Puebla: Guerra de mochos

Álvaro Delgado

Como algunos esperan que en Puebla haya un empate técnico entre los candidatos a la gubernatura por parte del PRI y del PAN con sus respectivas alianzas –Javier López Zavala y Rafael Moreno Valle–, las acusaciones salpicadas de vulgaridad y bajeza que ambos se han lanzado –relacionadas con la corrupción, la homofobia, el aborto, la discriminación– hacen temer que el proceso electoral desemboque en violencia. Como sea, conservadores ambos, buscan a los jerarcas religiosos católicos y evangelistas para atraer más votos y apelan al fanatismo cuando, en vez de pronunciar un discurso, predican…

PUEBLA, Pue, 30 de junio (Proceso).- “Yo sí creo en Dios. Tengo principios y valores”, se ufanó el candidato priista a gobernador de Puebla, Javier López Zavala, en el debate con su rival de la coalición opositora, Rafael Moreno Valle, contra quien enseguida descargó un arsenal homofóbico que llevó al clímax la disputa por quién de los dos es más conservador, mentiroso y corrupto.

“Seguramente es cierto que hay funcionarios que cambian de coche, de casa y mujer, aunque yo sigo con la misma (esposa) y la misma casa, pero hay otros que cambian de partido y cambian de sexo”, embistió López Zavala a Moreno Valle, quien dejó el Partido Revolucionario Institucional (PRI) para convertirse en senador panista y busca gobernar Puebla como su abuelo que, en 1972, fue depuesto tras una matanza de campesinos.

La estrategia de López Zavala de exhibir sistemáticamente la supuesta preferencia sexual de Moreno Valle, así como de señalar que pretende legalizar el aborto y la adopción de niños por personas del mismo sexo –como lo hizo en el debate del miércoles 16 de junio–, es consistente con la agenda de derecha que ha impulsado como funcionario del gobierno de Mario Marín, quien lo impuso como candidato a sucederlo.

Por ejemplo, junto con Marín le arrebató al Partido Acción Nacional (PAN) el proyecto de penalizar el aborto en Puebla que aprobó el Congreso, en marzo de 2009, a iniciativa de los diputados priistas José Othón Bailleres y Pablo Fernández del Campo, con lo que se inició una ofensiva para conseguir reformas análogas en 16 estados del país.

Secretario de Gobernación los primeros dos años de Marín, cuando se produjo la detención y tortura de la periodista Lydia Cacho por la denuncia que contra ella presentó el empresario Kamel Nacif, López Zavala se convirtió en un secretario de Desarrollo Social estrechamente vinculado a los sectores religiosos, a los que dotó de recursos para construir y remodelar templos católicos y evangélicos.

“Entrego este recurso porque yo, al igual que ustedes, también creo en Dios”, dijo el funcionario en una de las muchas entregas de toneladas de cemento del programa Unidos para Progresar (Upp) y, haciendo ostentación de sus creencias, participó en procesiones y oficios religiosos que halagaron al arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa.

De hecho, como precandidato del PRI, López Zavala acudió, en febrero, a una misa celebrada en la Basílica de Guadalupe por el arzobispo, quien lo colocó en el área de invitados especiales, y ya como candidato se sumó a la “Procesión del Silencio”, celebrada el Vienes Santo, también junto a ese jerarca católico.

Frente a las especulaciones de su supuesto priismo, el arzobispo negó tener predilección por López Zavala –“nadie puede decir que yo tengo mi candidato, porque nadie puede entrar en mi corazón”–, y reiteró la neutralidad de la Iglesia: “Yo seguiré saludando a todos los candidatos como a cualquier persona devota que se acerque a mí; lo mismo puedo saludar a Javier López Zavala que a Rafael Moreno Valle”.

Sin embargo, la ostensible relación del priista con el arzobispo alarmó a Moreno Valle y al candidato de la coalición a la alcaldía de Puebla capital, Eduardo Rivera Pérez, sobre todo después de que, el 9 de marzo, López Zavala fue recibido por Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de México, a quien le solicitaron también una cita, el 28 de abril.

“Fue sólo una visita donde hubo un acercamiento privado del candidato a gobernador y del candidato a presidente municipal con la intención muy clara de platicar el trabajo que hemos venido realizando con Puebla”, declaró Rivera Pérez.

Este afán de los candidatos de lisonjear a la Iglesia católica ha sido permanente en la contienda, y por eso en el debate –en el que el petista Armando Etcheverry tuvo una discreta participación– López Zavala mantuvo su embate conservador contra Moreno Valle y preguntó a los votantes: “¿Le darías la confianza de tu familia a alguien que no tiene principios, que quiere legalizar el aborto y la adopción de niños inocentes por personas del mismo sexo?”.

