Quién lo dijera

Teodoro Rentería Arróyave

“El Partido Acción Nacional, PAN, no tiene nada que celebrar”, declaró Vicente Fox Quesada; la nota periodística que recoge las declaraciones del ex huésped de Los Pinos, que coinciden plenamente con la posición de Andrés Manuel López Obrador, me llegó a través del cada día mejor servicio de Difusión, Agencia Informativa, DEA, que dirige el reconocido colega, Arturo Bárcenas Bazán, a través de su corresponsal, Arturo Lobo, y la expresión fue inmediata: quién lo dijera, los más feroces enemigos políticos de los últimos años al fin armonizaron en algo, en su crítica al arrogante blanquiazul, el cual es cierto: no ganó nada.

El ex Presidente de México, quien rompió la hegemonía presidencial priista en el 2000, coincidió con Andrés Manuel López Obrador, ex candidato presidencial en el 2006, en que el PAN ni el Partido de la Revolución Democrática nada tienen que celebrar por el triunfo de las alianzas en los estados de Puebla, Oaxaca y Sinaloa.

Ambos, desde que Manuel Camacho Solís lanzó su idea de venganza contra el Partido Revolucionario Institucional y fue abrigado por los presidentes formales del Blanquiazul y de El Sol Azteca, Jesús Ortega Martínez y César Nava Vázquez, respectivamente, se declararon contrarios a las alianzas antinaturas “pues muestran una fuerza ficticia de los partidos”.

Inclusive Fox, aunque usted no lo crea, señaló que el PRI sigue siendo la primera fuerza política del país y esta fuerza debe de sumarla a las otras fuerzas políticas para impulsar la seguridad y superar la crisis económica. Es más, al dar por hecho que el Tricolor regresará a Los Pinos en el 2012, sentenció que si regresa el PRI a la presidencia debe ser en forma renovada y “que nos sea autoritario”

Por su parte, Andrés Manuel López Obrador sentenció que las alianzas en nada benefician al PRD y crean un falso espejismo de fuerza política, sumamente peligroso hacia el 2012., agregó que para el próximo año, el PRD tiene la fuerza y capacidad política suficiente para contender sólo, sin alianzas, por la gubernatura del Estado de México, de Guerrero, y de Michoacán, recordó que en esos dos últimos estados el Sol Azteca gobierna en la actualidad y está en posibilidades de refrendar su gobierno.

Fox Quesada, también lamentó lo acontecido en Aguascalientes donde su partido perdió la gubernatura, afirmó que lo sucedido en el estado hidrocálido debe ser una lección que el PAN debe de tomar en cuenta, y de plano dio “por muerto” a Nava Vázquez al advertir que el partido deberá de tener sumo cuidado en la elección del próximo líder nacional a efectuarse en diciembre próximo, en la que está latente la reelección del amigo de Felipe Calderón Hinojosa.

El colega Arturo Lobo, en su nota, hace un análisis muy interesante que ni si siquiera los partidos han tomado en cuenta, al afirmar que la diferencia de votos entre la alianza PAN, PRD, Convergencia y PT con el PRI-PVEM en los estados de Oaxaca, Sinaloa y Puebla, donde ganó la alianza antinatura fue sumamente cerrada, lo que demuestra que el PRI sigue siendo la primera fuerza en esos estados, porque los votos de la alianza ganadora se divide entre varios partidos, exacto, como lo aprecia Vicente Fox.

En nuevas declaraciones, López Obrador explicó que en referencia a sus aspiraciones expresadas en días pasados en que se dijo listo para competir por la Presidencia de la República, lo hizo en el sentido de que competirá primero por la candidatura de la izquierda, de las fuerzas progresistas la cual se definirá a mediados del año entrante por medio de una encuesta o por votación directa.

Sin embargo reitero que él tiene una red de 15 millones de votantes que enfrentará a la mafia del poder compuesta por los partidos Acción Nacional y Revolucionario Institucional, cuyos líderes nos quieren hacer creer que en México debe de existir sólo un bipartidismo, contra tal supuesto que impulsa Carlos Salinas de Gortari, es nuestra lucha a favor del pueblo, concluyó, en claro rechazo a las alianzas con la derecha.

A todo lo anterior se suma la contundente afirmación del indiscutible líder moral de las izquierdas, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, quien no sólo afirmó que deben de reconocerse los errores de la dirigencia nacional de su Partido, el de la Revolución Democrática, sino también hubo “traiciones”, al concretar las alianzas con Acción Nacional.

El ex candidato presidencial, rechazó las alianzas por contradictorias, particularmente en el terreno electoral, explicó que cuando El Sol Azteca y el Blanquiazul tienen propuestas programáticas confrontadas y principios opuestos, a su partido “lo perjudica, lo achica y finalmente hace que el PRD pierda posiciones en el espectro político del país”.

Y sobre la pronta refundación o reestructuración del PRD, que muchos militantes reclaman, el primigenio Jefe de Gobierno del Distrito Federal, afirmó: es necesario que quienes militamos en el partido actuemos y se reencause de acuerdo con los principios. Es importante alcanzar la unidad para lograr los cambios que requiere el país.

Con todos estos argumentos, es de coincidir con Andrés Manuel López Obrador, con Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, y quién lo dijera, hasta con Vicente Fox Quesada: tanto el Partido Acción Nacional como el Partido de la Revolución Democrática nada tienen que celebrar.

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