Asamblea Nacional Anticapitalista en Tlahuac, DF. Abierta, 14 y 15 de agosto de 2010

Pedro Echeverría V.

1. A principios de los años sesenta, bajo la sombra del nacionalismo del expresidente Lázaro Cárdenas, se fundó en México el Movimiento de Liberación Nacional (MLN) de carácter eminentemente antiimperialista o anti yanqui. Ese era el nivel político ideológico de la izquierda oficial en aquellos años. A principios de los años ochenta, ante el proyecto privatizador y globalizador llamado neoliberalismo surgió en el mundo un amplio movimiento antineoliberal que no superó los límites de la burguesía nacionalista. Ni uno ni otro rebasaron los marcos del sistema de explotación ni tampoco ofrecieron algo concreto para beneficio de los trabajadores. Por eso años después irrumpió la lucha claramente anticapitalista que abarca la batalla contra la privatización neoliberal y la batalla contra el imperialismo, pero va mucho más allá: el anticapitalismo es la lucha contra la explotación, la opresión y toda la cultura burguesa.

2. Acabo de recibir una convocatoria a la Tercera Asamblea Nacional Anticapitalista que se celebrará en la población de Tlahuac, al sureste de la ciudad de México y, entre otras cosas explica: “Se trata no sólo de expropiar los bienes de la nación, sino de su apropiación, esto es, quitarle a la burguesía y su Estado lo que nos corresponde para que quede en manos de la sociedad. Así, los que suscribimos esta convocatoria, firmantes de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona e integrantes de la Otra Campaña, hacemos un llamado a la unidad de la clase trabajadora, a indígenas, campesinos pobres, jóvenes, estudiantes, mujeres, homosexuales, lesbianas, y a todos aquellos que ven la necesidad de luchar organizadamente contra el sistema capitalista, a dar el salto de la Resistencia a la Ofensiva, orientados bajo un Programa Nacional de Lucha, y un Plan de Insurrección. Estoy seguro de que esta asamblea será muy importante por el momento histórico.

3. El sábado se abordará en ponencia el análisis nacional e internacional del capitalismo, luego se pasará a la discusión del Programa Nacional de Lucha con la pregunta: ¿Cómo pasar de la resistencia a la ofensiva? Y para concluir el día sábado, se analizará lo que se ha llamado Plan de Insurrección para comprender lo que esto significa. El domingo se conocerán las propuestas al Programa Nacional de Lucha y su Plan de Insurrección, así como lo que han llamado Formas de Organización y Plan de Acción mediato e inmediato. No se sabe aún cuantas mesas de trabajo o de análisis se organizarán con el fin de escuchar todas las ideas o los puntos de vista posible, pero seguramente irán planeándose de acuerdo a la posible asistencia. El anticapitalismo ha crecido mucho entre los jóvenes zapatistas y la juventud en general que se ha dado cuenta que gobierno, partidos, políticos y elecciones, sólo han beneficiado a los hombres del poder.

4. Pero, ¿qué es el anticapitalismo? No es solamente mentarle la madre al presidente, al PAN, PRI, PRD y demás, o a los empresarios explotadores y multimillonarios. Esto es correcto, en las condiciones permanentes de despojo y represión burguesa, pero sólo lleva al desahogo. La lucha anticapitalista requiere orientarse hacia la organización horizontal, igualitaria, muy participativa y crítica de los trabajadores que ayuden a profundizar la conciencia clasista de la población. Es necesario arrebatar el poder al gobierno represor, pero de nada sirve si no somos capaces de destruir el poder capitalista en la economía, los medios de información, las leyes y las instituciones. La batalla contra todas las costumbres y prácticas capitalistas deben ser instrumentadas mediante los análisis, las discusiones y las prácticas honestas de las clases trabajadoras. Y entre éstas hay que revisar a la familia, la escuela, los asuntos de género, etcétera.

5. La asamblea anticapitalista de Tlahuac, sobre todo después de la liberación de los dirigentes campesinos de San Salvador Atenco, quienes sufrieron cuatro años de injusta prisión, se presenta como un gran acontecimiento. Pienso que puede ser una de las asambleas nacionales más libertarias de las que se han hecho en México en los últimos 20 años. Con toda seguridad el gobierno de la República buscará infiltrar en ella a la mayor cantidad de sus agentes y buscará provocar problemas que lleven a la represión. Este punto habría que cuidarlo con mucha paciencia para que dentro de la reunión la libertad sea lo más importante. ¿Puede haber algo más importante para avanzar contra el autoritarismo, el caudillismo, la imposición de líneas, que la libertad para analizar y reflexionar de una manera crítica? Esta Asamblea es una oportunidad para sacar resolutivos que permitan fortalecer el movimiento y hacerlo avanzar con solidez.

6. La Asamblea Anticapitalista de Tlahuac puede unificar a toda la izquierda mexicana totalmente desperdigada en el país desde que los socialdemócratas electoreros aceptaron entrarle con todo a la reforma electoral impuesta por Reyes Heroles en 1977. Desde entonces, con el uso de gigantescos presupuestos de Estado, el gobierno de López Portillo logró consolidar los procesos electorales que durante más de 30 años le han brindado un nuevo y largo respiro a la clase política. Meter a los personajes de la ex izquierda al carro del Estado –cuando la participación electoral se había desplomado- fue un gran triunfo de la burguesía así como lo fue conceder tramposamente el voto a la mujer y a los jóvenes desde la edad de 18 años. La burguesía, con estas jugadas y otras, consiguió recuperar con lo electoral, su estrategia de convertir los procesos electorales en una farsa democrática en la que los electores votan y se retiran a sus casas.

7. Los que se consideren así mismos anticapitalistas deben asistir a la Asamblea de Tlahuac para participar en las discusiones y sacar los resolutivos más positivos para luchas contra la dominación burguesa. Aquellos que son participantes de partidos, de elecciones y que incluso defienden candidatos, pues está bien pero no tendrían qué hacer ni qué ver en esta Asamblea donde de asuntos electorales sólo se hablarán colateralmente. Esto es lo que piensan los convocantes que seguramente por cuestiones de seguridad evitarán dispersión en la reunión. Pienso que asistiré con el fin de aprender y conocer el nivel de las luchas de liberación en México con la esperanza de que éstas vayan unificando fuerzas en la lucha contra el poder. No debe olvidarse que el poder debe radicar entre la mayoría de la población y no en un puñado de capitalistas que durante siglos han aprovechado acumular riquezas y privilegios.

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