El candidato de la coalición opositora tuvo que insistir en su “posición a favor de la vida”, tal como lo juró en la visita que hizo, el 11 de mayo, a la Universidad Popular Autónoma del Estado Puebla (UPAEP), fundada por la ultraderechista organización El Yunque: “En mis seis años como gobernador no se aprobará la ley para permitir el aborto”.

El cortejo de ambos candidatos se ha ampliado a las Iglesias cristianas, y en uno de esos encuentros, en la plaza de toros El Relicario, López Zavala sedujo a miles de fieles pentecostales al expresarles que sólo Dios “quita y pone autoridades”, para enseguida predicar: “Debo decirles que reconocemos que Puebla es un estado de Jesucristo”.

Le siguió un grito atronador del auditorio: “¡Jesús! ¡Jesús! ¡Jesús! ¡Jesús!”.

Pura corrupción

Pero López Zavala y Moreno Valle no sólo compiten por demostrar quién es el más conservador, en un torneo de vulgaridades y bajezas –que ya alcanzó al gobernador Mario Marín–, sino quién es el más mentiroso y el más corrupto.

López Zavala, candidato de la coalición Puebla Avanza –PRI y Partido Verde–, llama “candidato de las mentiras” a Moreno Valle, respaldado por la alianza Compromiso con Puebla, integrada por los partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y Convergencia.

El priista, con documentos, aseguró que Moreno Valle no es doctor, sino sólo licenciado; que no fue vicepresidente del Dresdner Bank, como se ha ufanado, y que además, como secretario de Finanzas de Puebla –entre 1999 y febrero de 2003–, causó un quebranto al presupuesto estatal por mil 500 millones de pesos.

Este episodio, conocido como el “hoyo financiero”, ha salpicado a priistas y miembros de la coalición opositora que encabeza Moreno Valle, porque éste lo cometió cuando era funcionario priista de Melquiades Morales, y por ello el PAN lo explotó políticamente en la campaña por la gubernatura de hace seis años.

Ahora los panistas y sus socios del PRD disculpan el monumental quebranto financiero, y los priistas se lo reprochan a Moreno Valle, pese a que en su momento lo convalidaron: El candidato López Zavala; el presidente estatal del PRI, Alejandro Armenta, y el presidente de ese partido en la capital, Carlos Meza Viveros, aprobaron como diputados la Cuenta Pública de Melquiades y, por lo tanto, la gestión de Moreno Valle.

A la acusación de mentiroso y corrupto que le endilga López Zavala a Moreno Valle, éste le ha respondido con desprecio por su origen chiapaneco, y personeros de la coalición difundieron, a través de la agencia Notimex, una copia de nacimiento, falsificada, que hacía guatemalteco al priista.

Y en respuesta a la acusación del priista de que su padre estuvo preso en Italia, por fraude, Moreno Valle derrumbó, con datos, el “mito” de que su rival es una persona de vida modesta, porque –acusó en el debate– posee un vasto patrimonio inmobiliario que puso a nombre de sus padres.

Conforme a un voluminoso paquete de documentos, distribuidos por personeros de la coalición que encabeza Moreno Valle –que en Puebla apenas si se publicaron–, los padres de López Zavala, Reynaldo López Cruz y Lilia Zavala Cruz, pasaron de la inopia a la prosperidad inmobiliaria.

En efecto, con base en la información, se identificaron 28 propiedades, entre terrenos y casas, con una superficie de 1 millón 783 mil 865 metros cuadrados, 26 de las cuales fueron adquiridas a partir de 2001, cuando López Zavala era ya servidor público.

Se pregunta: “¿Cómo una persona que en su lugar de residencia adquirió y vendió solamente dos propiedades en un periodo de casi 40 años logra, a partir del año de 2001 y en tan sólo 10 años, con mayor énfasis de 2005 en adelante, acumular este patrimonio?”.

De hecho, el documento refiere inclusive los ingresos que tenía el padre del candidato: En 1992 recibía un salario de 11 pesos diarios y su patrón era Menuri Construcciones, S.A. de C.V., y para octubre de 1996, cuando deja de cotizar y no cuenta con pensión o jubilación alguna, su sueldo era de 14 pesos en la empresa Construvivienda Obrera, S.A. de C.V.

López Zavala ejerció, en los años en que se adquirieron casi todas esas propiedades, varios cargos públicos: luego de haber sido director general del DIF de Puebla, entre 2001 y 2004 fue diputado local; de 2005 a 2007 fungió como secretario de Gobernación de la entidad, y de 2008 a 2010 se desempeñó como secretario de Desarrollo Social.

