Poniendo fin a meses de especulación, el dos veces Jugador Más Valioso buscará el título con Miami junto a su amigo Dwyane Wade. Mientras en Cleveland hubo hasta disturbios policíacos tras perder al mayor símbolo deportivo de su historia.
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Incluso con los famosos Angeles Lakers ganando dos títulos consecutivos en las últimas temporadas, incluida una dramática última final en siete partidos contra sus archirivales Boston Celtics, mucho de la atención alrededor de la NBA se concentraba en un solo nombre: Lebron James.
Señalado hace tiempo, y con razón, como el más serio aspirante a suceder a Michael Jordan para dominar la liga de básquetbol más importante del mundo, pese a obtener los últimos dos premios como Jugador Más Valioso de la liga (MVP) y acumular estadísticas monstruosas año a año, no era capaz de liderar a un equipo promedio como los Cleveland Cavaliers hasta lo más alto.
Por eso, como su contrato con el único equipo donde ha jugado profesionalmente expiró tras la última temporada, casi todos los equipos en la NBA habían llevado a cabo procesos para balancear sus chequeras y así tener el suficiente dinero para convencerle que una mudanza era la mejor opción para obtener su primer anillo.
La lista de pretendientes era larga, con casos como los New York Knicks y New Jersey Nets que literalmente ‘botaron’ sus últimas campañas con tal de tener más dinero que el resto. Pero, en definitiva, quien se quedó con el premio gordo fue el Miami Heat.
Pese a no ser una potencia en la actualidad, los floridanos tenían varios anzuelos para atraer al ‘Rey’. El principal, que su estrella Dwyane Wade (quien también debía resolver su futuro pero jamás dando luces de querer abandonar la franquicia) es su amigo y le presentaba la oportunidad de pelear por un título formando la que tal vez sea la sociedad más prometedora en la historia de la liga.
Ambos superestrellas, demostraron en los JJ.OO de Beijing el 2008 que podían compartir el balón y jugar juntos, por lo que el experimento de tener dos figuras tan similares que siempre demandan el protagonismo podía resultar.
Además, Miami sumó esta misma semana a la tercera estrella que estaba en el mercado, Chris Bosh, lo que de inmediato le transforma en una amenaza triple para que el resto de los equipos deberán trabajar con tal de contrarrestar.
Sumando que el gerente de operaciones del Heat es el mítico Pat Riley (el entrenador de ‘Magic’ Johnson con Los Lakers en los ’80) y el paradisíaco clima de la ciudad, se pueden entender las razones de James, aunque es la forma la que despertó las mayores críticas.
CAOS EN CLEVELAND
Hace tiempo consciente de su fama, el alero sabe como sacarle provecho a su figura y sabiendo que todos los amantes de la NBA alrededor del mundo se preguntaban lo mismo, quiso dar a conocer sus intenciones anoche en un especial de una hora a través de la cadena ESPN.
Y, tras señalar que Miami sería su destino, las reacciones en Cleveland aparecieron de inmediato.
Marcada como una ciudad casi ‘maldita’ en lo deportivo (ninguno de sus equipos profesionales ha ganado nada hace 46 años), los fanáticos habían levantado a James como su máximo ídolo y por eso tomaron la noticia como una traición, desatando disturbios alrededor de la ciudad, con arrestos y daños a la propiedad incluidos.
Pero tal vez lo peor haya venido por parte de los mismos Cavaliers. Su ex jefe, el dueño mayoritario Dan Gilbert, envió una carta a la comunidad de Cleveland donde, en resumen, tildó la decisión de James como una “un espectáculo narcisista de autopromoción”, aclarándole a los fanáticos que ellos merecían algo más que “esta cobarde traición”.
Incluso más, Gilbert aseguró que su equipo ganará un título antes que “el auto-proclamado ‘Rey’”. Pero claro, esa apuesta tiene mucho de rabia, porque ahora los Cavaliers deberán comenzar desde cero, siendo candidatos puestos a terminar con la peor marca en la próxima temporada.
