Rusia y Estados Unidos zanjan un canje de espías histórico

AFP

VIENA — Estados Unidos entregó este viernes a Rusia, en el aeropuerto de Viena, sus diez agentes detenidos en junio contra cuatro rusos, de los que tres estaban condenados por espiar para los Occidentales, en un canje de espías sin precedentes desde el final de la Guerra Fría.

En un desenlace digno de la Guerra Fría, el intercambio se llevó a cabo en la pista del aeropuerto de Viena.

El avión que transportaba a los nueve rusos y una peruana expulsados de Estados Unidos por la noche aterrizó el viernes en el aeropuerto moscovita de Domodedovo, afirmó a la AFP una portavoz aeroportuaria.

Según la prensa británica, el avión con cuatro agentes liberados por Moscú aterrizó en la base Brize Norton de la Royal Air Force, en Oxfordshire (sur de Inglaterra).
El ministerio de Relaciones Exteriores británico no hizo comentarios y el de Defensa se limitó a decir que "los aviones civiles utilizan bases militares en el marco de acuerdos existentes desde hace tiempo con el ministerio".

"Estados Unidos ha transferido exitosamente diez rusos a la Federación de Rusia y la Federación de Rusia ha liberado a cuatro personas que estaban encarceladas en Rusia", señaló el departamento de Justicia en un comunicado.

Según diversos testigos en el aeropuerto de Viena, los agentes secretos pasaron de un aparato a otro a bordo de un pequeño autobús de color negro con cristales ahumados.

La escenificación no dejó nada al azar; incluso la forma en que se colocó el avión procedente de Nueva York impedía a los fotógrafos y a los camarógrafos vislumbrar la puerta del aparato.

El jueves, los diez agentes detenidos a finales de junio en territorio estadounidense se declararon culpables ante el tribunal federal de Nueva York y la jueza Kimba Wood anunció su "expulsión inmediata" de Estados Unidos. "Aceptan no intentar regresar nunca más", añadió.

Entre ellos figura la peruana Vicky Peláez quien, según su abogado, desconocía hasta el nombre de su marido, un agente, el ruso Mijaíl Vasenkov, que se hacía pasar por "peruano nacido en Uruguay" bajo el nombre falso de "Juan Lázaro".

Peláez, de 55 años, era periodista del diario hispano La Prensa de Nueva York y tiene dos hijos, que permanecerán en Estados Unidos.

Entre los deportados también está Anna Chapman, cuyas fotografías íntimas y pormenores de su vida sexual fascinaron tanto a la prensa.

El presidente ruso Dimitri Medvedev firmó el jueves por la noche el indulto para los cuatro rusos.

Se trata de Igor Sutiagin, experto en armas estratégicas condenado a 15 años de cárcel por espiar para Estados Unidos; Serguei Skripal, un ex coronel de los servicios de inteligencia militar condenado a 13 años de prisión por cooperar con los servicios británicos y Alexandre Zaporojski, ex agente del SVR (servicios rusos), que cumplía una pena de 18 años por haber entregado informaciones a la CIA.

El cuarto, Guenadi Vasilenko, un ex agente del KGB, había sido condenado en 2006 a 3 años de cárcel por un delito sin ninguna conexión con el espionaje.

Un responsable estadounidense que pidió el anonimato aseguró que los cuatro "no han tenido otra elección" más que firmar confesiones para ser liberados.

Moscú insistió en que el canje fue posible gracias a la mejora de las relaciones ruso-estadounidenses con la política llevada a cabo por los presidentes Barack Obama y Medvedev.

Es el primer canje de espías entre los dos países desde la Guerra Fría. Entonces se hacían sobre todo en el puente de Glienicke, que unía Berlín Occidental con Alemania del Este.

Esta vez se eligió Viena, la que fue "capital de los espías" por su incesante actividad desde el siglo XIX bajo el imperio austrohúngaro y después de la Primera Guerra Mundial.

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