Francisco Garfias
“¿Por qué te vinculan a los Zetas..?” Miguel Osorio Chong, gobernador de Hidalgo, se cimbró con la pregunta. Se la hacía nada menos que su hijo de 14 años, a partir de la publicación, en una revista de circulación nacional, de que hay una investigación en su contra por presuntos nexos con el temible cártel de la droga. Pero también de la “campaña sucia” que adversarios suyos, que no identifica, lanzaron en panfletos y redes sociales. “Escriben mi apellido con zeta”, se queja.
El gobernador de Hidalgo tiene cita, el próximo lunes, con el procurador Arturo Chávez Chávez. Va con una petición muy concreta: que lleven hasta sus últimas consecuencias la famosa investigación en su contra, realizada, dice, a partir una “denuncia anónima”. El hombre deja el palacio de gobierno en ocho meses, y quiere dejar limpio su nombre y el de su familia.
La historia data de cuando Eduardo Medina Mora era el procurador. El propio Osorio nos cuenta que se enteró de la indagatoria, porque alguien de la PGR se lo filtró. De inmediato se comunicó con el entonces abogado de la Nación. Quería corroborar la versión. Pidió cita cuando supo que era cierto. El ahora embajador en Londres lo recibió con el documento en la mano y las siguientes palabras: “No hay nada, no te preocupes…”
Osorio no se quedó tranquilo. Buscó a Fernando Gómez Mont, entonces secretario de Gobernación. Recibió idéntica respuesta. El gobernador de Hidalgo la dejó correr, hasta que, en abril pasado, Proceso dio a conocer la existencia de la averiguación previa. El semanario precisó que la investigación se abrió a partir de una denuncia presentada por un “Grupo de Ciudadanos Hidalguenses”, y que el documento llegó a la SIEDO a través de un servicio de mensajería.
“¡Te lo dije…!”, reprochó Osorio a Gómez Mont, tras la aparición del texto en la revista. El entonces titular de la Segob quiso reparar el daño e, inusualmente, sacó un comunicado para desmentir la versión. No funcionó. El asunto fue llevado a las redes sociales. Allí se multiplicó, para desgracia del gobernador.
* * *
“Esa no fue mía”, nos dijo Xóchitl Gálvez, cuando le preguntamos sobre los señalamientos en contra de Osorio Chong en Twitter, Facebook y en los panfletos.
La ex candidata de la coalición opositora local fue incluso más lejos. Reveló que, antes de meterse a la campaña electoral, indagó “al más alto nivel” sobre la veracidad de las acusaciones contra el gobernador de su estado. “Me dijeron que no hay nada”, reconoció.
Xóchitl, por cierto, se acababa de enterar de que en el tribunal estatal electoral le dieron “palo” a su demanda de anular la elección. Ya se lo esperaba. Ahora va a ir al TEPJF. Si también allí la “batean”, va a respetar el fallo. “No soy rijosa”, aclara. La ex comisionada de los pueblos indígenas ya tiene planes. “Voy a ser la presidenta municipal de Pachuca”, vaticina.
* * *
Seguimos en Hidalgo. El priista Paco Olvera, ganador oficial de la elección de gobernador, fue recibido ayer por el presidente Calderón. “Fue un encuentro ameno”, nos dijo el mandatario electo de esa entidad. La reunión duró 25 minutos. Hablaron de Seguridad Pública, pero también de la famosa Refinería de Tula. “El Presidente me dijo que se tenía que hacer”, aseguró el hombre. El aeropuerto fue también tema de conversaciíon, pero allí la cosa no quedó clara. Olvera le regaló a Felipe camisetas del Pachuca autografiadas por los jugadores. “Sus hijos le van a los tuzos”, explicó.
* * *
Paco Ramírez Acuña va con todo por la presidencia nacional del PAN. “Es hora de un golpe de timón; de oxigenar al partido, de volver a los orígenes”, nos dijo el todavía presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados. Sabe que no la tiene fácil. El Consejo Nacional es mayoritariamente calderonista, y César Nava seguramente buscará la reelección. Aprovechó para aclarar que es falso que se presente como “el candidato de Felipe”, como algunos afirman en el CEN del partido.
