Pedro Echeverría V.
1. Panamá, uno de los países de Centroamérica que más ha sido explotado y sojuzgado por el imperialismo estadounidense y la burguesía criolla, otra vez está en pie de lucha. Desde el pasado viernes 2 de julio, después de grandes manifestaciones y acciones de protesta en todo el país, más de 5 mil trabajadores de la Bocas Fruit Company -a los que se le han unido los trabajadores de las bananeras independientes y otras organizaciones sindicales y gremiales- desarrollan una huelga por la derogación de la Ley 30, contra la negativa de la empresa de descontar la cuota sindical y por la retención de la quincena que le corresponde a los trabajadores. Se espera que mañana martes, 13 de julio estalle una huelga mucho más grande y combativa pues los trabajadores se han hecho más conscientes de las leyes represivas y antihuelgas que les están imponiendo.
2. El gobierno panameño, encabezado desde el 1 de julio de 2009 por el multimillonario derechista, dueño de supermercados, Ricardo Martinelli, en su afán de promover los negocios y beneficiarse directamente de ellos, señaló cínicamente que “este país está listo para la inversión extranjera” porque ya no existe derecho a huelga para los trabajadores, se desarrolla un proceso de extinción de los sindicatos, se imponen condiciones de esclavitud en el sector laboral; no hay que realizar los “engorrosos” estudios de impacto ambiental y existe una policía dispuesta a sofocar a sangre y fuego las protestas sociales amparada en la impunidad y la licencia para asesinar que le otorga la Ley 30, a lo que se agrega la llamada Ley “Carcelazo” que sanciona con penas de 6 meses a 2 años de prisión a todo aquel que ose manifestarse en las calles.
3. Panamá es un pequeño país de menos de tres y medio millones de habitantes. Su historia ha estado ligada totalmente al Canal interoceánico de más de 80 kilómetros dominado por los EEUU desde 1914, aunque inaugurado formalmente seis años después. La economía del país ha dependido de los negocios del Canal dando lugar al desarrollo de una gran flota mercante petrolífera y una economía bancaria y financiera de nivel internacional que convirtió a pequeño Panamá en la producción más alta de Latinoamérica. Sin embargo mientras los empresarios y gobernantes, asociados con el gobierno de los EEUU durante todo el siglo XX, obtienen gigantescos ingresos, han mantenido a la población en condiciones de aguda explotación, pobreza y miseria; además de han dedicado a destruir lo que queda del sindicalismo obrero.
4. En este país todo ha sido Canal de Panamá, pero también gobiernos muy fuertes y represivos al servicio de los EEUU. En los últimos años los generales Omar Torrijos y Manuel Antonio Noriega tuvieron algunos signos de querer rebelarse a la total dominación del gobierno yanqui. Torrijos logró en 1977 firmar con el presidente Carter el mantenimiento y defensa del Canal hasta 1999 y, por su parte Noriega en 1989 reprimió un nuevo intento de golpe de Estado y EEUU invadió Panamá instalando en el poder a Guillermo Endara. Fue hasta diciembre de 1999 cuando al fin el Canal pasó a manos panameñas. Sin embargo los EEUU no han dejado de dominar la economía y la política de aquel país por medio de mil negocios que se crearon alrededor del Canal. ¿Qué otra cosa es el presidente Martinelli sino un instrumento a su servicio?
5. Pero en Panamá existe una organización de trabajadores que se llama Frente Nacional por la defensa de los Derechos Económicos y Sociales (FRENADESO), que junto a la Coordinadora de Lucha por el Respeto a la Vida y Dignidad del Pueblo, ha hecho un llamado al pueblo para enfrentar en las calles las terribles medidas que “el Gobierno de Martinelli pretende imponer después de los Carnavales, que incluyen, entre otras, las reformas inconsultas y arbitrarias a la Caja de Seguro Social (CSS), el aumento del costo de la vida con el incremento del ITBMS del 5% al 7%, el alza del agua, del pasaje, la intención de imponer a toda costa el retrógrado e improvisado proyecto de transformación curricular en la Educación; además de continuar con el plan de control absoluto de todos los poderes del Estado”.
