¿Mario Marín negoció la elección?

Manola Álvarez Sepúlveda

El resultado de la jornada electoral del 4 de julio sorprendió a todos. ¿Qué pasó? Existen varios escenarios sobre el fondo del triunfo de la Alianza Compromiso por Puebla. Usted decida cuál le convence.

El carisma de Rafael Moreno fue avasallante; sacó a votar por su proyecto de gobierno a más de un millón de electores. El voto duro del PRI es de más o menos 800 mil sufragios, que fueron los que tuvo Mario Marín y también Zavala. El del PAN es de aproximadamente 600 mil, los que obtuvo Francisco Fraile en la pasada elección. Así que en este proceso 600 mil ciudadanos más decidieron votar por Rafa.

Los poblanos dieron un voto de castigo al gobernador Mario Marín y por ello perdió Javier López Zavala, el “delfín” que continuaría con el mismo proyecto del actual mandatario.

Los operadores de Elba Esther Gordillo, fueron superiores a los del PRI poblano y por ello obtuvieron tan significativa victoria. Se dijo que se habían empadronado en Puebla a 60 mil profesores que fueron los que salieron a votar en las primeras horas del domingo y que hicieron que se revirtiera la costumbre de que el voto duro del PRI es el que vota en las primeras horas y el del PAN, después de asistir a misa.

El dinero que manejó la estructura de Moreno Valle fue muy abundante; por ello su gran campaña publicitaria. Él y los demás candidatos de su Alianza, cumplían las peticiones de los electores, casi al día siguiente de que las recibían: que cemento, que bancas para la escuela, en fin, lo que siempre se pide a los candidatos.

Mario Marín negoció con el presidente Calderón que, a cambio de obtener protección cuando termine su mandato, se dejó ganar las elecciones. Para sostener este escenario se dice que en un principio había precandidatos a diputados, presidentes municipales y gobernador, con un perfil mucho más alto y con posibilidades reales de ganar. Que sin embargo, el gobernador decidió que no lo fueran y que en su lugar el PRI escogiera a desconocidos sin carisma ni militancia para llegar al resultado que conocemos.

Los operadores del voto priista no fueron apoyados y les dejaron el campo libre a los “soldados” de la maestra. Esto hizo que José Alarcón, que de eso sabe mucho, perdiera el control e insultara a los panistas. Tampoco hubo dinero de esta parte para contrarrestar lo que ofrecían los “elbistas”. Muchos priistas que se sintieron traicionados hoy se preguntan: ¿el por qué de esta actitud?

A nivel nacional no se puede hablar de un voto anti PRI, ya que se ganaron 9 gubernaturas de las 12 que estuvieron en juego y sólo perdió Oaxaca, Puebla y Sinaloa. Y en tres de las que ganaron gobiernan el PAN y el PRD.

Tampoco es verdad lo que declaró Cesar Nava, que el PAN está de vuelta y conservará la Presidencia de la República, ya que en los casos en que fue solo, no ganó ninguna gubernatura; es más perdió dos que tiene, o sea Aguascalientes y Tlaxcala; donde ganó en alianza fue gracias a que postularon a ex militante de convergencia y a dos ex priistas.

Felipe Calderón perdió la oportunidad de ser un estadista y se convirtió en coordinador de campaña de la Alianza, actitud que le produjo un desgaste adicional al que ha sufrido desde que tomó posesión, acto éste último que se lo debe a los diputados priistas.

Peña Nieto tendrá mucho cuidado con la designación que su partido haga del candidato a gobernador. Negociar con los que no sean para evitar que la Alianza los cache.

En Puebla tendremos un gobierno sui generis porque estará en manos de un priista de otra corriente a la del actual gobernador. Es un tipo conocido por todos los militantes, admirado por unos y odiado por otros. Pero no tanto como lo hacen los del Yunque y Ana Teresa Aranda. ¿Qué hará? ¿Con quienes gobernará? ¿Cuál será su actitud hacia Marín? Esto lo sabremos dentro de siete meses, tiempo en que también responderá algunas de las interrogantes señaladas.

Por lo que hace al PRI poblano, tendrá que revitalizarse y recordar el nacionalismo y validar su cercanía con la Constitución y ser una verdadera oposición. Para salir adelante necesita de los jóvenes ideológicamente comprometidos y un dirigente como Manuel Bartlett. ¿Cómo la ve?

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