La señora Morera

Francisco Rodríguez / Índice Político

¿OTRA VEZ LA señora Morera en un presídium?

¿Nuevamente hablando de seguridad pública?

¿Pues no que ya había dejado la presidencia de ese organismo para-oficial u oficioso que es México Unido contra la Delincuencia?

¡Ah, la señora María Elena Morera de Galindo –me dicen– preside ahora otro membrete!

“Causa Común” dicen en los periódicos que se llama el bodrio, pero buscándolo en internet tal organismo pertenece al candidato panista perdedor en Aguascalientes, Martín Orozco, quien además fue recién obsequiado con una orden de aprehensión.

“Causa en Común”, fundado apenas hace ratito, en este revolucionario e independentista 2010, sí es la nueva fachada tras la cual esta abnegada dama brinda su propia lucha por la seguridad que antes era guerra contra el narco.

Comprometida su actuación al frente de México Unido bla, bla, bla… tras de que esa estupenda reportera que es Anabel Hernández pusiera en blanco y negro que uno de los hijos de Morera se desempeñaba como asesor –en tanto estudiaba alguna licenciatura en la Universidad Anáhuac– del ocupante de la Secretaría de Seguridad Pública de la fallida Administración calderonista, la siempre desprendida presidenta de tal membrete fue apurada a dejar el cargo a finales del último mes de febrero, sin que se dieran a conocer las causas de lo que pareció ser una remoción.

Y es que, previo a ello, en enero más reciente, se desató otro escándalo que la involucraba con García Luna. Que la franquicia habría recibido “donativos” de la SSP federal por más de cuatro millones de pesos. Un millón 476 mil 660 pesos entre 2005 y 2007; y 2 millones 780 mil 256 pesos entre enero y noviembre de 2008.

¿A guisa de qué? ¿A cambio de qué? ¿No se suponía que México Unido y bla, bla, bla, era o es la contraparte de la SSP federal?

Dineros públicos para causas privadas… así y éstas se vistan con sedosos trajes de altruismo o de “representación” del todo social.

Cosa que, por demás, no es nada extraña en los últimos diez años de gestiones panistas. Buena cantidad de recursos del erario son entregados a organizaciones, asociaciones civiles y una que otra ONG, cuyo denominador común es su origen religioso preferentemente católico… aunque a últimas fechas, y a instancias de la señora Margarita Zavala, también han sido beneficiarias instituciones cristianas.

Y no. No es sólo el protagonismo lo que, al parecer, ha empujado a la señora Morera a nuevamente estar bajo el influjo de las candilejas, produciendo declaraciones ad hoc y, claro, a la mitad de las cada vez mayores controversias.

Muy probablemente ha buscado el estar permanentemente en los foros, los diálogos, fiestas, tedeum, saraos y cuanto mecanismo aparentemente “democrático” se organiza desde el aparato burocrático –dizque para devolver a los mexicanos la seguridad pública perdida a partir del malhadado 2006–, para secundar propuestas, echar porras y, but of course, salir a los medios con brillantes declaraciones de apoyo, porque dizque ahora sí va en serio.

La señora Morera se ha vuelto así imprescindible. Es parte ya de la decoración o escenografía que de cuando en cuando montan desde la fallida Administración para aparentar que, de veritas, en serio, te lo juro por Diosito que nos está mirando, sí están ganando la guerra, “aunque no lo parezca”.

Sillas, mesas, micrófonos, tarjeteros, lápices, manteles de paño verde, plantitas… y la señora Morera. Nunca falta. Siempre debe estar ahí. Representándonos. O representando, al menos, a esa parte cool & nice de la sociedad, que de vez en vez se viste de blanco los domingos, asalta el Paseo de la Reforma para demandar seguridad, y después se va a comer en familia al Bellinghaussen o a la competidora Casa Bell.

¡Qué padre que, como siempre, ahí está ooootra vez la señora Morera! ¡Al lado de Gallo! ¡Y del también ya infaltable Alejandro Martí!

Sin ella, ya en serio, las reuniones, diálogos, encuentros que ocasionalmente se arreglan entre el sector oficial y “la sociedad”, no serían lo mismo, ¿verdad?

Índice Flamígero: Y en su turno los religiosos. Católicos, cristianos, judíos… Ya los “emboletaron” para que desde sus templos también ellos den la lucha contra el narco. ¿Y las narco-limosnas? ¿Y las declaraciones del monseñor Aguiar Retes quien no ha mucho dijera que los mañosos “han sido muy generosos (con la dotación de infraestructura a sus comunidades de origen) y muchas veces también construyen templos o una capilla”. ¿Conflicto de intereses?

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