En Tamaulipas, por huracán Alex y caso Rodolfo Torre Cantú: Victoria hecha pedazos…

Afirmar que los fenómenos naturales no tienen palabra de honor, es seguramente de las pocas cosas en que los meteorólogos y los políticos se ponen de acuerdo...

Eleazar Ávila / Hoy Tamaulipas


Afirmar que los fenómenos naturales no tienen palabra de honor, es seguramente de las pocas cosas en que los meteorólogos y los políticos se ponen de acuerdo. Especialmente cuando ambos tienen que justificar, el movimiento errático, los primeros, en tanto que los segundos la oportunidad de exigir mayores recursos, para luego del recuento de los daños, aliviar la vida de la población.

En el caso del Huracán Alex, hasta pasadas las 10 de la noche, los servicios de seguimiento del clima incluida la misma NASA, sugirió que el meteoro se dirigía al Oeste desde Punta de Piedra a la altura de San Fernando. Y por eso pocos esperaron que diera “el volantazo” para pasar prácticamente por encima de la capital.

La entrañable Ciudad Victoria, impuesta al comfort que da la presencia efectiva de los poderes del Estado se fue a dormir. Unos después de ver la dosis nocturna de telenovelas, otros, tras cerrar los noticieros estrella de Joaquín López Dóriga, Javier Alatorre y Ciro Gómez Leyva y es que para ese entonces los efectos eran todavía parciales. Lluvia y viento que muchos pensaron, era la cola del huracán.

Por eso además, cuando salieron las primeras chispas desde la pantalla de leds, contra esquina de la gasolinera del ex diputado Rodrigo Canales, los comensales de Las Viandas ni se mortificaron… hasta que se fue la luz en el sector. Los hoteles se llenaron de políticos que aun estaban en el corazón de Tamaulipas, sufriendo en colectivo la tragedia de su candidato.

Se agolpaban en los accesos de los hoteles de postín, hasta que otra dosis de realidad les bajó el aliento. No funcionan los aires, y del piso tres en adelante todas las habitaciones (del Hamton) se mojan les decían con sinceridad. ¡Vamonos al Holiday Inn!... Y salieron despavoridos, mientras que la caida de transformadores empezaba a hacer sus travesuras.

“Acá si hay luz, la planta no tiene problemas, pero a veces falla”, presumieron en el 1064874, mientras el anuncio de Office Depot mordía el pavimento del llamado 8. Aún así, la mayoría desestimó los daños. Salvador Treviño Salinas, titular de proteccion civil, advertía a los valientes que viajar al norte rumbo de San Fernando no era sensato. Con el mal tiempo “el espacio está listo para los suicidas, los amantes de la adrenalina (los medios) o para los viven en una isla aparte y no saben el riesgo en que van a meter” agregaba uno de los que exigía que pronto le instalaran para ver la tele.

Lo responsable, es esperar hasta después de las 11 de la mañana y atender las indicaciones que los cuerpos de seguridad en cabezados por el gobernador, pero no antes y tenía razón sostenía el célebre “Chavalín”. Ya al amanecer, Ciudad Victoria, el poderoso corazón de Tamaulipas lucía sus peores galas.

Árboles caídos, como en el 17 donde finalmente cedieron a la fuerza del viento los enormes eucaliptos apenas a unas cuadras de Presidencia Municipal donde lucieron arrancados desde la raíz,

Los religiosos dirán que es una lección de Dios y que sus designios son incomprensibles. El gobierno hará, como sucedió en Julio de 2005, una nueva exhibición de toda la fuerza organizada para atender la contingencia, en tanto que a la distancia, muchos candidatos habrían rezado porque el impacto hubiera sucedido hace 15 días, lo que habría sido un regalo para el proselitismo.

Días para jugar a salvar vidas, para contar hazañas en las que con un poco de talento y dinero, habrían desplegado tal fuerza, como para aspirar a mover los números que hoy conocemos.

Sin embargo, hoy la realidad es otra. A la tragedia de perder al doctor Rodolfo Torre Cantú, se sumó el desastre natural cuyos impactos políticos apenas estamos por vivir. Quizá no tanto como para mover finalmente la ruta y vuelo de las campañas, pero si, para comprometer, para obligar a todos los operadores anaranjados, tricolores, azules, amarillos, los “verde fresa”, “los verde pizarrón” y los rojos, ponerse las pilas que les permitan llegar, con el menor daño posible y con sólida moral al 4 de Julio.

No jugará la selección el domingo, pero los eventos de la semana, apretarán las estrategias para la movilización y que al término del día, los ciudadanos de bien y la clase política decente de Tamaulipas vivan una jornada sin complicaciones. Para que la tranquilidad esperada, en la renovación de los poderes ejecutivo y legislativo, de paso con la mayor agilidad posible a la etapa de la reconciliación entre todas las fuerzas de la entidad.

Se oye bien, pero la vida a través de la historia, nos ha marcado lo suficiente como para entender que todo sigue y que hay cosas en las que no se podrá dar marcha atrás.

Del saldo, ayer mismo el gobernador Eugenio Hernández Flores, al encabezar una reunión con las autoridades de Potección Civil destacó que tras el paso de Alex no haya vidas que lamentar, a la vez que anunció que hoy, tras la evaluación que ya se realiza, se decidirá si la zona de impacto se declara como zona de desastre. “Lo importante es que no hay ninguna persona herida, ninguna persona fallecida” explicó a los medios.

El ejecutivo, aprovechó además para invitar a a los ciudadanos a salir a votar el próximo domingo, con la libertad que marca la ley y la responsabilidad cívica, en tanto que aseguró, habrá todo el esfuerzo para que la jornada se realice sin contratiempos, a pesar de los sucesos de la semana.

OTROSI: A que caray con aquella canción que dice… “todo pasa y todo queda….”.

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