Carlos Ramírez / Indicador Político
Sin el apoyo de Elba Esther Gordillo y luego de que el presidente Calderón felicitó al candidato priísta ganador en Veracruz Javier Duarte, el candidato panista perdedor Miguel Ángel Yunes se prepara para una guerra política al estilo López
Obrador.
Por lo pronto, Yunes ya se reunió en secreto con Manuel Camacho Solís, quien le había negado la alianza PRD-PT-PC pero con quien convivió cuando los dos eran piezas clave de Carlos Salinas. Asimismo, ya envió personeros también secretos con López Obrador para lo que viene: Un plantón al estilo Tabasco en el palacio de Gobierno de Xalapa y su “toma de posesión como gobernador legítimo”.
Eso sí, Yunes también se cubre y prepara su regreso a la tarea pública en el Gobierno federal. Ante las puertas cerradas en el Issste por las irregularidades encontradas en el Turissste, dirigido por la hermana de su principal colaboradora personal, ahora Yunes ha enfocado su objetivo en la titularidad de la Secretaría de Seguridad Pública Federal, bajo su argumento de que el titular Genaro García Luna ya debe irse.
De todos modos, Yunes no quiere abandonar la plaza veracruzana sin complicarle la victoria al PRI. Y de paso, busca ajustar cuentas con algunos panistas que no lo apoyaron. Muy al estilo de los modos de hacer política bronca de sus tiempos de secretario de Gobierno del salinista Patricio Chirinos, Yunes fabricó la semana pasada un incidente entre cañeros en Córdoba donde hubo tres muertos, pero con la casualidad de que uno de los atacantes se quiso refugiar en la casa del ex panista Gerardo Buganza, quien renunció al PAN cuando se impuso a Yunes candidato por dedazo. Su intención era fabricarle un incidente a Buganza.
El pleito fue armado por algunas gentes del equipo principal de Yunes, ya que uno de los fallecidos mantenía una disputa con Juan Herrera, jefe de seguridad de Yunes y ex director del penal de las Islas Marías en tiempos de Yunes en el sistema penal nacional. Por cierto, Herrera es recordado en el ambiente policiaco porque ha sido al único director de las Islas Marías que se le fugaron presos: Varios narcos ligados a Joaquín El Chapo Guzmán. En el medio de los reclusorios corre la burla de que los últimos fugados de las Islas Marías se dieron en una película de Pedro Infante.
De hecho, casi todo el equipo de Yunes en el sistema de seguridad pública formaba parte de la campaña del candidato panista: Luis Lagunes, ex subsecretario de Seguridad Pública; Enrique Pérez, director de Reclusorios cuando cambiaron a El Chapo de penal y luego durante su fuga en enero de 2001; Enrique Ampudia Mel, ex secretario del Consejo Nacional de Seguridad Pública; Juan Herrera Marín, director del penal de las Islas Marías; Graciela Patricia Gómez Ibarra, directora del penal de Puente (Puerta) Grande; Humberto Téllez, ex director de la Policía de Veracruz en los tiempos violentos de Chirinos-Yunes; y Cuauhtémoc Andrade, ex director de Reclusorios.
Y como para darle un tono especial a su estilo policiaco de hacer política, Yunes tuvo en su campaña --y aparentemente siguen con él-- a dos asesores israelitas en temas de espionaje: El general David Tsur y el coronel Moore. Además de ello, Yunes ha tenido comisionados en Veracruz a aproximadamente 200 elementos de la policía federal, varios enviados especiales del Cisen en activo y otros elementos que cobran en el Issste.
A ello se agregan las evidencias documentales que indican que Yunes no declaró propiedades inmuebles en su declaración patrimonial, lo que implicaría una violación de la ley y por tanto una inhabilitación para ejercer cargos.
Sin embargo, varias propiedades sí aparecieron en declaraciones patrimoniales anteriores de Yunes.
Pero lo peor de todo es que Yunes se quedó ya sin el apoyo de Gordillo ni de Los Pinos. Sólo le quedan Camacho y López Obrador.