Se trata de 21 propiedades en Puebla y siete en Veracruz, que en su conjunto amparan un valor de 37.5 millones de pesos, según la estimación del valor comercial de los inmuebles.

En el caso de Veracruz se trata en realidad de fracciones de un extenso predio rústico conocido como La Burrera, ubicado en el municipio de Tierra Blanca, cuya porción mayor, de 650 mil metros cuadrados, tiene un costo en escrituras de 1 millón 755 mil pesos, pero su valor comercial estimado es de 9 millones 750 mil pesos.

Entre las notarías en Puebla que dieron fe de esas operaciones se encuentran la número 56, de Carlos Meza Viveros, presidente del PRI en el municipio de Puebla, con seis operaciones; la 50, de Carlos Roberto Sánchez Castañeda, padre de Carlos Sánchez, asesor del PRI estatal, con tres operaciones, y la 53, del gobernador Mario Marín, con una operación.

Al respecto, López Zavala se ha callado la boca.

Vulgaridades, bajezas, delitos

Desde antes del arranque formal de la campaña se perfilaba una confrontación ríspida, pero las acusaciones han escalado a nivel de pleito de arrabal, ante lo cual el Instituto Electoral del Estado (IEE), presidido por Jorge Sánchez Morales –a quien la coalición ha demandado su renuncia por su presunta inclinación priista–, se ha mantenido al margen.

La homofobia contra Moreno Valle, sobre todo desde el anonimato, ha escalado: va de calcomanías en las que aparece junto a la dirigente magisterial Elba Esther Gordillo, en medio de un corazón rosa, hasta la difusión de un video truqueado para hacerlo aparecer vestido de mujer, y una página de internet apócrifa con material escatológico.

De hecho, sólo por las expresiones que usó en el debate, López Zavala ya fue denunciado por homofobia ante el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), por el diputado local del PT José Manuel Benigno Pérez Vega, conocido como Pepe Momoxpan, porque “ambas manifestaciones no sólo transgreden las formas de comportarse en una discusión de cara al pueblo, sino discriminan, humillan y laceran la dignidad de miles de poblanos y poblanas pertenecientes a la diversidad sexual”.

En la recta final de la campaña circuló un correo electrónico con la amenaza de difundir una supuesta grabación donde se involucra a Moreno Valle en una relación sentimental que supuestamente tuvo con un joven en Estados Unidos cuando eran estudiantes, lo que él mismo calificó de falso.

“Sin saber qué digan, lo que digan es una mentira y lo van a documentar expertos. Quisiera ver si Marín puede desmentir así su relación con Jéssica Zamitiz”, dijo el panista y se sumó al nuevo escándalo del gobernador, quien ha sido otra vez exhibido con audiograbaciones profusamente difundidas desde el anonimato.

Hasta la esposa de Moreno Valle, Martha Érika Alonso, se sumó a la censura a Marín: “Si sucedió lo que sucedió con el caso de Lydia Cacho, qué podemos esperar de una gente como el gobernador”.

Y es que junto a la vasta distribución de paquetes que contienen las 40 audiograbaciones con diálogos privados entre Marín y la joven, los promotores de esta campaña dispusieron un blog en internet (preciozo.blogspot.com) que ofrece detalles sobre este escándalo: “Testimonio del delito de estupro (...) que debe castigarse con ocho años de cárcel a Mario Marín, el góber precioso y ahora también precioZo!! (sic)”.

Después de campañas que han polarizado a la sociedad poblana, se anticipa violencia en la jornada del 4 de julio –de la que los priistas culpan desde ahora a Elba Esther Gordillo, quien buscará, dicen, reventar la elección con “porros”–, sobre todo porque algunas encuestas registran un empate técnico entre los dos candidatos.

De hecho, por primera vez en la campaña, una encuesta puso a Moreno Valle delante de López Zavala con dos puntos. Fue Gabinete de Comunicación Política (GCP), que en mayo ubicaba al priista con 10 puntos de ventaja. La del diario Reforma colocó a ambos en empate técnico.

Sin embargo, Consulta Mitofsky aportó cifras muy distintas: López Zavala obtendría 43.7% y Moreno Valle sólo 34.2%. Es decir, 9.5 puntos de diferencia. Más diferencia entre ambos registró la empresa Prospecta Consulting, que dio al priista 16 puntos sobre el candidato de la coalición opositora.

Pero, al final, gane quien gane, el sucesor de Mario Marín será un priista y, además, conservador…

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