“¿Por qué te vinculan a los Zetas..?” Miguel Osorio Chong, gobernador de Hidalgo, se cimbró con la pregunta. Se la hacía nada menos que su hijo de 14 años, a partir de la publicación, en una revista de circulación nacional, de que hay una investigación en su contra por presuntos nexos con el temible cártel de la droga. Pero también de la “campaña sucia” que adversarios suyos, que no identifica, lanzaron en panfletos y redes sociales. “Escriben mi apellido con zeta”, se queja.
El gobernador de Hidalgo tiene cita, el próximo lunes, con el procurador Arturo Chávez Chávez. Va con una petición muy concreta: que lleven hasta sus últimas consecuencias la famosa investigación en su contra, realizada, dice, a partir una “denuncia anónima”. El hombre deja el palacio de gobierno en ocho meses, y quiere dejar limpio su nombre y el de su familia.
La historia data de cuando Eduardo Medina Mora era el procurador. El propio Osorio nos cuenta que se enteró de la indagatoria, porque alguien de la PGR se lo filtró. De inmediato se comunicó con el entonces abogado de la Nación. Quería corroborar la versión. Pidió cita cuando supo que era cierto. El ahora embajador en Londres lo recibió con el documento en la mano y las siguientes palabras: “No hay nada, no te preocupes…”
Osorio no se quedó tranquilo. Buscó a Fernando Gómez Mont, entonces secretario de Gobernación. Recibió idéntica respuesta. El gobernador de Hidalgo la dejó correr, hasta que, en abril pasado, Proceso dio a conocer la existencia de la averiguación previa. El semanario precisó que la investigación se abrió a partir de una denuncia presentada por un “Grupo de Ciudadanos Hidalguenses”, y que el documento llegó a la SIEDO a través de un servicio de mensajería.
“¡Te lo dije…!”, reprochó Osorio a Gómez Mont, tras la aparición del texto en la revista. El entonces titular de la Segob quiso reparar el daño e, inusualmente, sacó un comunicado para desmentir la versión. No funcionó. El asunto fue llevado a las redes sociales. Allí se multiplicó, para desgracia del gobernador.
* * *
“Esa no fue mía”, nos dijo Xóchitl Gálvez, cuando le preguntamos sobre los señalamientos en contra de Osorio Chong en Twitter, Facebook y en los panfletos.
La ex candidata de la coalición opositora local fue incluso más lejos. Reveló que, antes de meterse a la campaña electoral, indagó “al más alto nivel” sobre la veracidad de las acusaciones contra el gobernador de su estado. “Me dijeron que no hay nada”, reconoció.
Xóchitl, por cierto, se acababa de enterar de que en el tribunal estatal electoral le dieron “palo” a su demanda de anular la elección. Ya se lo esperaba. Ahora va a ir al TEPJF. Si también allí la “batean”, va a respetar el fallo. “No soy rijosa”, aclara. La ex comisionada de los pueblos indígenas ya tiene planes. “Voy a ser la presidenta municipal de Pachuca”, vaticina.
* * *
Seguimos en Hidalgo. El priista Paco Olvera, ganador oficial de la elección de gobernador, fue recibido ayer por el presidente Calderón. “Fue un encuentro ameno”, nos dijo el mandatario electo de esa entidad. La reunión duró 25 minutos. Hablaron de Seguridad Pública, pero también de la famosa Refinería de Tula. “El Presidente me dijo que se tenía que hacer”, aseguró el hombre. El aeropuerto fue también tema de conversaciíon, pero allí la cosa no quedó clara. Olvera le regaló a Felipe camisetas del Pachuca autografiadas por los jugadores. “Sus hijos le van a los tuzos”, explicó.
* * *
Paco Ramírez Acuña va con todo por la presidencia nacional del PAN. “Es hora de un golpe de timón; de oxigenar al partido, de volver a los orígenes”, nos dijo el todavía presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados. Sabe que no la tiene fácil. El Consejo Nacional es mayoritariamente calderonista, y César Nava seguramente buscará la reelección. Aprovechó para aclarar que es falso que se presente como “el candidato de Felipe”, como algunos afirman en el CEN del partido.
Comentarios