Patricia Flores iría a la cómoda embajada de México en Lisboa

Eje Central

Cuando el presidente Felipe Calderón destituyó a su jefa de Oficina, Patricia Flores, le pusieron a su disposición siete embajadas vacantes y dos puestos en la administración pública, para que decidiera a dónde quería ir.

La señora Flores, que tiene ambiciones políticas, no quería moverse de México, pero parece ser que ya cambió de opinión.

O al menos es lo que cuentan en los pasillos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, donde afirman que acaba de salir la solicitud de beneplático al gobierno de Portugal.

O sea, la cómoda embajada en Lisboa, refugio tradicional de los amigos del Presidente en turno, pinta para su próximo puerto de destino.

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