Cercaron accesos a predios y se declararon en plantón permanente. Trabajadores del GDF se retiraron.
Josefina Quintero / La Jornada
México, DF. La entrada de maquinaria pesada para demoler los predios expropiados en la colonia Malinche de la delegación Magdalena Contreras calentó el ánimo de la gente, que se apoderó de la zona y con barricadas impide que se realicen trabajos de la supervía.
En punto de las 13:14 horas sonaron campanas para llamar a los habitantes afectados por la obra y en pocos minutos acudieron unos 200 —según estimó uno de los elementos de la policía capitalina— que llenaron la calle de Rosa Norte y cercaron los accesos de los predios desocupados.
Los vecinos se declararon en plantón permanente y exigieron al GDF sacar el trascabo y exhibir los permisos de demolición que respaldaban el derribo de las viviendas.
Los trabajadores que desde hace cuatro semanas a punta de martillos destrozaban los inmuebles tuvieron que salir; se armó un dispositivo de seguridad y también se retiró el equipo de los trabajadores.
Personal de la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial y de la Comisión de Derechos Humanos del DF se encuentran en el lugar, así como personal del gobierno capitalino. Sin embargo, hasta el momento no hay ninguna negociación.
En el sitio estuvo también presente el diputado local priísta Cristian Vargas, quien intentó colgarse del movimiento, pero los vecinos lo marginaron.
Debido a la protesta, tres camiones con granaderos arribaron al lugar.
Josefina Quintero / La Jornada
México, DF. La entrada de maquinaria pesada para demoler los predios expropiados en la colonia Malinche de la delegación Magdalena Contreras calentó el ánimo de la gente, que se apoderó de la zona y con barricadas impide que se realicen trabajos de la supervía.
En punto de las 13:14 horas sonaron campanas para llamar a los habitantes afectados por la obra y en pocos minutos acudieron unos 200 —según estimó uno de los elementos de la policía capitalina— que llenaron la calle de Rosa Norte y cercaron los accesos de los predios desocupados.
Los vecinos se declararon en plantón permanente y exigieron al GDF sacar el trascabo y exhibir los permisos de demolición que respaldaban el derribo de las viviendas.
Los trabajadores que desde hace cuatro semanas a punta de martillos destrozaban los inmuebles tuvieron que salir; se armó un dispositivo de seguridad y también se retiró el equipo de los trabajadores.
Personal de la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial y de la Comisión de Derechos Humanos del DF se encuentran en el lugar, así como personal del gobierno capitalino. Sin embargo, hasta el momento no hay ninguna negociación.
En el sitio estuvo también presente el diputado local priísta Cristian Vargas, quien intentó colgarse del movimiento, pero los vecinos lo marginaron.
Debido a la protesta, tres camiones con granaderos arribaron al lugar.
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