Claudia Rodríguez
Es difícil pensar que en el Poder Judicial de la Federación existan funcionarios que juzguen los mismos actos que cotidianamente muchos de ellos cometen.
Un informe que el Consejo de la Judicatura Federal señala que en los últimos 15 años, 957 jueces del Poder Judicial fueron sancionados por actos que van desde el trato grosero y altanero hacia sus empleados en donde a veces aparecen los arranques coléricos, el acoso sexual y hasta las propuestas para intimar a través de contactos físicos deliberados, la ingesta excesiva de bebidas y a veces de comida hasta el retraso en sus tareas laborales.
En algunos casos también, deliberadamente se favoreció por parte de los jueces y su equipo de trabajo a algún delincuente comprobado.
De acuerdo a lo imprudencial de las conductas en que incurrieron los servidores públicos del Poder Judicial de la Federación de 1995 al 2010, las sanciones que recibieron fueron diferenciadas. Hubo a quienes sólo les tocó un apercibimiento privado o público o una amonestación privada o pública, hasta la suspensión, inhabilitación o destitución.
El Consejo de la Judicatura Federal detalla que del total de servidores públicos sancionados: seis magistrados fueron destituidos, cuatro inhabilitados y 20 suspendidos temporalmente de sus funciones. En tanto en lo que respecta a los jueces de distrito: diez fueron destituidos, tres inhabilitados y 35 suspendidos.
¿Habrá que pensar que estás conductas entre quienes imparten justicia se deben a sus debilidades humanas o a su exceso de prepotencia que los lleva a cometer con la mano en la cintura actos de corrupción por mínimos que sean?
No se puede seguir aludiendo a la legalidad cuando entre uno de los cuerpos institucionales que la imparten y la garantizan, lo contrario es práctica común.
Es por eso que muchos mexicanos sabemos que nuestra empresa no prosperará si denunciamos a un elemento de la justicia que nos pide “una mordida” para no enfrentarnos con sus superiores o “al sistema”, si es que se ha cometido una falta o ellos la inventan.
Los vecinos de mi colonia se están organizando para exigir la demolición de una antena de Telcel que está ubicada a menos de 15 metros de distancia de cuatro hogares en donde al menos uno de sus miembros ha muerto de cáncer a partir del funcionamiento de la misma que opera en el patio de un inmueble con uso del suelo residencial.
La dueña del inmueble y a la vez beneficiaria de al menos cuarenta mil pesos mensuales por concepto de renta del espacio a la telefónica Telcel, aduce ser amiga del regidor y que se haga lo que se haga, la antena continuará operando pese a que ya existe una orden que ordena la demolición de la antena de comunicación digital.
Todos entendemos que la prepotencia es mala consejera de la corrupción. Y no se puede sólo explicar que quienes nos gobiernan, son tan sólo humanos.
Acta Divina... De acuerdo con la información recopilada y difundida por la Secretaría Ejecutiva de Disciplina del Consejo de la Judicatura Federal: El 22 de abril de 2009 un magistrado de circuito recibió una amonestación privada porque tardó 504 días naturales en presentar oportunamente, para su resolución, un proyecto de un juicio de amparo.
Es difícil pensar que en el Poder Judicial de la Federación existan funcionarios que juzguen los mismos actos que cotidianamente muchos de ellos cometen.
Un informe que el Consejo de la Judicatura Federal señala que en los últimos 15 años, 957 jueces del Poder Judicial fueron sancionados por actos que van desde el trato grosero y altanero hacia sus empleados en donde a veces aparecen los arranques coléricos, el acoso sexual y hasta las propuestas para intimar a través de contactos físicos deliberados, la ingesta excesiva de bebidas y a veces de comida hasta el retraso en sus tareas laborales.
En algunos casos también, deliberadamente se favoreció por parte de los jueces y su equipo de trabajo a algún delincuente comprobado.
De acuerdo a lo imprudencial de las conductas en que incurrieron los servidores públicos del Poder Judicial de la Federación de 1995 al 2010, las sanciones que recibieron fueron diferenciadas. Hubo a quienes sólo les tocó un apercibimiento privado o público o una amonestación privada o pública, hasta la suspensión, inhabilitación o destitución.
El Consejo de la Judicatura Federal detalla que del total de servidores públicos sancionados: seis magistrados fueron destituidos, cuatro inhabilitados y 20 suspendidos temporalmente de sus funciones. En tanto en lo que respecta a los jueces de distrito: diez fueron destituidos, tres inhabilitados y 35 suspendidos.
¿Habrá que pensar que estás conductas entre quienes imparten justicia se deben a sus debilidades humanas o a su exceso de prepotencia que los lleva a cometer con la mano en la cintura actos de corrupción por mínimos que sean?
No se puede seguir aludiendo a la legalidad cuando entre uno de los cuerpos institucionales que la imparten y la garantizan, lo contrario es práctica común.
Es por eso que muchos mexicanos sabemos que nuestra empresa no prosperará si denunciamos a un elemento de la justicia que nos pide “una mordida” para no enfrentarnos con sus superiores o “al sistema”, si es que se ha cometido una falta o ellos la inventan.
Los vecinos de mi colonia se están organizando para exigir la demolición de una antena de Telcel que está ubicada a menos de 15 metros de distancia de cuatro hogares en donde al menos uno de sus miembros ha muerto de cáncer a partir del funcionamiento de la misma que opera en el patio de un inmueble con uso del suelo residencial.
La dueña del inmueble y a la vez beneficiaria de al menos cuarenta mil pesos mensuales por concepto de renta del espacio a la telefónica Telcel, aduce ser amiga del regidor y que se haga lo que se haga, la antena continuará operando pese a que ya existe una orden que ordena la demolición de la antena de comunicación digital.
Todos entendemos que la prepotencia es mala consejera de la corrupción. Y no se puede sólo explicar que quienes nos gobiernan, son tan sólo humanos.
Acta Divina... De acuerdo con la información recopilada y difundida por la Secretaría Ejecutiva de Disciplina del Consejo de la Judicatura Federal: El 22 de abril de 2009 un magistrado de circuito recibió una amonestación privada porque tardó 504 días naturales en presentar oportunamente, para su resolución, un proyecto de un juicio de amparo.
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