Televisa-Telefónica-Megacable contra Telmex

Álvaro Cepeda Neri

El presidencialismo panista, integrado con derechistas, conservadores y sectas religiosas (como El Yunque, del que son miembros César Nava y Manuel Espino, aparentemente antagónicos por su filiación y rechazo calderonista), en nada se ha separado del viejo estilo autoritario y corrupto, al usar el poder para sacarle raja: hacerse de apoyos y favores, tal y como ha quedado demostrado con la asignación de la llamada fibra oscura (propiedad del gobierno mexicano y administrada por la secretaría de Comunicación y Transportes, donde su titular: Molinar Horcasitas, tiene el hacha sobre el cuello para cortarle la cabeza, si lo de la Guardería ABC remacha su responsabilidad en el homicidio de 49 niños).

Esa fibra que servirá para que: Televisa-Telefónica y Megacable (tres empresas que confluyen en los mismos servicios, y que se han unido para enfrentar a Telmex), transmitan servicios de televisión, telefonía móvil e Internet, ha sido rentada de manera parcial a ese grupo, ya que por órdenes de Molinar Horcasitas, intolerante porque TV-Azteca ha estado informando sobre el infierno que vivieron los niños que murieron en la guardería sonorense, marginó a Salinas Pliego y su imperio, convenciendo a Calderón de que para las elecciones presidenciales del 2012 solamente necesitan a Televisa, para manipularlas. Molinar Horcasitas, no obstante su declive, insiste en ser postulado, pero le enseñan los dientes Lujambio (el que puso el futbol como materia escolar en primarias y secundarias; la Vázquez Mota, con su palidez de cera y su ambición del tamaño del mundo y etc.).

Al favorecer a esas tres empresas, la de Azcárraga ya con capital e intereses estadounidenses; Telefónica, de inversiones españolas con su testaferro Gil Díaz, el ex secretario de Hacienda de Mart(h)a Sahagún y quien le hizo el favor a ésta de perdonar la cuantiosa deuda fiscal de Excélsior, para que ella con Olegario Vázquez Raña, sean los dueños del periódico. Y a Megacable, otra empresa extranjera, de lo que se trató es de crear un cuasimonopolio de telecomunicaciones para ver si, en lugar de competir contra Carlos Slim, al que odia Calderón, le pegan tan duro que Telmex, aunque baje los precios por sus servicios, se rinda. En el entendido de que Slim ya está viendo ese tsunami de telecomunicaciones, y en una de esas se vaya de México con todo y sus 100 mil millones de dólares (que son todas sus inversiones en nuestro país).

Por lo pronto, con todo el abuso presidencial Molinar Horcasitas, aún con la soga al cuello, se salió con la suya y estas empresa ni modo que compitan entre sí. Más o menos unificarán precios, con mínimas variaciones; obligarán a Telmex a bajar los suyos. Pero, la competencia, empero, no la veremos ni disfrutaremos los consumidores. Son arreglos en la cúpula del poder presidencial para los intereses de Felipe Calderón, el PAN y la disputa presidencial que, de todas maneras perderán los panistas.

Comentarios