La violencia en Ciudad Juárez disminuye su competitividad

En dos años, el sistema de derecho esta ciudad fronteriza disminuyó considerablemente, lo que afecta directamente a la competitividad de su economía, señala el Instituto Mexicano para la Competitividad. Es imperativo aplicar políticas que eviten que esta situación de violencia se replique en otras ciudades, agrega.

La violencia que se vive cada día en Ciudad Juárez ha tenido un impacto notable en la certidumbre que ofrece esta urbe fronteriza para hacer negocios.

En el 2006, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) ubicaba a Ciudad Juárez en la categoría de competitividad “adecuada”, sin embargo, para el 2008 descendió a la categoría “media alta”.

Los resultados de 86 ciudades del país se encuentran en el extenso informe “Competitividad Urbana 2010”, difundido por Consulta Mitofsky, del investigador Roy Campos. El documento incluye datos recopilados hasta el 2008.

En una escala de seis escalafones, Juárez se ubicó en esta entrega en tercero, junto con otras 40 ciudades, cuando en la entrega del 2006 ocupó el segundo junto con Aguascalientes, Chihuahua, Ciudad del Carmen, Guanajuato, Hermosillo, Manzanillo, Mazatlán, Nogales, Piedras Negras, Reynosa-Río Bravo, Valle de México y Zacatecas-Guadalupe.

Al igual que en 2006, la ciudad más competitiva del país en el nuevo documento del IMCO es Monterrey. Esta ciudad es la única del país que tienen una competitividad “alta”.

El sistema de derecho tiene un peso importante en la determinación de la competitividad de una economía, señala el Instituto. Cuando la violencia y la corrupción carcomen a una ciudad, las posibilidades de negocios disminuyen, y con esto, el bienestar social.

Juárez descendió su competitividad en cuanto a su sistema de derecho, calidad institucional de la justicia, duración de los procedimientos judiciales, eficiencia en la ejecución de sentencias, robo de vehículos, tasa de homicidios, participación ciudadana en las elecciones e Índice de concentración política.

“Donde falta el sistema de derecho o no existe certidumbre legal se reducen las inversiones y disminuye también el flujo de talento. Ejemplos de estas ciudades son: Chihuahua, Juárez y Culiacán”, señala el IMCO.

“Existen otras ciudades con alta criminalidad, pero sin los mismos niveles de narco violencia, como el Valle de México”.

Del 2006 al 2008, Juárez pasó de 17 homicidios por cada 100 mil habitantes a 114 homicidios por cada 100 mil habitantes. En términos absolutos, el número de homicidios fue de 227 en el 2006 contra 1,589 en el 2008 y para 2009 se estima que esta cifra fue superior a los 2,500.

El robo de vehículos en esa ciudad creció en 60 por ciento en el mismo periodo.

“Esto es un llamado de alarma para todos los órdenes de gobierno en el país y un indicador no sólo de la concentración de la violencia relacionada con el narcotráfico, sino también de un cambio en conducta que revela el surgimiento de una generación más violenta y hábil que sus predecesores”, subraya en IMCO.

“Por ello, es imperante implementar políticas que eviten que esta situación se replique en otras ciudades e implementarlas lo antes posible”.

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