y en la presidenciales de 2012. Ebrad Casaubón transita con la idea de que el tabasqueño se va a convencer con el tiempo de que el jefe de gobierno de la Ciudad de México será el “mejor candidato” de la izquierda mexicana.
El pleito apenas comienza…
La elección para renovar el gobierno en el Estado de México será el punto de quiebre para la izquierda mexicana. Los comicios de mediados del 2011 para la renovación de la administración del priísta Enrique Peña Nieto, el puntero en las encuestas por la Presidencia en el 2011, marcarán el rumbo de los aspirantes de los partidos de la Revolución Democrática, del Trabajo y Convergencia. La contienda permitirá ver con más claridad los proyectos personales del ex candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, y del jefe de gobierno de la Ciudad de México, Marcelo Ebrad Casaubon.
Desde ahora han hecho públicas sus diferencias por la intención de la dirigencia perredista, encabezada por Jesús Ortega Martínez, de pactar una alianza electoral con el presidente del Partido Acción Nacional, César Nava Vázquez, para ir de la mano y tratar de vencer al PRI en el Estado de México, en una suerte de golpe a la frente de Peña Nieto, en una estrategia para debilitar al priísta rumbo a la competencia electoral del 2012.
López Obrador ha dicho que no está de acuerdo ni va a apoyar el plan de Ortega Martínez, porque sería una traición a la izquierda, en términos de dignidad y el terreno político e ideológico. “El acuerdo en el Edomex es una traición, no sé si de (Jesús) Ortega o de quién lo haya hecho, pero es una traición”, dijo recientemente. El perredismo no tiene ninguna necesidad de ir en alianza con el panismo para derrotar a Peña Nieto; la izquierda puede solita en 2011 y a él le alcanza la batería electoral para ganar las presidenciales de 2012, para sacar al PAN de Los Pinos, según la lógica del tabasqueño.
Ebrad Casaubon ha estado apoyando la posibilidad de un acuerdo electoral del PRD con el PAN para los comicios del próximo año en el Estado de México. De hecho tuvo un papel destacado para incorporar de facto a otras fuerzas políticas, como el Partido Nueva Alianza, en las elecciones de Oaxaca. “Ahora lo que se abre es una expectativa muy relevante, muy significativa para esas entidades federativas y para sus ciudadanos de que por fin llegó, después de 80 años, una alternancia pacífica en el poder y seguramente tendremos una nueva etapa en esas entidades federativas”, expuso el lunes 5 de julio sobre los resultados de las coaliciones perredistas y panistas.
¿Cuáles son los distintos senderos políticos por los que caminan los más fuertes aspirantes de la izquierda mexicana a la presidencia de la República? Los dos están atados a sus propios proyectos, a distintos grupos dentro del PRD y a diferentes personajes.
López Obrador ya se lanzó por la candidatura, con o sin el perredismo. De hecho va a dejar atrás en definitiva a su partido, en caso de que Ortega Martínez cierre la alianza con Nava Vázquez para el Estado de México. Ese sería el pretexto perfecto para que el tabasqueño dé, por fin, la espalda al perredismo de los Chuchos. El tabasqueño no está dispuesto a mantener el pacto político con el jefe de gobierno del Distrito Federal, para definir en el futuro la selección del candidato presidencial de los partidos de izquierda en el 2012.
Ebrad Casaubón ya lanzó su candidatura, con el perredismo de los Chuchos. Está atado al acuerdo que establezca el actual dirigente del PRD con el presidente del PAN para las elecciones mexiquenses. De hecho está amarrado con esa corriente perredista y con Manuel Camacho Solís, coordinador del Diálogo por la Reconstrucción de México. A diferencia de AMLO, el jefe de gobierno sí está dispuesto a cumplir con el pacto para una elección ordenada del próximo aspirante presidencial de la izquierda, y tiene confianza en que López Obrador va a cumplir su palabra.
Los dos caminan por distintos senderos, de frente a la candidatura a la presidencia de la República. Los dos están confiados en que al final va a imperar su proyecto. López Obrador sostiene que su movimiento “si le alcanza para ganarle a Peña Nieto” en las elecciones de julio de 2011 y en la presidenciales de 2012. Ebrad Casaubón transita con la idea de que el tabasqueño se va a convencer con el tiempo de que el jefe de gobierno de la Ciudad de México será el “mejor candidato” de la izquierda mexicana.
El pleito apenas comienza…
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