Y si eso ocurre, ya sabemos a quién se dirigirán todos los dardos.
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Incluso con los famosos Angeles Lakers ganando dos títulos consecutivos en las últimas temporadas, incluida una dramática última final en siete partidos contra sus archirivales Boston Celtics, mucho de la atención alrededor de la NBA se concentraba en un solo nombre: Lebron James.
Señalado hace tiempo, y con razón, como el más serio aspirante a suceder a Michael Jordan para dominar la liga de básquetbol más importante del mundo, pese a obtener los últimos dos premios como Jugador Más Valioso de la liga (MVP) y acumular estadísticas monstruosas año a año, no era capaz de liderar a un equipo promedio como los Cleveland Cavaliers hasta lo más alto.
Por eso, como su contrato con el único equipo donde ha jugado profesionalmente expiró tras la última temporada, casi todos los equipos en la NBA habían llevado a cabo procesos para balancear sus chequeras y así tener el suficiente dinero para convencerle que una mudanza era la mejor opción para obtener su primer anillo.
La lista de pretendientes era larga, con casos como los New York Knicks y New Jersey Nets que literalmente ‘botaron’ sus últimas campañas con tal de tener más dinero que el resto. Pero, en definitiva, quien se quedó con el premio gordo fue el Miami Heat.
Pese a no ser una potencia en la actualidad, los floridanos tenían varios anzuelos para atraer al ‘Rey’. El principal, que su estrella Dwyane Wade (quien también debía resolver su futuro pero jamás dando luces de querer abandonar la franquicia) es su amigo y le presentaba la oportunidad de pelear por un título formando la que tal vez sea la sociedad más prometedora en la historia de la liga.
Ambos superestrellas, demostraron en los JJ.OO de Beijing el 2008 que podían compartir el balón y jugar juntos, por lo que el experimento de tener dos figuras tan similares que siempre demandan el protagonismo podía resultar.
Además, Miami sumó esta misma semana a la tercera estrella que estaba en el mercado, Chris Bosh, lo que de inmediato le transforma en una amenaza triple para que el resto de los equipos deberán trabajar con tal de contrarrestar.
Sumando que el gerente de operaciones del Heat es el mítico Pat Riley (el entrenador de ‘Magic’ Johnson con Los Lakers en los ’80) y el paradisíaco clima de la ciudad, se pueden entender las razones de James, aunque es la forma la que despertó las mayores críticas.
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Hace tiempo consciente de su fama, el alero sabe como sacarle provecho a su figura y sabiendo que todos los amantes de la NBA alrededor del mundo se preguntaban lo mismo, quiso dar a conocer sus intenciones anoche en un especial de una hora a través de la cadena ESPN.
Y, tras señalar que Miami sería su destino, las reacciones en Cleveland aparecieron de inmediato.
Marcada como una ciudad casi ‘maldita’ en lo deportivo (ninguno de sus equipos profesionales ha ganado nada hace 46 años), los fanáticos habían levantado a James como su máximo ídolo y por eso tomaron la noticia como una traición, desatando disturbios alrededor de la ciudad, con arrestos y daños a la propiedad incluidos.
Pero tal vez lo peor haya venido por parte de los mismos Cavaliers. Su ex jefe, el dueño mayoritario Dan Gilbert, envió una carta a la comunidad de Cleveland donde, en resumen, tildó la decisión de James como una “un espectáculo narcisista de autopromoción”, aclarándole a los fanáticos que ellos merecían algo más que “esta cobarde traición”.
Incluso más, Gilbert aseguró que su equipo ganará un título antes que “el auto-proclamado ‘Rey’”. Pero claro, esa apuesta tiene mucho de rabia, porque ahora los Cavaliers deberán comenzar desde cero, siendo candidatos puestos a terminar con la peor marca en la próxima temporada.
Y si eso ocurre, ya sabemos a quién se dirigirán todos los dardos.
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