Samuel R. G. / uzkediam@gmail.com
"Vamos". Fue el mensaje claro y sin enredos que el pasado 25 de julio AMLO envió a Marcelo Ebrard, o mejor dicho, a los que están detrás de Ebrard.
La disputa por la presidencia de México en 2012 será solamente entre dos grupos, el primero encabezado por Peña Nieto y la gran parte de los poderes fácticos dentro y fuera de nuestro país, el segundo, encabezado por el famoso Peje y millones de personas que aún le siguen desde 2006, más las que pueda ir sumando conforme pase el tiempo e inicie formalmente su campaña.
Ni Ebrard ni cualquier otro personaje de la izquierda que usted me diga podrían tener el arrastre que AMLO posee. El "Zocalómetro" indica claramente que Marcelo entendió que, para competir por la presidencia o por "un poder" que pueda significar "triunfos" para el grupo al que pertenece, no debe oponerse a AMLO, su estrategia debe ser la negociación.
Y en eso andan. Me han confirmado que Marcelo Ebrard estaría dispueto a "respaldar" la candidatura presidencial de López Obrador, con la condición de que Marcelo y la mafia para la que opera obtengan el primer lugar en la lista nacional al Senado, lo que le daría al todavía jefe de Gobierno la coordinación de la bancada del PRD en la Cámara Alta.
Otra condición igual o más importante que la anterior, es que AMLO no intervenga en la designación del candidato para jefe de Gobierno en 2012, es decir -al puro estilo del PRI- que Marcelo tenga la facultad metaconstitucional y metaestatutaria para designar al candidato del PRD a sucederlo.
¿Y Marcelo ya tiene "delfín"? Todo parece indicar que sí, recientemente Ebrard hizo cambios en su gabinete, uno de los que más llamó la atención fue el del colimense Mario Delgado Carrillo, quien salió de la Secretaría de Finanzas (vaya usted a saber con cuanto ya del presupuesto del GDF pre-asignado para su campaña) para pasar a la Secretaría de Educación del GDF.
"Vamos". Fue el mensaje claro y sin enredos que el pasado 25 de julio AMLO envió a Marcelo Ebrard, o mejor dicho, a los que están detrás de Ebrard.
La disputa por la presidencia de México en 2012 será solamente entre dos grupos, el primero encabezado por Peña Nieto y la gran parte de los poderes fácticos dentro y fuera de nuestro país, el segundo, encabezado por el famoso Peje y millones de personas que aún le siguen desde 2006, más las que pueda ir sumando conforme pase el tiempo e inicie formalmente su campaña.
Ni Ebrard ni cualquier otro personaje de la izquierda que usted me diga podrían tener el arrastre que AMLO posee. El "Zocalómetro" indica claramente que Marcelo entendió que, para competir por la presidencia o por "un poder" que pueda significar "triunfos" para el grupo al que pertenece, no debe oponerse a AMLO, su estrategia debe ser la negociación.
Y en eso andan. Me han confirmado que Marcelo Ebrard estaría dispueto a "respaldar" la candidatura presidencial de López Obrador, con la condición de que Marcelo y la mafia para la que opera obtengan el primer lugar en la lista nacional al Senado, lo que le daría al todavía jefe de Gobierno la coordinación de la bancada del PRD en la Cámara Alta.
Otra condición igual o más importante que la anterior, es que AMLO no intervenga en la designación del candidato para jefe de Gobierno en 2012, es decir -al puro estilo del PRI- que Marcelo tenga la facultad metaconstitucional y metaestatutaria para designar al candidato del PRD a sucederlo.
¿Y Marcelo ya tiene "delfín"? Todo parece indicar que sí, recientemente Ebrard hizo cambios en su gabinete, uno de los que más llamó la atención fue el del colimense Mario Delgado Carrillo, quien salió de la Secretaría de Finanzas (vaya usted a saber con cuanto ya del presupuesto del GDF pre-asignado para su campaña) para pasar a la Secretaría de Educación del GDF.
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