Sin el apoyo de Elba Esther Gordillo y luego de que el presidente Calderón felicitó al candidato priísta ganador en Veracruz Javier Duarte, el candidato panista perdedor Miguel Ángel Yunes se prepara para una guerra política al estilo López
Obrador.
Por lo pronto, Yunes ya se reunió en secreto con Manuel Camacho Solís, quien le había negado la alianza PRD-PT-PC pero con quien convivió cuando los dos eran piezas clave de Carlos Salinas. Asimismo, ya envió personeros también secretos con López Obrador para lo que viene: Un plantón al estilo Tabasco en el palacio de Gobierno de Xalapa y su “toma de posesión como gobernador legítimo”.
Eso sí, Yunes también se cubre y prepara su regreso a la tarea pública en el Gobierno federal. Ante las puertas cerradas en el Issste por las irregularidades encontradas en el Turissste, dirigido por la hermana de su principal colaboradora personal, ahora Yunes ha enfocado su objetivo en la titularidad de la Secretaría de Seguridad Pública Federal, bajo su argumento de que el titular Genaro García Luna ya debe irse.
De todos modos, Yunes no quiere abandonar la plaza veracruzana sin complicarle la victoria al PRI. Y de paso, busca ajustar cuentas con algunos panistas que no lo apoyaron. Muy al estilo de los modos de hacer política bronca de sus tiempos de secretario de Gobierno del salinista Patricio Chirinos, Yunes fabricó la semana pasada un incidente entre cañeros en Córdoba donde hubo tres muertos, pero con la casualidad de que uno de los atacantes se quiso refugiar en la casa del ex panista Gerardo Buganza, quien renunció al PAN cuando se impuso a Yunes candidato por dedazo. Su intención era fabricarle un incidente a Buganza.
El pleito fue armado por algunas gentes del equipo principal de Yunes, ya que uno de los fallecidos mantenía una disputa con Juan Herrera, jefe de seguridad de Yunes y ex director del penal de las Islas Marías en tiempos de Yunes en el sistema penal nacional. Por cierto, Herrera es recordado en el ambiente policiaco porque ha sido al único director de las Islas Marías que se le fugaron presos: Varios narcos ligados a Joaquín El Chapo Guzmán. En el medio de los reclusorios corre la burla de que los últimos fugados de las Islas Marías se dieron en una película de Pedro Infante.
De hecho, casi todo el equipo de Yunes en el sistema de seguridad pública formaba parte de la campaña del candidato panista: Luis Lagunes, ex subsecretario de Seguridad Pública; Enrique Pérez, director de Reclusorios cuando cambiaron a El Chapo de penal y luego durante su fuga en enero de 2001; Enrique Ampudia Mel, ex secretario del Consejo Nacional de Seguridad Pública; Juan Herrera Marín, director del penal de las Islas Marías; Graciela Patricia Gómez Ibarra, directora del penal de Puente (Puerta) Grande; Humberto Téllez, ex director de la Policía de Veracruz en los tiempos violentos de Chirinos-Yunes; y Cuauhtémoc Andrade, ex director de Reclusorios.
Y como para darle un tono especial a su estilo policiaco de hacer política, Yunes tuvo en su campaña --y aparentemente siguen con él-- a dos asesores israelitas en temas de espionaje: El general David Tsur y el coronel Moore. Además de ello, Yunes ha tenido comisionados en Veracruz a aproximadamente 200 elementos de la policía federal, varios enviados especiales del Cisen en activo y otros elementos que cobran en el Issste.
A ello se agregan las evidencias documentales que indican que Yunes no declaró propiedades inmuebles en su declaración patrimonial, lo que implicaría una violación de la ley y por tanto una inhabilitación para ejercer cargos.
Sin embargo, varias propiedades sí aparecieron en declaraciones patrimoniales anteriores de Yunes.
Pero lo peor de todo es que Yunes se quedó ya sin el apoyo de Gordillo ni de Los Pinos. Sólo le quedan Camacho y López Obrador.
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