6. No olvidemos que estamos frente a un Gobierno de mercaderes, declaran los trabajadores. Se trata de uno de los clanes más peligrosos y arcaicos de la mafiocracia que siempre ha gobernado en Panamá, vinculado a los grupos más recalcitrantes a nivel internacional que son nada menos que: los sectores más belicosos de Estados Unidos, la mafia de Miami, el gobierno narcomilitar de Alvaro Uribe, el del corrupto de Silvio Berlusconi, el régimen de facto y de Escuadrones de la Muerte de Honduras; y al servicio de agencias tenebrosas y terroristas como la Mossad de Israel y la CIA. Mientras gobierno y empresarios dicen no querer diálogo bajo presión y huelga, los obreros denuncian la negativa del gobierno a derogar la ley laboral, una ley fascista que sólo busca a exprimir y asesinar obreros intensificando más el trabajo.
7. Lo único que podemos esperar es que los líderes y los obreros sigan adelante en sus luchas porque su liberación sólo puede ser obra de ellos mismos; pero también deben estar muy atentos para evitar que los millonarios y militares panameños, con apoyo del gobierno de Colombia y del imperio, logren encarcelarlos y asesinarlos. Panamá, un pueblo mestizo con mucha influencia negra, es un pueblo que durante décadas a sufrido golpes de Estado y gobiernos militares; pero es un pueblo que siempre ha estado de pie defendiendo sus derechos con dignidad. ¿Busca acaso Martinelli hacer un conflicto grande para justificar una represión brutal contra los obreros e imponer una ley laboral? El mundo debe estar atento a lo que pudiera suceder en este país porque a pesar de su pequeñez sirve para medir la posición de Obama, de Colombia y el futuro de América. ¡Viva la lucha de los panameños!
1. Panamá, uno de los países de Centroamérica que más ha sido explotado y sojuzgado por el imperialismo estadounidense y la burguesía criolla, otra vez está en pie de lucha. Desde el pasado viernes 2 de julio, después de grandes manifestaciones y acciones de protesta en todo el país, más de 5 mil trabajadores de la Bocas Fruit Company -a los que se le han unido los trabajadores de las bananeras independientes y otras organizaciones sindicales y gremiales- desarrollan una huelga por la derogación de la Ley 30, contra la negativa de la empresa de descontar la cuota sindical y por la retención de la quincena que le corresponde a los trabajadores. Se espera que mañana martes, 13 de julio estalle una huelga mucho más grande y combativa pues los trabajadores se han hecho más conscientes de las leyes represivas y antihuelgas que les están imponiendo.
2. El gobierno panameño, encabezado desde el 1 de julio de 2009 por el multimillonario derechista, dueño de supermercados, Ricardo Martinelli, en su afán de promover los negocios y beneficiarse directamente de ellos, señaló cínicamente que “este país está listo para la inversión extranjera” porque ya no existe derecho a huelga para los trabajadores, se desarrolla un proceso de extinción de los sindicatos, se imponen condiciones de esclavitud en el sector laboral; no hay que realizar los “engorrosos” estudios de impacto ambiental y existe una policía dispuesta a sofocar a sangre y fuego las protestas sociales amparada en la impunidad y la licencia para asesinar que le otorga la Ley 30, a lo que se agrega la llamada Ley “Carcelazo” que sanciona con penas de 6 meses a 2 años de prisión a todo aquel que ose manifestarse en las calles.
