Luis Sartori / La Razón
No le hacía falta a Mauricio Macri la "mano" que ayer le dio su propio padre, Franco, para confirmar que el jefe de Gobierno porteño atraviesa un momento políticamente complicado.
El fallo de la Cámara Federal, que confirmó su procesamiento por el espionaje en la Ciudad, llega en el momento exacto en que tomaba envión como candidato presidencial en una gira por tres países americanos. El jueves, precisamente, recibió la desagradable noticia en República Dominicana, última escala.
Su asesor, el ecuatoriano Jaime Durán Barba, le aseguró ayer a Clarín que la estrategia -ahora- debe seguir haciendo eje en la gestión. Pero no parece ser esa la idea que predomina en sus asesores después del golpazo judicial.
En el entorno macrista ya se empieza a hablar de que es el momento de acercarse -finalmente- al peronismo federal o anti K.
Los principales dirigentes del macrismo coinciden en la necesidad de reforzar la política para enfrentar la embestida kirchnerista, decidido a bajarlo como candidato. Y la alianza con el peronismo federal, el espacio al que adhiere el ex aliado Felipe Solá, resulta el objetivo inmediato.
Macri siempre esperó que lo fueran a buscar; no imaginaba que su entorno lo empujaría a acercarse.
Ya hay contactos, sobre todo en el sector legislativo.
Eduardo Amadeo, diputado electo en 2009 por UniónPRO, fue uno de los pocos que salió a respaldar a Macri. En la vereda contraria, Lilita Carrió alabó el fallo de Cámara y parece refregarse las manos a la espera del tiro final: una comisión investigadora en la Legislatura.
No le hacía falta a Mauricio Macri la "mano" que ayer le dio su propio padre, Franco, para confirmar que el jefe de Gobierno porteño atraviesa un momento políticamente complicado.
El fallo de la Cámara Federal, que confirmó su procesamiento por el espionaje en la Ciudad, llega en el momento exacto en que tomaba envión como candidato presidencial en una gira por tres países americanos. El jueves, precisamente, recibió la desagradable noticia en República Dominicana, última escala.
Su asesor, el ecuatoriano Jaime Durán Barba, le aseguró ayer a Clarín que la estrategia -ahora- debe seguir haciendo eje en la gestión. Pero no parece ser esa la idea que predomina en sus asesores después del golpazo judicial.
En el entorno macrista ya se empieza a hablar de que es el momento de acercarse -finalmente- al peronismo federal o anti K.
Los principales dirigentes del macrismo coinciden en la necesidad de reforzar la política para enfrentar la embestida kirchnerista, decidido a bajarlo como candidato. Y la alianza con el peronismo federal, el espacio al que adhiere el ex aliado Felipe Solá, resulta el objetivo inmediato.
Macri siempre esperó que lo fueran a buscar; no imaginaba que su entorno lo empujaría a acercarse.
Ya hay contactos, sobre todo en el sector legislativo.
Eduardo Amadeo, diputado electo en 2009 por UniónPRO, fue uno de los pocos que salió a respaldar a Macri. En la vereda contraria, Lilita Carrió alabó el fallo de Cámara y parece refregarse las manos a la espera del tiro final: una comisión investigadora en la Legislatura.
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