El ministro anima a los suyos a que sigan apoyando las medidas de Zapatero y afirma que «poco a poco» se empieza a salir de la crisis
J. MAIQUES / Burgos
El ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, realizó ayer en Burgos un ejercicio de pedagogía sobre la crisis y destacó que para salir de ella no queda más remedio que aplicar una triple fórmula: realizar reformas, emplear una política de austeridad y mantener la cohesión social. Una capacidad para la que el líder socialista ve incapacitado al líder de la oposición porque, entre otras cosas, «no le viene bien que la crisis se acabe». En este sentido, el veterano político se mostró convencido al afirmar que «España necesita reformas y Mariano Rajoy no es el hombre indicado».
El ministro, que estuvo presente ayer en Burgos en la clausura de la cuarta edición de la Escuela Municipal de Verano del PSOE, eludió (incluso se disculpó por ello) hablar sobre el tema de las jornadas y dividió su discurso en dos partes bien diferenciadas. En la primera de ellas, Rubalcaba mantuvo un tono didáctico y trató de levantar el ánimo y convencer a los suyos mediante un hilado discurso sobre el buen gobierno de Zapatero, y sobre la obligatoriedad de tomar decisiones duras.
«Estamos pasando una crisis muy dura, inédita, insólita. Nunca ha habido una crisis tan profunda, tan imprevisible. Nunca ha habido una crisis en que cada lunes te puedes estrenar con una noticia que nadie podía prever».
En la segunda parte de la arenga, el socialista sacó las pinturas de guerra y realizó un duro ataque hacia el líder de la oposición, Mariano Rajoy, con un marcado tono preelectoral. Rubalcaba acusó al dirigente del Partido Popular de que lo único que le interesa es llegar a la Moncloa y lanzó una dura acusación en la que culpó al líder de la oposición de «enfrentar a las Comunidades Autónomas. Es un riesgo para España», apostilló. En este sentido, el ministro insistió en que el Partido Popular ha faltado a la verdad cuando en algunas regiones afirman que «se lo quieren llevar todo a Cataluña» y ahora, con los comicios a la vuelta de la esquina, «se esconden».
La idea del tono electoralista del discurso de Rubalcaba quedó de relieve cuando enlazó el tema de Cataluña con las «mentiras» del 11-M. Un tema bastante recurrido desde las filas socialistas antes de las últimas 'generales' y que ayer recuperó el ministro para su discurso.
Antes de la intervención de Rubalcaba, pasaron por el atril dispuesto en uno de los salones del Hotel Puerta de Burgos, otras caras conocidas del Partido Socialista como el ex ministro y actual vicepresidente de la Fundación Ideas, Jesús Caldera, el secretario general del PSOE de Castilla y León, Óscar López o el portavoz del Ministerio de Interior, Antonio Hernando.
J. MAIQUES / Burgos
El ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, realizó ayer en Burgos un ejercicio de pedagogía sobre la crisis y destacó que para salir de ella no queda más remedio que aplicar una triple fórmula: realizar reformas, emplear una política de austeridad y mantener la cohesión social. Una capacidad para la que el líder socialista ve incapacitado al líder de la oposición porque, entre otras cosas, «no le viene bien que la crisis se acabe». En este sentido, el veterano político se mostró convencido al afirmar que «España necesita reformas y Mariano Rajoy no es el hombre indicado».
El ministro, que estuvo presente ayer en Burgos en la clausura de la cuarta edición de la Escuela Municipal de Verano del PSOE, eludió (incluso se disculpó por ello) hablar sobre el tema de las jornadas y dividió su discurso en dos partes bien diferenciadas. En la primera de ellas, Rubalcaba mantuvo un tono didáctico y trató de levantar el ánimo y convencer a los suyos mediante un hilado discurso sobre el buen gobierno de Zapatero, y sobre la obligatoriedad de tomar decisiones duras.
«Estamos pasando una crisis muy dura, inédita, insólita. Nunca ha habido una crisis tan profunda, tan imprevisible. Nunca ha habido una crisis en que cada lunes te puedes estrenar con una noticia que nadie podía prever».
En la segunda parte de la arenga, el socialista sacó las pinturas de guerra y realizó un duro ataque hacia el líder de la oposición, Mariano Rajoy, con un marcado tono preelectoral. Rubalcaba acusó al dirigente del Partido Popular de que lo único que le interesa es llegar a la Moncloa y lanzó una dura acusación en la que culpó al líder de la oposición de «enfrentar a las Comunidades Autónomas. Es un riesgo para España», apostilló. En este sentido, el ministro insistió en que el Partido Popular ha faltado a la verdad cuando en algunas regiones afirman que «se lo quieren llevar todo a Cataluña» y ahora, con los comicios a la vuelta de la esquina, «se esconden».
La idea del tono electoralista del discurso de Rubalcaba quedó de relieve cuando enlazó el tema de Cataluña con las «mentiras» del 11-M. Un tema bastante recurrido desde las filas socialistas antes de las últimas 'generales' y que ayer recuperó el ministro para su discurso.
Antes de la intervención de Rubalcaba, pasaron por el atril dispuesto en uno de los salones del Hotel Puerta de Burgos, otras caras conocidas del Partido Socialista como el ex ministro y actual vicepresidente de la Fundación Ideas, Jesús Caldera, el secretario general del PSOE de Castilla y León, Óscar López o el portavoz del Ministerio de Interior, Antonio Hernando.
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