3. Panamá es un pequeño país de menos de tres y medio millones de habitantes. Su historia ha estado ligada totalmente al Canal interoceánico de más de 80 kilómetros dominado por los EEUU desde 1914, aunque inaugurado formalmente seis años después. La economía del país ha dependido de los negocios del Canal dando lugar al desarrollo de una gran flota mercante petrolífera y una economía bancaria y financiera de nivel internacional que convirtió a pequeño Panamá en la producción más alta de Latinoamérica. Sin embargo mientras los empresarios y gobernantes, asociados con el gobierno de los EEUU durante todo el siglo XX, obtienen gigantescos ingresos, han mantenido a la población en condiciones de aguda explotación, pobreza y miseria; además de han dedicado a destruir lo que queda del sindicalismo obrero.
4. En este país todo ha sido Canal de Panamá, pero también gobiernos muy fuertes y represivos al servicio de los EEUU. En los últimos años los generales Omar Torrijos y Manuel Antonio Noriega tuvieron algunos signos de querer rebelarse a la total dominación del gobierno yanqui. Torrijos logró en 1977 firmar con el presidente Carter el mantenimiento y defensa del Canal hasta 1999 y, por su parte Noriega en 1989 reprimió un nuevo intento de golpe de Estado y EEUU invadió Panamá instalando en el poder a Guillermo Endara. Fue hasta diciembre de 1999 cuando al fin el Canal pasó a manos panameñas. Sin embargo los EEUU no han dejado de dominar la economía y la política de aquel país por medio de mil negocios que se crearon alrededor del Canal. ¿Qué otra cosa es el presidente Martinelli sino un instrumento a su servicio?
5. Pero en Panamá existe una organización de trabajadores que se llama Frente Nacional por la defensa de los Derechos Económicos y Sociales (FRENADESO), que junto a la Coordinadora de Lucha por el Respeto a la Vida y Dignidad del Pueblo, ha hecho un llamado al pueblo para enfrentar en las calles las terribles medidas que “el Gobierno de Martinelli pretende imponer después de los Carnavales, que incluyen, entre otras, las reformas inconsultas y arbitrarias a la Caja de Seguro Social (CSS), el aumento del costo de la vida con el incremento del ITBMS del 5% al 7%, el alza del agua, del pasaje, la intención de imponer a toda costa el retrógrado e improvisado proyecto de transformación curricular en la Educación; además de continuar con el plan de control absoluto de todos los poderes del Estado”.
6. No olvidemos que estamos frente a un Gobierno de mercaderes, declaran los trabajadores. Se trata de uno de los clanes más peligrosos y arcaicos de la mafiocracia que siempre ha gobernado en Panamá, vinculado a los grupos más recalcitrantes a nivel internacional que son nada menos que: los sectores más belicosos de Estados Unidos, la mafia de Miami, el gobierno narcomilitar de Alvaro Uribe, el del corrupto de Silvio Berlusconi, el régimen de facto y de Escuadrones de la Muerte de Honduras; y al servicio de agencias tenebrosas y terroristas como la Mossad de Israel y la CIA. Mientras gobierno y empresarios dicen no querer diálogo bajo presión y huelga, los obreros denuncian la negativa del gobierno a derogar la ley laboral, una ley fascista que sólo busca a exprimir y asesinar obreros intensificando más el trabajo.
7. Lo único que podemos esperar es que los líderes y los obreros sigan adelante en sus luchas porque su liberación sólo puede ser obra de ellos mismos; pero también deben estar muy atentos para evitar que los millonarios y militares panameños, con apoyo del gobierno de Colombia y del imperio, logren encarcelarlos y asesinarlos. Panamá, un pueblo mestizo con mucha influencia negra, es un pueblo que durante décadas a sufrido golpes de Estado y gobiernos militares; pero es un pueblo que siempre ha estado de pie defendiendo sus derechos con dignidad. ¿Busca acaso Martinelli hacer un conflicto grande para justificar una represión brutal contra los obreros e imponer una ley laboral? El mundo debe estar atento a lo que pudiera suceder en este país porque a pesar de su pequeñez sirve para medir la posición de Obama, de Colombia y el futuro de América. ¡Viva la lucha de los panameños!
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