Mexicana de Aviación, una de las aerolíneas más importantes del país, anunció hoy que recortará a menos de la mitad su actual plantilla de pilotos y sobrecargos y que, a los que sigan en la empresa, les rebajará los salarios en un cuarenta por ciento como una medida para salir de la crisis financiera.
También negó la compañía que un rescate por parte del Gobierno mexicano sea la salida para resolver sus problemas financieros, por lo que pidió a las autoridades del país que se mantengan al margen.
"No debe haber un rescate (del Gobierno) porque no es sano para la industria", aseguró el director de la compañía aérea, Manuel Borja, en una rueda de prensa.
El directivo consideró la de los recortes como la "única opción viable" para que la aerolínea siga operando.
Según explicó Borja, la empresa pretende reducir de 216.127 a 127.000 dólares al año el salario de los pilotos y de 53.00 a 32.0000 dólares los sueldos de los sobrecargos.
Asimismo, pretenden recortar la plantilla para pasar de los actuales 776 pilotos a 482 y dejar en la compañía a 822 sobrecargos de un total de 1.800.
"Con un contrato colectivo diferente (...) Mexicana sale adelante", consideró Borja, quien también avanzó que se esperan ajustes en rutas e itinerarios de vuelos.
Mexicana de Aviación, propiedad del hotelero Grupo Posadas de México, está en serios problemas financieros tras una significativa baja en la venta de billetes como consecuencia de la recesión económica del año pasado y a causa de la reducción de pasajeros debido al brote de la Gripe A, según sus dueños.
Apenas la semana pasada estaba negociando con "al menos diez acreedores internacionales" para aligerar sus presiones financieras, mientras buscaba un arreglo con su plantilla de pilotos y sobrecargos para mejorar la situación de la aerolínea. Entre ellas, reducir sus "altos salarios" o venderles las acciones de la aerolínea sin contar la "marca".
Mexicana, que opera 480 vuelos diarios, pertenece al Grupo Hotelero Posadas, del empresario Gastón Azcárraga, que la adquirió a finales de 2005 junto con sus instalaciones y hangares, así como con sus subsidiarias, Click y Mexicana Link.
Manuel Borja descartó vender la empresa en este momento al considerar que los altos costes que representan los trabajadores para la aerolínea deben ser reestructurados a la baja.
"Tiene que haber viabilidad y, si no hay viabilidad, ¿para qué se queda con ella un nuevo inversionista?", se preguntó el directivo, quien sí reconoció que los dueños de la aerolínea han pensado un concurso mercantil que permita reestructurar la deuda de manera ordenada sin abundar sobre el tema.
Por su parte, el Gobierno de México, a través de su ministerio de Hacienda, fijó hoy su postura al asegurar que "no tiene planeado rescatar" a Mexicana de Aviación.
"Ellos tendrán que resolver sus problemas", planteó Miguel Messmacher, jefe de la Unidad de Planeación Económica de la Hacienda Pública en una rueda de prensa posterior.
El funcionario recordó que, al tratarse de una empresa privada "puede emitir deuda mañana, si ellos quieren".
La semana pasada Air Canadá tomó el control de dos aviones que había arrendado a Mexicana como medida de precaución y el pasado fin de semana un arrendador de EE.UU en la ciudad de Chicago hizo lo propio con uno más lo que, de acuerdo con la propia empresa mexicana, ha afectado a un cuatro por ciento de sus operaciones aéreas.
También negó la compañía que un rescate por parte del Gobierno mexicano sea la salida para resolver sus problemas financieros, por lo que pidió a las autoridades del país que se mantengan al margen.
"No debe haber un rescate (del Gobierno) porque no es sano para la industria", aseguró el director de la compañía aérea, Manuel Borja, en una rueda de prensa.
El directivo consideró la de los recortes como la "única opción viable" para que la aerolínea siga operando.
Según explicó Borja, la empresa pretende reducir de 216.127 a 127.000 dólares al año el salario de los pilotos y de 53.00 a 32.0000 dólares los sueldos de los sobrecargos.
Asimismo, pretenden recortar la plantilla para pasar de los actuales 776 pilotos a 482 y dejar en la compañía a 822 sobrecargos de un total de 1.800.
"Con un contrato colectivo diferente (...) Mexicana sale adelante", consideró Borja, quien también avanzó que se esperan ajustes en rutas e itinerarios de vuelos.
Mexicana de Aviación, propiedad del hotelero Grupo Posadas de México, está en serios problemas financieros tras una significativa baja en la venta de billetes como consecuencia de la recesión económica del año pasado y a causa de la reducción de pasajeros debido al brote de la Gripe A, según sus dueños.
Apenas la semana pasada estaba negociando con "al menos diez acreedores internacionales" para aligerar sus presiones financieras, mientras buscaba un arreglo con su plantilla de pilotos y sobrecargos para mejorar la situación de la aerolínea. Entre ellas, reducir sus "altos salarios" o venderles las acciones de la aerolínea sin contar la "marca".
Mexicana, que opera 480 vuelos diarios, pertenece al Grupo Hotelero Posadas, del empresario Gastón Azcárraga, que la adquirió a finales de 2005 junto con sus instalaciones y hangares, así como con sus subsidiarias, Click y Mexicana Link.
Manuel Borja descartó vender la empresa en este momento al considerar que los altos costes que representan los trabajadores para la aerolínea deben ser reestructurados a la baja.
"Tiene que haber viabilidad y, si no hay viabilidad, ¿para qué se queda con ella un nuevo inversionista?", se preguntó el directivo, quien sí reconoció que los dueños de la aerolínea han pensado un concurso mercantil que permita reestructurar la deuda de manera ordenada sin abundar sobre el tema.
Por su parte, el Gobierno de México, a través de su ministerio de Hacienda, fijó hoy su postura al asegurar que "no tiene planeado rescatar" a Mexicana de Aviación.
"Ellos tendrán que resolver sus problemas", planteó Miguel Messmacher, jefe de la Unidad de Planeación Económica de la Hacienda Pública en una rueda de prensa posterior.
El funcionario recordó que, al tratarse de una empresa privada "puede emitir deuda mañana, si ellos quieren".
La semana pasada Air Canadá tomó el control de dos aviones que había arrendado a Mexicana como medida de precaución y el pasado fin de semana un arrendador de EE.UU en la ciudad de Chicago hizo lo propio con uno más lo que, de acuerdo con la propia empresa mexicana, ha afectado a un cuatro por ciento de sus operaciones aéreas.
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