M. Night Shyamalan da un vuelco a otro cine con "The Last Airbender"

AFP

LOS ÁNGELES — "The Last Airbender", la última cinta de M. Night Shyamalan marca la diferencia con el cine de suspenso que dio fama a este director, quien esta semana vuelve a las salas con una historia en 3D y efectos visuales con la impronta del argentino Pablo Helman.

La película que entre finales de julio y mediados de agosto llegará a Argentina, Colombia, Brasil y España, es la adaptación de la serie animada "Avatar: The Last Airbender" transmitida por el canal infantil Nickelodeom.

M. Night Shyamalan ("The Sixth Sense", "Signs") se propuso recrear en formato 3D la historia de Aang, un niño cuya promesa es salvar al mundo de la guerra, luego de una letal campaña de casi un siglo en la nación del fuego, que se propuso la dominación global sobre las naciones tribales de aire, agua y tierra.

"Mi implicación con la película empezó seis meses antes de iniciar la filmación, y consistió en sentarme con el director, Night, en su oficina en Philadelphia y ver hoja por hoja el guión y establecemos una metodología para filmar la película", contó a la AFP Helman, supervisor de efectos visuales para Industrial Light & Magic, empresa dedicada a efectos especiales fundada por George Lucas en 1975.

"Pero nunca sabemos cómo lo vamos a hacer", apuntó este argentino nominado dos veces a un Oscar por Mejores Efectos Visuales por "Star Wars: Episode II "Attack of the Clones" y por su trabajo en la cinta de Steven Spielberg "War of the Worlds".

"Shyamalan quería que fuera una visión muy realista", dijo Helman. Y para lograrlo partió hasta Groenlandia: "Estuve dos semanas en Groenlandia, haciendo tomas de helicópteros y botes sobre los iceberg y luego toda la compañía vino y estuvimos cuatro semanas más en la parte de rodaje", contó.

La película cuenta con un elenco muy joven que incluye -junto a Noah Ringer, Nicola Peltz y Jackson Rathbone- a Dev Patel, el héroe de la premiada película "Slumdog Millionaire". El presupuesto de la cinta fue estimado en 150 millones de dólares en producción y unos 130 millones en publicidad.

"En realidad, la vulnerabilidad es la fortaleza de Zuko. Lo mejor de Dev Patel es su vulnerabilidad. Dev era ese hombre-niño cuando lo elegimos para el papel, la combinación perfecta entre ira y compasión", dijo Shyamalan, según las declaraciones proporcionadas por el estudio.

Pero como en todas estas cintas, el factor de los efectos visuales juega un papel trascendental, sobre todo cuando la historia impone una sola alternativa a las tribus: la rendición incondicional o la aniquilación total.

"Para lograr esa rendición, los retos tecnológicos en esta película tuvieron que ver con partículas digitales que cambian y que hacen una rendición del fuego, la tierra, el agua y el aire en una forma completamente realista pero con actuaciones y comportamientos particulares", indicó Helman.

"Mi trabajo tiene que ver con crear cosas que no han sido vistas nunca, entonces, como digo yo, si no han sido vistas nunca quiere decir que yo tampoco las he visto".

Aún cuando Pablo Helman se enorgullece de poder crear con equipos de 300 personas estos efectos, sostiene que "siempre necesitas una historia para contar. Los efectos visuales están al servicio de la historia, si no hay historia no valen los efectos visuales".

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