Martha Anaya
Al coordinador de los priistas en la Cámara de Diputados, Francisco Rojas, no le fue muy bien en su encuentro con el Presidente Felipe Calderón. Los comentaron sus allegados horas después y la “tarjeta informativa” que envió su oficina de prensa este domingo lo termina de constatar.
¿Qué lo constata? El tono de este comunicado dominguero. Porque a diferencia de los textos que suele enviar Ramiro Pineda de las palabras de su jefe en reuniones con los diputados de su partido –normalmente en tono mesurado–, éste se bota por completo del paisaje a que nos tiene acostumbrados.
Ahora hay párrafos aguerridos, con frases como éstas: “nos enfrentamos a fuerzas que utilizarán todos los recursos a su alcance, lícitos e ilícitos, para retener el poder…”, “no podemos confiar en la palabra de quienes asumen conductas contrarias a lo que pregonan y perpetran actos al margen de la ley…”, “no legitimaremos ocurrencias, caprichos ni torpezas…”
¿Y a cuenta de qué? Pues la propia tarjeta lo indica, recordándonos que Francisco Rojas se reunió con el Presidente de la República “en días pasados”. El viernes 16, para ser exactos. Y para mayores datos añadamos nosotros que tres días antes, el martes 13, quien cruzó la misma puerta de Los Pinos fue el senador Manlio Fabio Beltrones.
¿Cosa de celos entre los líderes camarales? Seguramente algo hay de esto pero no es lo único. En las conversaciones que ambos priistas sostuvieron con Calderón llama la atención una disonancia si nos atenemos a los comunicados dados a conocer por la Presidencia de la República: con Rojas sí se trató el “clima postelectoral” y con Beltrones no.
Y es precisamente ese tema el que da pie al comunicado de la oficina de Francisco Rojas este domingo, el electoral. Según el texto, en la reunión con Calderón ambos –Rojas y el Presidente—coincidieron “en la necesidad de que todas las fuerzas políticas contribuyan a que el tema electoral concluya definitivamente con apego a la legalidad y el respeto a los ciudadanos”.
Sin embargo, a la hora de platicar con sus compañeros diputados, Rojas les expuso que “está claro que nos enfrentamos a fuerzas que utilizarán todos los recursos a su alcance, lícitos e ilícitos, para retener el poder, a pesar de que la estrategia de confrontación ha retrasado la solución de los problemas que asuelan a México”.
Les expuso que las tácticas “ya fueron probadas y seguramente las utilizarán en futuras elecciones: continuarán con el activismo al más alto nivel sin diferenciar la investidura con que se realice, y se intensificará la “guerra sucia” para desacreditar a los opositores y a las instituciones, fabricando pruebas para utilizarlas en alegatos judiciales posteriores, para intentar revertir resultados electorales adversos”.
Esas fueron las conclusiones a las que llegó el coordinador del PRI en San Lázaro luego de su intercambio de opiniones con Felipe Calderón sobre el clima post electoral.
De ahí a lo que agregaría después ya no hay gran trecho: “El PRI es una oposición responsable, más no ingenua. Siempre hemos estado dispuestos al diálogo y negociación de buena fe, pero no podemos confiar en la palabra de quienes asumen conductas contrarias a lo que pregonan y perpetran actos al margen de la ley”.
Rojas, pues, no salió muy contento de Los Pinos. Eso sí, con la claridad de que la lucha post electoral será dura y de que no hay, por ahora, ninguna intención del gobierno y/o del PAN de negociar las gubernaturas que van a tribunales
Al coordinador de los priistas en la Cámara de Diputados, Francisco Rojas, no le fue muy bien en su encuentro con el Presidente Felipe Calderón. Los comentaron sus allegados horas después y la “tarjeta informativa” que envió su oficina de prensa este domingo lo termina de constatar.
¿Qué lo constata? El tono de este comunicado dominguero. Porque a diferencia de los textos que suele enviar Ramiro Pineda de las palabras de su jefe en reuniones con los diputados de su partido –normalmente en tono mesurado–, éste se bota por completo del paisaje a que nos tiene acostumbrados.
Ahora hay párrafos aguerridos, con frases como éstas: “nos enfrentamos a fuerzas que utilizarán todos los recursos a su alcance, lícitos e ilícitos, para retener el poder…”, “no podemos confiar en la palabra de quienes asumen conductas contrarias a lo que pregonan y perpetran actos al margen de la ley…”, “no legitimaremos ocurrencias, caprichos ni torpezas…”
¿Y a cuenta de qué? Pues la propia tarjeta lo indica, recordándonos que Francisco Rojas se reunió con el Presidente de la República “en días pasados”. El viernes 16, para ser exactos. Y para mayores datos añadamos nosotros que tres días antes, el martes 13, quien cruzó la misma puerta de Los Pinos fue el senador Manlio Fabio Beltrones.
¿Cosa de celos entre los líderes camarales? Seguramente algo hay de esto pero no es lo único. En las conversaciones que ambos priistas sostuvieron con Calderón llama la atención una disonancia si nos atenemos a los comunicados dados a conocer por la Presidencia de la República: con Rojas sí se trató el “clima postelectoral” y con Beltrones no.
Y es precisamente ese tema el que da pie al comunicado de la oficina de Francisco Rojas este domingo, el electoral. Según el texto, en la reunión con Calderón ambos –Rojas y el Presidente—coincidieron “en la necesidad de que todas las fuerzas políticas contribuyan a que el tema electoral concluya definitivamente con apego a la legalidad y el respeto a los ciudadanos”.
Sin embargo, a la hora de platicar con sus compañeros diputados, Rojas les expuso que “está claro que nos enfrentamos a fuerzas que utilizarán todos los recursos a su alcance, lícitos e ilícitos, para retener el poder, a pesar de que la estrategia de confrontación ha retrasado la solución de los problemas que asuelan a México”.
Les expuso que las tácticas “ya fueron probadas y seguramente las utilizarán en futuras elecciones: continuarán con el activismo al más alto nivel sin diferenciar la investidura con que se realice, y se intensificará la “guerra sucia” para desacreditar a los opositores y a las instituciones, fabricando pruebas para utilizarlas en alegatos judiciales posteriores, para intentar revertir resultados electorales adversos”.
Esas fueron las conclusiones a las que llegó el coordinador del PRI en San Lázaro luego de su intercambio de opiniones con Felipe Calderón sobre el clima post electoral.
De ahí a lo que agregaría después ya no hay gran trecho: “El PRI es una oposición responsable, más no ingenua. Siempre hemos estado dispuestos al diálogo y negociación de buena fe, pero no podemos confiar en la palabra de quienes asumen conductas contrarias a lo que pregonan y perpetran actos al margen de la ley”.
Rojas, pues, no salió muy contento de Los Pinos. Eso sí, con la claridad de que la lucha post electoral será dura y de que no hay, por ahora, ninguna intención del gobierno y/o del PAN de negociar las gubernaturas que van a tribunales
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