Jesús Lastra Ríos / La Jornada
Coatzacoalcos, Ver., 3 de agosto. Este día el gobierno municipal comenzó a repartir con camiones cisterna 20 mil metros cúbicos de agua entre los habitantes de más de 100 colonias, pues desde el domingo pasado al menos 800 indígenas nahuas popolucas mantienen en su poder las instalaciones de la presa Yuribia –ubicada en el municipio de Tatahuicapan, en la sierra de Soteapan–, que surte a esa ciudad.
Los inconformes exigen al gobierno de Veracruz caminos, puentes, escuelas y otras obras prometidas por las autoridades a cambio del líquido tomado de la sierra durante los 24 años recientes.
Al cierre de esta edición, Notimex informó que el alcalde de Tatahuicapan, Esteban Bautista, firmó en Boca del Río una minuta con el secretario general de Gobierno, Reynaldo Escobar Pérez, quien se comprometió a entregar dos millones de pesos al municipio y dos millones más los ayuntamientos de Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque, a cambio de que los indígenas abrieran las válvulas de la presa.
La protesta dejó sin agua potable a 500 mil habitantes de esas localidades, que recibían del embalse mil 250 litros por segundo.
Demián Peña Sánchez, presidente del Consejo Coordinador Empresarial en Coatzacoalcos, pidió al gobernador Fidel Herrera Beltrán que negocie con los indígenas, quienes “tienen necesidades, como también las tienen el pueblo y los sectores productivos.
Aseguró que mil 200 empresas están en alerta naranja, pues el miércoles ya no podrán operar.
El subdirector de operación y mantenimiento de la comisión municipal de agua y aaneamiento en el puerto, Marco Antonio Camarena Trejo, indicó que se esperaba repartir más de 20 mil metros cúbicos este martes con 16 pipas.
Camarena Trejo dio a conocer que la línea de conducción que va de Yuribia a Coatzacoalcos, de 63 kilómetros de largo, podría dañarse seriamente si se llena de aire por el cierre de las válvulas.
Tratamos de mantener llena la tubería por todos los medios posibles, pues de lo contrario habrá problemas mayúsculos para la población, pues no se podrá distribuir el líquido, señaló.
El síndico de Tatahuicapan, Juan Rodríguez Santiago, aseguró que el gobierno del estado está regateando el cumplimiento de las obras públicas ofrecidas y ha mentido al ayuntamiento.
Explicó que durante años se pidió infructuosamente la pavimentación del camino Tatathuicapan-Arrecife, que es la vía principal hacia la sierra y beneficiaría a habitantes de su municipio, así como a los de Mecayapan y Pajapan.
Advirtió que hay consenso entre los pobladores de Tatahuicapan para impedir que se reanude el bombeo si no se presenta un enviado de Fidel Herrera para negociar la construcción de caminos, puentes y escuelas, además del pago de seis millones de pesos que se destinarían para diversas obras en comunidades rurales del municipio.
Rodríguez Santiago lamentó que la protesta que encabeza el alcalde Esteban Bautista Hernández perjudique a terceros: sin embargo, se debe comprender que tenemos necesidades y carencias que sólo podremos superar con el apoyo y la intervención de los afectados.
Coatzacoalcos, Ver., 3 de agosto. Este día el gobierno municipal comenzó a repartir con camiones cisterna 20 mil metros cúbicos de agua entre los habitantes de más de 100 colonias, pues desde el domingo pasado al menos 800 indígenas nahuas popolucas mantienen en su poder las instalaciones de la presa Yuribia –ubicada en el municipio de Tatahuicapan, en la sierra de Soteapan–, que surte a esa ciudad.
Los inconformes exigen al gobierno de Veracruz caminos, puentes, escuelas y otras obras prometidas por las autoridades a cambio del líquido tomado de la sierra durante los 24 años recientes.
Al cierre de esta edición, Notimex informó que el alcalde de Tatahuicapan, Esteban Bautista, firmó en Boca del Río una minuta con el secretario general de Gobierno, Reynaldo Escobar Pérez, quien se comprometió a entregar dos millones de pesos al municipio y dos millones más los ayuntamientos de Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque, a cambio de que los indígenas abrieran las válvulas de la presa.
La protesta dejó sin agua potable a 500 mil habitantes de esas localidades, que recibían del embalse mil 250 litros por segundo.
Demián Peña Sánchez, presidente del Consejo Coordinador Empresarial en Coatzacoalcos, pidió al gobernador Fidel Herrera Beltrán que negocie con los indígenas, quienes “tienen necesidades, como también las tienen el pueblo y los sectores productivos.
Aseguró que mil 200 empresas están en alerta naranja, pues el miércoles ya no podrán operar.
El subdirector de operación y mantenimiento de la comisión municipal de agua y aaneamiento en el puerto, Marco Antonio Camarena Trejo, indicó que se esperaba repartir más de 20 mil metros cúbicos este martes con 16 pipas.
Camarena Trejo dio a conocer que la línea de conducción que va de Yuribia a Coatzacoalcos, de 63 kilómetros de largo, podría dañarse seriamente si se llena de aire por el cierre de las válvulas.
Tratamos de mantener llena la tubería por todos los medios posibles, pues de lo contrario habrá problemas mayúsculos para la población, pues no se podrá distribuir el líquido, señaló.
El síndico de Tatahuicapan, Juan Rodríguez Santiago, aseguró que el gobierno del estado está regateando el cumplimiento de las obras públicas ofrecidas y ha mentido al ayuntamiento.
Explicó que durante años se pidió infructuosamente la pavimentación del camino Tatathuicapan-Arrecife, que es la vía principal hacia la sierra y beneficiaría a habitantes de su municipio, así como a los de Mecayapan y Pajapan.
Advirtió que hay consenso entre los pobladores de Tatahuicapan para impedir que se reanude el bombeo si no se presenta un enviado de Fidel Herrera para negociar la construcción de caminos, puentes y escuelas, además del pago de seis millones de pesos que se destinarían para diversas obras en comunidades rurales del municipio.
Rodríguez Santiago lamentó que la protesta que encabeza el alcalde Esteban Bautista Hernández perjudique a terceros: sin embargo, se debe comprender que tenemos necesidades y carencias que sólo podremos superar con el apoyo y la intervención de los afectados.
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