Molusco

Francisco Rodríguez / Índice Político

EN LOS PINOS
también hay un cefalópodo que, tal vez involuntariamente, imita al mundialmente célebre molusco Paul: aún antes de conocer los resultados oficiales de los encuentros electorales, el octópodo mexicano se posa sobre los colores que él cree son triunfadores y les llama por teléfono para extenderles una felicitación.

No hacen falta, así, las instancias electorales formales que durante ya más de tres décadas nuestra peculiar democracia ha venido construyendo. Esta suerte de marisco que ocupa las saladas aguas de Los Pinos les ha extendido una adelantada acta de defunción.

El señor Felipe Calderón no es siquiera original. Podría decirse que se “azedilló”, pues igual hizo la noche del 2 de julio del 2000 el entonces inquilino de la casa presidencial, quien “a la torera” también se saltó a las autoridades electorales federales levantándole el brazo a Vicente Fox aún antes de que la mayoría de los ciudadanos que habían cuidado las casillas electorales aún no regresaban a sus casas.

Aún “calientes” las urnas en los estados donde hubo comicios el reciente 4 de julio, el michoacano sancionó los resultados. Un “cable” de la agencia de noticias del gobierno –que no del Estado mexicano–, dio cuenta de las actividades privadas de Calderón, la tarde del 5 de julio, destacando que al mediodía había levantado el teléfono hasta en siete ocasiones para “comunicarse con las virtuales ganadores de gubernaturas, tras las elecciones celebradas el domingo en el país.

“El mandatario –así dice el despacho de Notimex– se comunicó vía telefónica con Gabino Cué Monteagudo, quien contendió en Oaxaca; con Rafael Moreno Valle Rosas, vencedor en Puebla; con Mario López Valdez, quien ganó en Sinaloa, y con César Duarte Jáquez, en Chihuahua.

“De igual forma llamó a Roberto Borge Angulo, que conforme los resultados de los Programas de Resultados Electorales Preliminares (PREP) obtuvo la gubernatura de Quintana Roo; con Mariano González Zarur, ganador en Tlaxcala, y Egidio Torre Cantú, en Tamaulipas.”

Más adelante, una actualización del “cable” apuntaba que un octavo “virtual” triunfador, el zacatecano Miguel Alonso Reyes, también habría recibido la ratificación de los resultados que preliminarmente le favorecían.

Hasta el lunes en la noche, esta suerte de molusco se había posado tres ocasiones sobre los colores de la alianza PAN-PRD –más fauna menor de acompañamiento–, y cinco sobre el cubo con los colores PRI-Verde.

Hasta el 5 de julio, pues, el “pulpo Felipe” ni siquiera se había acercado a las cajas transparentes en donde estaban colocados los colores de los contendientes de los encuentros en Aguascalientes, Durango, Hidalgo y Veracruz.

Pero muy temprano por la mañana del martes 6, el competidor del pulpo Paul abrazó las causas del hidrocálido Carlos Lozano de la Torre y del hidalguense Francisco Olvera, al también hacerles una llamada telefónica, con lo que –se leía en los portales de los diarios– “son ya 10 los contendientes reconocidos como triunfadores por el jefe de la nación”.

Así se interpretaron, pues, los movimientos bajo el agua –y por sobre la legalidad– del ocupante de Los Pinos: como un reconocimiento. Igualito, pues, que en la época de la llamada “presidencia imperial” que tanto criticaran en su momento los panistas.

Quizá fue por ello, por no tener el “reconocimiento” de Calderón que la señora Xóchitl Gálvez enfrió los ánimos belicosos con los que –alentada por la pareja Fox-Sahagún– calentaba el caldero desde Pachuca. Y es que, como no la “reconoció” Calderón…

Pero el michoacano no “reconoce” aún los triunfos del duranguense Jorge Herrera y el veracruzano Javier Duarte. ¿Les hace falta a ambos tal “reconocimiento”?

Aparentemente no a Herrera, quien ha anunciado que iniciará cabildeos para construir la propuesta para el Presupuesto 2011 para la entidad. Ya está trabajando con responsabilidad, pues hay que entregar la información a la SHCP para que esta, a su vez, haga llegar su propuesta de Paquete Económico a la Cámara de Diputados a más tardar el 8 de septiembre.

Por las mismas anda el veracruzano Duarte de Ochoa. Llamando a la unidad de sus paisanos y ya metido en trabajo de gabinete, mientras su contrincante muestra un rostro cada vez más frustrado. Eso, al menos, es lo que se deja ver debajo del betún pastelero.

¿Hasta cuándo se posará el pulpo de Los Pinos sobre los colores del PRI en Veracruz y Durango?

Hay expectación por verlo, ¿a poco no?

Índice Flamígero: “Reconocimiento (también exploración) es un término militar y médico que denota la exploración dirigida a la obtención de información”, dice la Wikipedia.

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