AFP
CIUDAD JUÁREZ, México — El consulado de Estados Unidos en Ciudad Juárez, la localidad más violenta de México, reabrió el martes en medio de patrullajes de policías y el Ejército tras permanecer cerrado desde el viernes por motivos de seguridad.
Antes del amanecer unas 300 personas se encontraban ya formadas afuera de la sede del consulado, el más grande de Estados Unidos en América Latina, mientras decenas de militares y policías vigilaban los alrededores.
La Policía restringió la circulación de vehículos en torno al inmueble y patrullaba los alrededores en un radio de unos 500 metros.
La sede diplomática, que atiende a más de 2.000 personas diariamente, fue cerrada en forma indefinida el viernes para una revisión de seguridad, según el gobierno estadounidense, que justificó la medida en una "amenaza" identificada contra las instalaciones que no especificó.
El lunes, el Departamento de Estado anunció en Washington la reapertura del consulado "luego de haber evaluado la situación de la seguridad", según dijo su portavoz Philip Crowley sin dar más detalles.
El cierre del consulado se produjo dos semanas después del estallido de un coche bomba, el primero que se registra en esta ciudad de 1,3 millones de habitantes, fronteriza con El Paso (Texas), y donde en 2009 se registraron 2.660 asesinatos atribuidos al crimen organizado.
La sede diplomática había cerrado tres días en marzo, luego del asesinato de una funcionaria consular y su esposo, ambos estadounidenses, así como un mexicano que trabajaba en la misma representación, en ataques de los que fueron responsabilizados bandas del narcotráfico.
Los cárteles de las drogas libran una guerra de territorios en México, principalmente en la frontera con Estados Unidos, a la que se atribuyen unos 25.000 asesinatos desde diciembre de 2006, cuando se lanzó un operativo federal contra el crimen organizado en el que participan más de 50.000 militares.
CIUDAD JUÁREZ, México — El consulado de Estados Unidos en Ciudad Juárez, la localidad más violenta de México, reabrió el martes en medio de patrullajes de policías y el Ejército tras permanecer cerrado desde el viernes por motivos de seguridad.
Antes del amanecer unas 300 personas se encontraban ya formadas afuera de la sede del consulado, el más grande de Estados Unidos en América Latina, mientras decenas de militares y policías vigilaban los alrededores.
La Policía restringió la circulación de vehículos en torno al inmueble y patrullaba los alrededores en un radio de unos 500 metros.
La sede diplomática, que atiende a más de 2.000 personas diariamente, fue cerrada en forma indefinida el viernes para una revisión de seguridad, según el gobierno estadounidense, que justificó la medida en una "amenaza" identificada contra las instalaciones que no especificó.
El lunes, el Departamento de Estado anunció en Washington la reapertura del consulado "luego de haber evaluado la situación de la seguridad", según dijo su portavoz Philip Crowley sin dar más detalles.
El cierre del consulado se produjo dos semanas después del estallido de un coche bomba, el primero que se registra en esta ciudad de 1,3 millones de habitantes, fronteriza con El Paso (Texas), y donde en 2009 se registraron 2.660 asesinatos atribuidos al crimen organizado.
La sede diplomática había cerrado tres días en marzo, luego del asesinato de una funcionaria consular y su esposo, ambos estadounidenses, así como un mexicano que trabajaba en la misma representación, en ataques de los que fueron responsabilizados bandas del narcotráfico.
Los cárteles de las drogas libran una guerra de territorios en México, principalmente en la frontera con Estados Unidos, a la que se atribuyen unos 25.000 asesinatos desde diciembre de 2006, cuando se lanzó un operativo federal contra el crimen organizado en el que participan más de 50.000 militares.
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